En cuanto a lo deportivo, el 5-0 con el que Francia humillaba a España en cuartos de la Davis, además de sonrojante, puede llegar a verse como desastre total: quitando factores externos como la encerrona de la pista ultra rápida donde la bola no botaba nada y que con un saque potente como el de Llodra se podía ir hasta el fin del mundo, no vale ampararse en la chabacana y miserable actitud del público galo como excusa, ni siquiera en la presión ejercida por ese jugador de limitada inteligencia que demuestra ser Monfils con sus gestitos y bailes de la victoria finales cuestionando al árbitro todas y cada una de las bolas ajustadas, que ¡oh curioso! siempre beneficiaban a los gabachos. Obviando todo lo francés, las miradas deben dirigirse a la que se presuponía Armada Invencible.
¡A ver por dónde comienzan las ostias! Por los que jugaron primero. David Ferrer (12º) debía hacérselo mirar, porque resulta incomprensible que conozca tantos baches de juego en un mismo partido y que sea capaz de alargar sus agonías hasta el quinto set, donde no siempre se remontará, proque esta vez le salió rana con Monfils (17º); podríamos pasar posteriormente a ese peculiar Verdasco (10º), capaz de lo peor últimamente. y de Feli ni comento apenas, ¡este sí que es un caso perdido! Y después estaría la endeblez en todo -presionar al árbitro, mostrar jerarquía desde el banquillo y los tibios ánimos a sus jugadores en fases complicadas- de Albert Costa, quien quizás debió confiar mas en Nico Almagro (20º), pero a toro pasado no vale lamentarse de eso. Y por último estaría la cuestión de Nadal (1º), quien prefirió dar descanso a sus rodillas; hasta ahí todo muy lícito, pero alejándome del todo de aquellos que critican a Rafa diciendo que como la Davis no le da pasta lo posterga, esto que no pretende ser una crítica destructiva, dire ¡qué cojones pintaba Rafa animando a la selección de fútbol en vez de apoyar moralmente a su equipo, al deporte al que se debe! No dire que los dejara tirados pero Rafa, lo que hiciste este fin de semana no es de buen compañero, ya que como bien se te alaba cuando lo mereces, cuando la cagas también debes escuchar: te debes al tenis, no al fútbol.
En los otros tres enfrentamientos, hubo algo más de lucha y sobre todo, pasaron los que se esperaban, pero todos a domicilio. La única que hizo valer la condición de local fueron los franceses, mientras que los rusos, chilenos y croatas se vieron sorprendidos en parte por los argentinos, checos y serbios, ya que si bien se esperaban eliminatorias igualadas, los forasteros siempre tiraron del marcador para acabar pasando ronda. En septiembre se verán las caras Francia y Argentina por un lado en suelo galo -vaya rachita de ambos, unos tres rondas en casita y los otros tres seguidas fuera-, mientras que la batalla entre checos y serbios se jugará en territorio balcánico.
Eso aún queda lejos y deportivamente estos tres días pasados se jugaron el derecho a estar en esa ronda otros seis países más. Como Francia con España, la República Checa ya ganaba el sábado por 0-3 y a domicilio a Chile, y eso que no contaban con su mega estrella que va como un tiro desde unos meses acá, Berdych (8º), y finalmente los Hajek (94º), Dhouly (607º, más doblista que single) o Ivo Minar (247º) aplastaron a los Massú (101º), Capdeville (186º) o Aguilar (196º), pasando por alto incluso una superficie, la tierra batida, que se presuponía iba a frenarlos. Sin Fernando González (23º) a causa de una lesión, los andinos únicamente maquillaron al final el marcador que quedó en 1-4 para los finalistas del año pasado.
Otro que también acabó imponiéndose por 1-4 fue la Serbia de Djokovic (2º) ante la Croacia de Cilic (13º), que diría yo que no acertaron con la superficie. Sus dos números uno dejaron la contienda empatada a una el viernes, en el dobles tomaban la delantera los forasteros (contar con un doblista como Zimonjic es una gran ventaja en pista rápida) y en el cuarto punto de la serie Novak batió insultantemente fácil a Marin entres sets corridos, es decir, cortos, ra´pidos y fáciles. 'Nole' sí que se merece un aplauso ya que tras llegar hasta semis de Wimbledon una semana antes no optó por borrarse en la ayuda a su país.
No obstante, la eliminatoria más igualada de todas y en la única quesería necesario el quinto y decisivo último punto fue en el Rusia 2 -Argentina 3 que se vivió en Moscú. Abrieron las hostilidades dos viejos gallitos, Davydenko (6º) contra Nalbandian (153º), que se han enfrentado infinidad de veces a lo largo de los años, e incluso en la misma Davis. Ambos venían de largas convalecencias por lesión (el ruso en la muñeca y el argentino por desgarros abdominales y musculares) y por tanto la clave estaba más en ver quien se adaptaba antes y quien se cansaba antes. El rey David ganaría aparantemente controlando el asunto en tres sets, pero eso sí, tras dos tie-breaks agónicos. Youznhy (14º) dejaría parejas las cosas tras doblegar con contundencia a Leonardo Mayer (58º) y cuando los rusos pensaban que su dúo Davydenko-Kunytsin iba a otorgarles el segundo punto, dos jovencitos como Schcwank (52º) y Zeballos (43º) los abofeteaban a base de autocontrol tenístico en un doble solventado en 4 sets.
Para el domingo el todo o nada ruso arrancaba mal, ya que Davydenko perdía el primer set ante Shcwank pero lograría empatar la serie a 2 y dejar la resolución del asunto a Youznhy (14º) y Nalbandian (153º), un tenista experimentado que vive por y para este tipo de partidos, ya que a en sus diez años de andadura por el circuito siempre que su país lo necesitó acudió a rescatarlo en partidos tan trascendentales como este. Ya lo hizo en marzo en Suecia, donde fue el héroe, y volvió a serlo esta vez también, porque fue capaz de aguantar las embestidas del ruso en un primer set que se decidió en un tie-break donde David iba muy por debajo y acabó ganándolo por su descaro al resto. En los otros dos sets la confianza del glotón David siguió indemne y esta vez sí encontraba resquicios en el saque del ruso para con breaks puntuales dar el pase a semis a un país que no atesora aún ni una sola Copa Davis. Si a Juan Martín del Potro (7º) le da la gana de reaparecer y volver a jugar algún día, serían un país temible.
Finalmente, aunque tendría que decir primero de todo ya que se disputó a lo largo de la semana, se jugó en Newport (EE.UU) el último torneo del año sobre hierba, un ATP250 donde la participación no fue para nada de lujo -se presentaron los tenistas ya no de tercer ni cuarto nivel, sino inferiores, los del top50 para atrás; se supone que los anteriores en ese ranking o bien descansaban o se centraban en la Davis- y en donde el local Sam Querrey (19º) y el colombiano Santiago Giraldo (56º) partían como principales cabezas de serie, condición que no pudieron imponer porque el juego del segundo no se adapta muy bien al césped, mientras que al primero le pudo la presión: el año pasado ya había sido finalista en este mismo torneo y este año venía de ganar en Queen´s al mismo tenista que sería campeón aquí.
Ese ganador final resultó ser un viejo conocido en el mundo de las raquetas, un Mardy Fish (79º) que a sus 28 años conquistaba batiendo en la final al belga Olivier Rochus (65º) por 5-7, 6-3 y 6-4 el cuarto título de una carrera tenística que ya se prolonga diez años, tras los de Estocolmo en cemento y bajo techo en 2003, el de Houston al aire libre sobre arcilla en 2006 y el de Delray Beach sobre cemento en febrero de 2009. En esta última final de Newport, el jugador europeo, el tenista más bajito del circuito, comenzó muy fuerte, imponiéndose con relativa solvencia el primer parcial para luego verse superado por carisma por el barbudo Mardy, quien rompía así su mal fario en las finales, ya que anteriormente había perdido otras 11 finales a lo largo de su carrera.
http://www.daviscup.com/es/
http://es.atpworldtour.com/Tennis/Tournaments/Newport.aspx
No hay comentarios:
Publicar un comentario