domingo, 30 de mayo de 2010

Roland Garros 2010 hasta octavos: Roddick, Ferrer, Monfils, Ferrero, Gulbis, Fernando González o Ljubicic, entre los que no llegan a la segunda semana


Arrancaba justo hoy hace una semana, un domingo, el segundo Grand Slam del año, quizás el más tradicional de todos ellos, ya que entre la arcilla parisina y la hierba londinense se disputan el título honorífico de quedar en la retina de los aficionados como el torneo de mayor solera; ¿otra lucha más entre franceses e ingleses como marca toda la historia de ambas naciones? Y la competición se emprendía con ilustres ausentes, como los eternos lesionados esta temporada, esos Del Potro (6º) y Davydenko (5º) -que están lesionados desde hace meses y por la defensa de puntos, se han invertido las posiciones en el ranking- o la enésima esperpéntica lesión de Nalbandian (149º), empeñado en volver a jugar sin estar del todo recuperado.

Pero de entre los que sí estaban disponibles jugaron todos los buenos, hasta un Andy Roddick (8º) que es más bien un pato en tierra batida, como lo marca el hecho de ser superado sin paliativos en tres cortos sets por el ruso Teimuraz Gabashvili (114º), sin resultados este año (en la Davis contra India dio pena) pero que venía con la confianza de ir ganando partidos tras partidos de la previa. Después de una maravillosa gira norteamericana en marzo en Indian Wells y Miami, Andy apenas jugó en tierra este año, no compareció ni en Montecarlo ni en Roma, en Madrid sufrió un virus estomacal y en París solamente ganaba dos partidos pero a la mínima que alguien le plantó cara se fue a la calle. 'A-Rod' ha sido uno de los ilustres tenistas que no ha llegado a la segunda semana de buen tenis de este Grand Slam, y junto a él también caían otros a los que se les presuponía en instancias más superiores: dos buenas espadas hispanas como Ferrer (11º) o Ferrero (18º) no pudieron con tenistas peleones pero sin resultados como el austríaco Jurgen Melzer (27º) y el estadounidense Robby Ginepri (98º) respectivamente. El alicantino llevaba el record de victorias este año y en tierra venía jugando muy bien, con semis en Montecarlo y Madrid (cayendo con los supercalses de Nadal y Federer) y final en Roma, pero en París se vió su peor cara para no dar ni una en los tres sets contra Melzer, mientras que el valenciano comenzó dos sets abajo ante Ginepri y no pudo culminar su remontada en el quinto set. De las derrotas de Feliciano López (31º) y Tommy Robredo (26º) en primera ronda en tres sets con claros síntomas de impotencia, mejor ni hablar.

Otros buenos tenistas que ya piensan en los próximos torneos de hierba son el galo Monfils (15º), el chileno González (13º), el letón Gulbis (28º) o el croata Ljubicic (16º), entre otros. Ninguno de los cuatro se caracterizan por ser unos 'hachas' en tierra pero por tenis, nombre y rivales que les eliminaron, se esperaba algo más de ellos y se pueden catalogar como sorpresas sus derrotas. Por un lado, el francés llevaba una temporada malísima, con pocas apariciones debido a una rodilla semi-tocada y solamente acudió a su ciudad natal con la preparación de Madrid unas semanas antes. La lluvia interrumpió su partido a 5 sets ante el italiano Fabio Fognini (92º) y en un choque parejísimo caía por 9-7 en el set final de su segunda ronda del torneo. Una ronda más, hasta la tercera, llegó el croata, campeón este año de Indian Wells, pero perdió con contundencia en tres sets ante el brasileño Belluci (29º), partido al que llegaba después de un 10-8 en el quinto set ante Mardy Fish (97º) de dos días antes. Por su parte, el chileno tampoco llevaba una buena campaña en tierra y tras caer en segunda ronda contra el ucranio Dolgopolov (56º), no podrá defender las semis que firmó el año pasado en la capital parisina ante el sueco Soderling (7º).

No obstante, el sorpresón del torneo lo daba el letón Ernets Gulbis (28º) al retirarse por molestias en un tendón en su partido de primera ronda contra el francés Benneteau (38º) cuando iba dos sets abajo, y al inicio del tercero decía basta. Hijo de un millonario, llamado a ser un superclase desde hace varias temporadas pero que hasta este año no había explotado, este tenista de 21 años venía de realizar una temporada de tierra primordial, con semis en Roma donde obligó al gran Nadal a ir hasta el tercer set y con duras peleas contra Federer también en la temporada de la arcilla europea, por lo que en París se le imponía la vitola de 'outsider' a algo importante. Pero la esperanza de muchos se rompía pronto y nos quedábamos sin el tenista que este año más al límite ha llevado a Nadal en tierra.

Por lo demás, esta primera semana de tenis en Paris, donde se han jugado tres rondas, ha dejado excelentes partidos de tenis como los Murray (4º) - Gasquet (45º) -partidazo a 5 sets entre el ganador de Niza, que se puso con un tenis primoroso dos sets arriba pero acabó desfondado en el quinto contra un escocés que parece haber dado con la tecla en tierra- y Hewitt (33º) - Chardy (46º) en primera ronda, los Kohlschreiber (35º) - Seppi (66º) y Bahgdatis (30º) - Granollers (87º) de segunda ronda o los Cilic (12º) - Mayer (57º), Youznhy (14º) -Troicki (41º), Berdych (17º) - Isner (19º) -de lo que se esperaba un choque parejo entre dos cañoneros resultó una rápida paliza del checo al americano- o Tsonga (10º) - De Bakker (50º) en tercera ronda o dieciseisavos, donde todos los que perdieron dieron la cara en todo momento e hicieron sudar la victoria a los ganadores.


En cuanto a los grandes nombres del tenis actual, aunque alguno se haya dejado algún set por el camino, destacar que los Federer (1º), Nadal (2º), Djokovic (3º), Murray (4º), Soderling (7º), Verdasco (9º), Tsonga (10º) y Cilic (12º) están en octavos jugando cada uno a su nivel, por lo que la mayoría de cabezas de series han accedido a la segunda semana con buen tenis, únicamente Verdasco ha llegado a trompicones. Lo mejor empieza ahora, esta segunda semana y junto a los ya citados se encuentran en octavos tenistas tan buenos como Wawrinka (24º), Berdych (17º), Youznhy (14º), Almagro (21º) -ojo, puede ser el gran tapado- o Belluci (29º), por citar a los de más nombre.

De este modo los emparejamientos en octavos de Roland Garros serán para empezar un duelo entre suizos, entre Federer (1º) y Wawrinka (24º), dos tenistas que se conocen muy bien, que son amigos y que hace poco en Madrid ya jugaron juntos, con mini-humillación de Roger a Stan. Después jugarían Soderling (7º) y Cilic (12º), todo un partidazo entre dos gallitos y que visto la trayectoria en tierra de cada uno puede ser una batalla de las buenas, como lo será fijo el Murray (4º)-Berdych (17º). Para acabar hoy el primer día de octavos jugarán Tsonga (10º) y Youznhy (14º), una pelea que se antoja también muy apasionante. Para mañana lunes quizás queden los cuatro duelos menos parejos de esta ronda, ya que en los Melzer (27º)-Gavashvili (114º), Djokovic (3º)-Ginepri (98º), Almagro (21º)-Verdasco (9º) y Nadal (2º)-Belluci (29º) todo apunta a que los primeros pasen de ronda sin mayores complicaciones, aunque seguramente no obtengan ninguna facilidad de sus adversarios.

http://es.eurosport.yahoo.com/tennis/roland-garros-masculino/masculino/p1/

jueves, 27 de mayo de 2010

Masters 1000 de Montecarlo, Roma y Madrid en imágenes

¿Cantidad o calidad? La eterna duda del ser humano. Muchas mujeres dirán que prefieren tener una una buena ración de sexo que tres polvos regulares (y ya ni contamos que 5 malos) y esta estupidez traducida al mundo del tenis significa que 9 Masters 1000 a lo largo del año resultan mejor que 4 Grand Slams. La metáfora no queda muy clara pero tampoco hace falta. En todo caso, querría manifestar que en un deporte que se extiende de enero a noviembre, con temporadas bien definidas en el calendario, es decir, circuito de pista dura entre enero y marzo, tierra batida europea en abril y mayo, estarían junio y algo de julio para la hierba y de agosto en adelante primero las pistas rápidas 'yankees' y asiáticas para después acabar de nuevo en el Viejo Continente en indoor, 3 Masters 1000 en arcilla es bastante en comparación con la hierba, por ejemplo. Pero bueno, sin más.

http://www.youtube.com/watch?v=Xr7PAK87j74 (los listos de Youtube me desactivan el sonido aduciendo que el haber comprado un cd del que saco la música no me legitima a vulnerar el derecho de autor, que deben de ser de los hipócritas de WMG, pufff, qué pereza pelear contra estos mamarrachos).

domingo, 23 de mayo de 2010

Niza para Gasquet y la Copa de Naciones para la Argentina de Zeballos y Mónaco


A una semana vista de Roland Garros, todos los 'buenos' tenistas velaban armas en la capital parisina, descansando y entrenando sin desgastarse. Pero como la voracidad del calendario ATP es tanta, por primera vez se programaba un torneo de categoría 250 la semana previa al segundo Grand Slam de la temporada 2010, un torneo como el de Niza, nuevo este año y que contó con una participación nada desdeñable, caso de los Soderling (7º), Monfils (15º), Baghdatis (29º) o el polémico finalista, Verdasco (9º), 'don liante' a partir de ahora. ¡Qué manera de pirársele la pinza! Y para aderezar esta semana tan atípica de tenis (la final de Niza se jugó en sábado, ya que el domingo empezaba Roland Garros), se jugaba en Düsseldorf (Alemania) una nueva edición de la Copa del Mundo de Naciones, un devaluado campeonato que este año se apuntó la Argentina liderada por Juan Mónaco (30º) y Horacio Zeballos (49º) compitiendo con tenistas serbios, estadounidenses, alemanes o australianos, entre otros.

En la capital de la Costa Azul, precioso enclave del sureste francés a orillas de un en mayo siempre reluciente Mediterráneo, destacaron primeramente partidazos como el del argentino Leonardo Mayer (59º) contra el brasileño Thomaz Belluci (28º) -un facilísimo 6-4 y 6-1 para el gaucho- y el del sueco Robin Soderling (7º) contra el belga Olivier Rochus (60º) -tres interminables sets, con remontada por 2-6, 6-4 y 6-4 para el tenista más bajito del circuito- en octavos, o algún duelo de cuartos como el perdido por 7-6 y 6-2 por el francés Gael Monfils contra el italiano Potito Starace (63º) y el parón de Baghdatis (30º) en tal instancia por 5-7, 6-3 y 6-4 contra la 'mini-revelación' del torneo, un Leo Mayer (49º) que, no obstante, caía en semis con Verdasco (9º), aunque no sin antes 'obligar' al madrileño a ganar por 7-6 y 7-5.

Por el otro lado del cuadro el francés Richard Gasquet (68º) no había tenido un camino fácil (más por sus lagunas mentales que le llevaron a recibir roscos en contra que por el nivel de los oponentes) pero accedía a su segunda final del año, tras aquel de Sydney en enero, y daba carpetazo a su lento retorno a la elite, después del esperpéntico caso de dopaje por cocaína que le hizo estar parado el año pasado entre marzo y agosto, entre los Masters 1000 de Miami y Canadá. Por lo tanto, a menos de dos meses vista del duelo franco-hispano en cuartos de la Davis, se escenificaría un choque entre tenistas que bien pudieran estar en ese cruce, y la combinación del patetismo de ciertos fanáticos forofos (elevado a la máxima potencia en los 'gabachos') entre el público con la rapidez de pérdida de nervios en la pista por uno de los jugadores, montó el quilombo (ver vídeo). Deportivamente, tras dos duras semis por parte de ambos (Richard hubo de ganarse esta final tras dos tie-breaks ante Starace), Fer lo tuvo todo en su mano para ganar y acabó quedándose con cara de tonto por 6-3, 5-7 y 7-6 en un último set donde no supo hacer lo que le dio ventajas en el primer parcial: recuperar posiciones tras ataques débiles y adelantarse a los golpes de Gasquet.

Vayámonos del sureste francés al oeste alemán para centranos en el torneo del que menos se habla en todo el circuito ATP. Vale que no es la competición por excelencia entre países, que esa distinción se la quita de largo la Davis, que los tenistas punteros reniegan de ella y que ni Dios se ocupa de ella, pero la estructura y la manera en la que está ideada la Copa del Mundo por Naciones resulta muy pero que muy atractiva: dos grupos, el azul y el rojo, con cuatro países cada uno, donde juegan una liguilla (tipo Masters) al mejor de 3 duelos (primero los dos individuales y por último un dobles) el mismo día. Este año los participantes eran España, Argentina, Serbia, Alemania, Estados Unidos, Australia, Francia y la República Checa, y si bien los Nadal (2º), Del Potro (5º), Djokovic (3º), Roddick (8º) o Tsonga (10º) no jugarían por sus países, sí que saltarían a la cancha tenistas como Kohlschreiber (35º), Berdych (17º), Querrey (21º), Chardy (47º), Troicki (40º), Hewitt (33º) o Almagro (22º).

Tras varios duelos apasionantes y días de tenis entre los diferentes 'segundas espadas' de los países allí presentes, la final la jugaron Argentina y Estados Unidos, con triunfo final para los sudamericanos por 2-1 ante los norteamericanos, quienes ganaron el dobles último pero que ya habían perdido el campeonato en los dos singles, donde Mónaco (30º) ganaba por 1-6, 6-2 y 6-3 al gigantón Querrey (21º) con una muñeca tocada que quiere operarse en cuanto acabe la temporada de tierra batida. Tras este primer punto, el héreo argentino y quien certificaría esta cuarta Copa del Mundo por Naciones en el palmarés de los argentinos fue el joven Horacio Zeballos (49º) al ganarle a Roby Ginepri (98º) por 6-4, 6-7(7) y 7-5 en un parejísimo duelo y en donde ambos demostraban no ser hombres de la arcilla.

domingo, 16 de mayo de 2010

Masters 1000 de Madrid: Nadal continúa con su 'erre que erre' de la temporada de tierra y ni el mejor Federer en muchos meses pudo con el superhéroe

Rafa Nadal es un pedazo tenista como la copa de un pino y quien diga que solo gana 'por chapas' o basándose únicamente en su físico, es que tiene una visión distorsionada del tenis. Si Rafa solo fuera un pasabolas ¿estaría dos del mundo?, ¿hubiera ganado tantos Grand Slams y Masters Series primero y Masters 1000 después?, ¿serían casualidad todos los puntazos que suele conseguir por casta y garra? En mi opinión no, y ya definitivmente damos por cerrado su oscura travesía de juego no resolutivo de mediados del 2009 y todo 2010 hasta que llegó la tierra batida, el elemento natural que activa todos los 'superpoderes' de Nadal.



Por segundo año consecutivo se jugaba en la tierra batida de la Caja Mágica de Madrid el tercer Masters 1000 del año sobre arcilla (quinto del año en global), un joven torneo que nacía en 2002 con categoría excelsa ya y que hasta el año pasado se venía jugando en octubre, en la Casa de Campo y bajo techo. Diferente tenis por tanto y en este 2010 el techo retractil de la pista central ya hubo de cerrarse en varias ocasiones por la lluvia, aunque esta variante poco influyó en el juego. Y los entendidos también apuntaban en la dirección de que la altura de Madrid pudiera influir en que esta fuera la pista de arcilla más rápida del planeta y que por eso Roger Federer se sentía siempre a gusto en ella. Pamplinadas mil para rejustificar la temporada del suizo y que una vez más los tenistas españoles pusieron en entredicho.

Porque como ya pasara en Montecarlo y Roma, la Armada Española de tenis era la que más representantes tenía en rondas avanzadas del torneo. La dictadura de los de casa es tan evidente en este tipo de superficie que esta año ya está resultando hasta pasmoso, otros años también destacaban pero no tanto como esta temporada, ¿será que cada vez hay menos tenistas que eligen 'sufrir' en abril y mayo? Sea como fuere, en octavos se colaron hasta seis jugadores españoles (Nadal, Ferrer, Feliciano, Verdasco, Almagro y Guillermo García-López) y de nuevo en semis de 4, 3 eran españoles.

Pero hasta octavos se disputaron algunos duelos muy a tener en cuenta, de tal altura tenística ya en primera o segunda ronda que bien pudieran ser finales de cualquier torneo ATP250, algo que realza el nivel y condición de torneo puntero de Madrid. El domingo que empezaba la competición un Ferrer (12º)-Chardy (44º) o el lunes un Almagro (35º)-Troicki (40º) dejaban gratas sensaciones de tenis de quilates, asi como la caída de la roca alemana Kohlschreiber (29º)ante el colombiano Giraldo, (59º) un tenista que pinta bien. Y hasta el Gulbis (34º)- Youznhy (13º) resultó ciertamente chocante, dado que el ruso, campeón días antes en Munich, hubo de doblegarse ante la dinámica de campeón en la que anda inmerso el letón el último mes, después de su buen torneo en Roma. Desgraciadamente, todo lo bueno que estaba dejando este Masters, se encargaron de destrozarlo de un solo plumazo dos de las medianas atracciones del torneo, cuando el martes por la noche se retiraban al alimón el checo Tomaz Berdych (16º) y el argentino David Nalbandian (149º), ambos aduciendo sendas lesiones justo antes de que saltaran a disputar su partido de primera ronda. Curioso el caso de que abandonen a la vez los dos tenistas antes del duelo entre sí, muy pocas veces en el tenis se habrá dado una circunstancia así. Y le tuvo que tocar a Madrid, que si bien disfruta del privilegio de ser tomada por algunos tenistas como el torneo preparativo de Roland Garros, a la mínima que alguno siente una leve molestía no duda en bajarse para no comprometer su participación en París, y de este modo Madrid sufrió una plaga de 'espantadas', como las de Tsonga (10º), Roddick (8º) o los dos de Nalbandian y Berdych en pleno torneo, y la renuncia un día antes del sorteo del serbio Novak Djokovic (2º). Calendario comprimido + saturación de torneos = tenistas permanentemente lesionados o tocados, lo que a la ATP se la sopla. Pues que sigan así, que se van a cargar a la gallina de los huevos de oro.


Con los españoles incrustados 'estratégicamente' (ni Santana podría haber hecho queriendo esa repartición tan equitativa, ¿o si lo puede hacer?) por el cuadro, de modo que en casi cada partido de octavos hubiera un tenista español, que no se eliminaran entre ellos y por consiguiente atraer al mayor público local posible, esta ronda ya comenzó a mandar a casita a varios de los buenos. Con Roddick (8º) por indisposición culinaria y Tsonga (10º) retirándose pronto, dos que patetizaron en esta tercera ronda u octavos fueron el croata Marin Cilic (11º) y el español Fernando Verdasco (9º). El primero sucumbió al 'superpiernas' Ferrer sin tapujos, por 6-3 y 6-2, y su impotencia en arcilla resultó de tal calibre en este partido, que Marin debe estar ya deseando que pase la temporada de tierra; mientras, el segundo, el favorito local, ese madrileño que venía jugando bien en tierra de un mes acá (ganador en Barcelona, finalista en Mónaco y semifinalista en Roma) parece haber perdido algo de fuelle y en su ciudad natal solamente pudo tumbar al gigantón croata Ivo Karlovic (36º) en primera ronda para en la siguiente instancia ser vapuleado por 7-5 y 6-3 por el austríaco Jurgen Melzer (30º): Fer en ningún momento pudo hincarle el diente a un jugador que tampoco hizo nada del otro mundo, solamente aguantarle y esperar los errores de su contrincante.

La actividad y las rondas en la Caja Mágica iban sucediéndose paulatinamente y los tenistas estaban siendo devorados por el ritmo frenético de la competición. El viernes (día de cuartos en un Masters 1000) llegaba, la asistencia de gentío aumentaba y los precios de cualquier asiento también iban subiendo como la espuma (de los 17 euros de una entrada en primera ronda a los 98 euros en semis, y ya para la final ni quise mirar, no fuera que me diera un ataque de indignación por cobrar esas cantidades a los aficionados en época de crisis; pero ese no es asunto mío). Deportivamente, Rafa estaba jugando en el primer turno de la tarde, sobre las 16 horas, mientras Roger era el 'inquilino' de los partidos de las 22 horas (turno curioso ese también, como en España nos encanta vivir de noche, ahí que rompemos todas las costumbres y hábitos de vida a los foráneos). El primer tenista en colarse en unas semis iba a ser el murciano Nicolás Almagro (35º), un jugador con una capacidad increíble pero también una habilidad de liarla tremenda, y me explico: Nico podría tumbar a cualquiera pero le falta regularidad, se descentra fácilmente y además tiene siempre la mala suerte de que le coloquen en la peor parte de los cuadros, no hay torneo en el que no le toque un coco; esta vez fue el sueco Robin Soderling (7º) el encargado de dar fe del mal fario del murciano, pero rompiendo esa tendencia, Nico le ganaba en segunda ronda por 6-4 y 7-5 con pasmosa autoridad. El serbio Troicki (40º) y el argentino Mónaco (27º) fueron también víctimas de calidad de Nico, y ya en cuartos se zafaba por 6-3 y 6-1 de un Melzer (30º) que anteriormente había maniatado a Verdasco (9º), con lo que Nico estaba firmando su mejor temporada de tierra y también el mejor torneo del año.

Pero el inconveniente de Almagro en semis iba a ser que se toparía con el torito Nadal (3º), enrachado tras haber sudado un pelín contra Isner (19º) y barrido sin piedad a Monfils (18º) en cuartos. Los rivales de Rafa iban saltando con ganas a la cancha pero el mancaorí se las quitaba nada más endosarles los primeros breaks, distanciarse vorazmente en el marcador y deprimirles con golpes increíbles. Por la parte alta del cuadro jugaba en el tercer turno el íntimo enemigo de Rafa, el 'caradura' de Roger en los Masters 1000. Lo digo entre el cariño y por seguir la coña de ese colega que ¡mierda! va camino de ganarme cuatro cervezas con Nadal y sus títulos encadenados en tierra (por ahora tiene en el saco Montecarlo, Roma y Madrid, con lo que París es también factibilísimo). No obstante, interpretemos como lo interpretemos (que se acerca un Grand Slam y ha de ponerse ya las pilas o que la altura de Madrid beneficia su juego rápido) en tercera ronda Federer ya fue inmisericorde con su buen amigo Wawrinka (23º), a quien endosó un 6-3 y 6-1 aplastante, con golpes de los suyos y dejando la sensación de jugar solo con la tercera marcha puesta. Pero en cuartos se le cruzaba ese nuevo e insolente valor emergente del tenis, un Gulbis (34º) que ya le ganó en Roma y que a punto estuvo también de mandar a casa a Rafa en la capital italiana: el letón se anotaría el primer set y la sorpresa saltaba pero Federer tiró de oficio, le pilló con la guardia baja primero y en el tercer set le esperó hasta que por 3-6, 6-1 y 6-4 avisaba de que muy pocas veces el genio suizo se deja ganar dos veces seguidas por un mismo jugador. Y en el último partido de cuartos, el escocés Andy Murray (4º) daba otra lección de supina impotencia e incompetencia en tierra: perdía argumentando únicamente sus protestas por 7-5 y 6-3 ante un David Ferrer (12º) que también le había apeado en Roma y lo verdaderamente doloroso para el escocés es que aunque haya mejorado una barbaridad en tierra y aunque sea capaz de lanzar golpes y jugar de fondo como a él le gusta en pistas más rápidas, no comprende que los errores también son parte de este juego.


Ya era sábado, y siguiendo la estela de Montecarlo y Roma, en Madrid el 'representante del mundo' ante los miuras españoles era el número uno mundial, el suizo Roger Federer, por tanto el candidato idóneo. Si en Montecarlo Djokovic y en Roma Gulbis (quien más cerca ha estado este año en tierra de noquear a Rafa) no pudieron hacer nada por evitar una final española, no había mejor opción en Madrid para evitarlo, y todos, desde aficionados a organizadores querían una nueva reedición de la final del año pasado, ya que las finales de Nadal y Federer son un clásico del tenis, siempre son el mejor plato a degustar en este deporte. Pero eso no quiere decir que los demás jugadores les pongan una alfombra roja y les faciliten sus partidos. Y como dato, el hecho de que tanto Rafa como Roger hubieron de irse hasta los tres sets para acceder a la final. ¿Quien osó a robar un set al todopoderoso Nadal? Pues ese lumbreras intermitente de Almagro que perdería por 4-6, 6-2 y 6-2 pero en el primer set ya demostró cómo hay que jugarle y ganarle a Rafa: con arrojo y dejándose de chorradas. Pero esa misma confianza la tiene a rebosar en su interior el menorquín y cual martillo pilón le daba la vuelta a la cosa. Y del mismo modo, Ferrer tampoco pudo parar las genialidades de Federer, que se impuso por 7-5, 3-6 y 6-3 en un partido que el suizo tuvo controlado pero que esas lagunas mentales ciertamente habituales en Roger muy de poco en cuando se lo torcieron.

Con Rafa segundo del mundo ya el domingo (toda la semana había sido el 3, por eso aquí se le clasificó de ese modo), la central de la Caja Mágica acogía el vigésimoprimer duelo entre el suizo y el español. Rafa dominaba por 13 a 7 y en tierra el dominio era mucho más aplastante aún, de 10 a 2. Al final se daba un 6-4 y 7-6 (5) favorable a Nadal, un resultado que si se analiza fríamente puede concluirse que no hubo tanta diferencia entre ambos, tanto que se comentaba del domino abrumador de uno para con el otro. Pero finalmente sí, la sensación de ambos en la pista fue que Nadal era el dominador y que Federer tenía que ser quien remaba a contracorriente. Quizás Rafa no hizo el partido espectacular de su vida pero su mérito es ése, ser capaz de ganar casi sin despeinarse (excepto en las celebraciones, que suelta al viento esas melenacas de indio), parece que jugó en quinta mientras que la sexta del suizo iba gripada. ¿Y lo de la táctica de jugarle obsesivamente a Roger a su revés? Si le funciona porque no lo hará, todos pueden hacerlo pero solo Rafa lo consigue. Sin embargo, parece que el mejor Federer está de vuelta para Roland Garros y si no se deja embajonar por la manera en la que perdió el tie-break del segundo set (iba 4-2 arriba, con minibreak a favor, momento de cambiar de lado de la pista, mandaba en el marcador pero cuando le apeteció arriesgar en la última bola, un mal bote de la tierra le impidió empalar) se podrá ver otra final Nadal-Federer en París (al ser uno y dos del mundo irían por partes distintas del cuadro), aunque como amante del buen tenis cualquier final, cualquier partido es digno de seguir, ver y analizar.

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domingo, 9 de mayo de 2010

Munich para Youznhy, Estoril para Montañés y Belgrado para Querrey

En una semana de rodaje tenístico en tierra batida, tres puntos cardinales de la vieja Europa fueron escenarios de esos torneos menores, tres ATP250, que indudablemente juegan su papel esencial en el tenis de hoy en día. Los ganadores tienen un renombre de buenos tenistas y los tres demostraron ser los mejores esa semana en el torneo que conquistaron. Fueron tres finales largas, a 3 sets, donde parecía que quien con autoridad se imponía en el primer set se dejaría remontar, aunque eso únicamente se dio en el Open de Serbia, donde dos amigos 'yankees', de nuevo los jovencísimos Isner (21º) y Querrey (22º) se jugaban un título, como el de Memphis en febrero, y de nuevo cayó del lado del rubiales. Montañés (34º) daba el sorpresón en semis de Estoril al ganar a un flojo Federer (1º) y en la final sufría ante el local Gil (133º), pero ganaba y revalidaba su título del año pasado, mientras que Youznhy (15º) ganaba en tierras germanas a la tercera por partida doble: ya había perdido en 2007 y 2009 las finales de Munich, meintras que en este 2010 venía de perder en Rotterdam y Dubai ante Soderling (7º) y Djokovic (2º) respectivamente, pero ante Cilic (11º) en la capital bávara mató de un tiro esas dos 'maldiciones'.

Esta clase de torneos suelen contar muy infrecuentemente con los grandes, y prácticamente los dos únicos top tens potentes que decidieron jugar en alguno de los torneos esta semana fueron el serbio Novak Djokovic, que se retiró en "su" torneo en el duelo de cuartos ante otro serbio, Fillip Krajinovic (319º) por motivos alergicos, mientras que el rodaje del suizo Federer en tierra llegó hasta semis lusas, y abrió más dudas al respecto de su bajo nivel este año sobre arcilla. Pero hay otros jugadores que prefieren no desgastarse en este tipo de torneos para asegurarse un buen papel en los Masters 1000 y en los Grand Slams. ¿Merece más la pena lograr una ronda de octavos o cuartos de un Masters 1000 antes que un título en un ATP250? Lamentablemente tenistas como Ferrer, Robredo, Verdasco, Tsonga o Soderling, por citar algunos que bien pudieran estar en forma en este tramo de la temporada, piensan que sí: pues que sigan en ello, y mientras Querrey podrá jugar tranquilo ya con dos torneos bajo el brazo.

En el torneo que desde el año pasado el showman Djokovic organiza en su ciudad natal, en Belgrado, la nómina de tenistas participantes luchaba en dura pugna por no ser la más pobre con el de Estoril. Tenistas como el italiano Seppi (47º), el serbio Troicki (39º), el ruso Andreev (50º) o el croata Karlovic (33º) no dieron la talla y se limitaron a pasar alguna que otra ronda, pero ya en cuartos su gasolina dijo basta. Quienes sí dieron muestra de su innegable valía tenística fueron, además de los dos finalistas, gente como el suizo Wawrinka (23º) o el francés Gasquet (86º), que cada día apunta más en dirección a un retorno progresivo a la elite tenística, que por el nivelazo de su revés cruzado merece estar cerca del top 20.

Con Nole fuera de juego, en cuartos Gasquet (86º) llevó al límite a Isner (21º) y únicamente cedió por 2-6, 7-6 y 6-3, un duro duelo que tuvo su freflejo también en el largo partido entre Stan y Viktor, entre Wawrinka y Troicki, entre el 23 y 39 de la ATP: 7-5, 6-7 y 7-6 para el suizo, y si antes decía que el serbio no dio su medida verdadera medida fue porque en ningún momento supo economizar las ventajas y apreturas del marcador. Querrey (22º) también tuvo que sudar a 3 sets su pase a semis ante Andreev (50º) -más preocupado tal vez por conseguir esta semana la victoria número 200 de su carrera- para ganar por 6-3, 2-6 y 6-4, pero una vez en semis no tuvo problemas para liquidar al serbio, proveniente de la fase previa y beneficiado por el abandono de la gran estrella, Krajinovic (319º) por 6-1 y 6-2. La otra semi de este Serbia Open prometía un partidazo de altura, entre Isner (21º) y Wawrinka (23º), y a fe que lo fue: doble 7-5 para el estadounidense ante un suizo que presentaba el torneo de Casablanca y derrotas honrosas en Montecarlo y Roma ante tenistazos como Djokovic (2º) y Nadal (3º) como tarjeta de presentación de lo realizado este año, pero Stan aún sigue padeciendo de la lacra de no saber solventar choques igualados.

La final entre los dos gigantones norteamericanos iba a ser una curiosa batalla entre dos tenistas que no se caracterizan precisamente por
sus dotes en tierra, con discretos resultados anteriores en esta superficie (que fue su tumba en la Davis en marzo en Serbia precisamente) y el guiño del destino hizo el resto. La revancha era una realidad con ambos en la final, y una vez allí, Isner parecía embalado al entorchado, ya que ganó con un break crucial y un saque solvente el primer set, mientras que parecía mantener a ralla a su rival en el segundo; pero como ocurre casi siempre en este deporte, el tenista que se ve más de la mitad del juego por debajo en el marcador, siendo ampliamente superado en juego pero no así en el marcador, se crece ganando el segundo parcial y se acaba imponiendo por coraje: finalmente el marcador reflejaba un 3-6, 7-6 (4) y 6-4 para Sam, quein a los 22 años ganaba el segundo torneo del año, tras el título de Memphis hace unos meses, el cuarto de su carrera, todos en tierras americanas, además de otras 5 finales no conquistadas en la ATP, donde es profesional desde 2006.

En Estoril, la historia si ciñió prácticamente a las semis. Federer (1º) perdía en la antesala de la final de este torneo que 2008 ganó el mismo ante el tenista que en 2009 fue campeón, el español Albert Montanés (34º) y en el choque entre los dos últimos campeones salía vencedor por 6-2 y 7-6 un Montanés que a sus 29 años está jugando un tenis primoroso. Ante Federico Gil (133º) iba ganando con solvencia hasta que se desfondó a mediados del segundo set, el cual perdió al tie break y en el tecero se veía rápido con un break abajo, pero reaccionó a tiempo para imponerse por 6-2, 6-7 (4) y 7-5. Mientras, en Munich, el campeón del año pasado, el checo Tomaz Berdych (16º) caía el viernes en cuartos ante el local Philipp Petzschner (45º) y a pesar de estar en un estado de forma dulce, no revalidaría título. Los grandes animadores del torneo iban a ser otro alemán, el incombustible Kohlschreiber (28º) y el chipriota Baghdatis (31º), pero finalmente la final la iban a jugar los dos principales cabezas de serie del torneo, el croata Marin Cilic (11º) y el ruso Mikhail Youznhy (15º): el balance entre ellos era favorable 3-0 para el ruso, con victorias en Chennai, Marsella y Canadá, y la cuarta subió al marcador gracias al 6-3, 4-6 y 6-4 final. Mikhail siempre pareció el dueño del choque, de hecho siempre comandó el marcador, y lo único que mantuvo con vida a Marin fue la cabezonería, que le dio sus réditos en el segundo parcial pero el ruso acabó por imponer sus dotes y su revés en tierra, una superficie que no le sienta nada bien al croata.

http://es.eurosport.yahoo.com/tennis/atp-estoril/masculino/p1/
http://es.atpworldtour.com/Tennis/Tournaments/Munich.aspx

lunes, 3 de mayo de 2010

Masters 1000 de Roma: primeros escollos serios de Nadal en su triunfal dictadura en el polvo de ladrillo europeo

A los periodistas nos gustan las obviedades, o mejor dicho, las casualidades y coincidencias. Si algo pasa dos veces, si dos cosas se parecen y si algo se da por repetido, ya está, nos lo sirven todo hecho para explicar la movida sin tener que dar muchas vueltas y la explicación tiende por ahí, sin tener que estrujarnos mucho más en busca del porqué. ¿Falta de imaginación? Para nada señores, por que si de algo se trata esta profesión es imaginarse algo para contarlo de la manera más tractiva posible y vender el producto de cada uno de la manera más original existente. Y en el periodismo deportivo todo esto se da por duplicado en ocasiones. Toda esta disertación viene al caso de que en el Masters 1000 de Roma disputado esta pasada semana se colaron en semis de nuevo los 3 mismos tenistas españoles que dos semanas antes en el Masters 1000 de Montecarlo, Ferrer, Verdasco y Nadal, con el letón Gulbis como sustituto de Djokovic con respecto al torneo monegasco.

De nuevo aplastante dominio de los españoles en tierra, algo que no resulta tan raro los últimos años, aunque al final acabe ganando el de casi siempre, el gran Rafa. El de Manacor parece que ya tiene olvidado su larga travesía sin títulos y tenis no definitivo que desde mediados del año pasado y gran parte de este año le llevó a jugar ansioso, y con la vuelta de su superficie favorita, ya vuelve a ser el de antes. Ok entonces, capítulo cerrado, Rafa vuelve a ser la bestia tenística que siempre fue cuando le respetaba el físico, y a expensas de lo que pueda depararle primero la hierba y después las pistas rápidas 'yankees', el gran coco del circuito, el hombre a batir, el máximo favorito y quien pasa por las pistas como si fuera el número uno actual es él, Nadal. Por todos los puntos que aún debe defender del 2009, todavía sigue como 3 del mundo, pero la supremacía tenística del menorquín no parece estar muy lejos. Y que haga pleno de torneos en toda la temporada de tierra batida (Montecarlo, Roma, Madrid y París) que dispute tampoco parece descabellado, por lo que me da que voy a perder 4 cervezas que en momentos de intoxicación etílica aposté con otro aún 'friki' más que yo.


También conocido como los Internacionales de Italia, este segundo Masters 1000 del año en tierra batida reunió en Roma a lo mejorcito del panorama tenístico actual. Los lesionados aparte, aquellos que por no estar obligados a jugarlo no comparecieron en el principado monegasco dos semanas antes sí que saltaron a la cancha en la capital romana, pero su nivel fue dudoso. Porque no me sirve que se me diga que Cilic (11º) o Murray (5º) no tienen tenis para hacer algo más en tierra. Después está el extraño caso de don Roger Federer (1º), quien parece estar inmerso en una espiral de dudas, pero que viendo su infalibilidad en los Grand Slam, a más de uno le da por dudar de su profesionalidad y tildarlo de caradura. Si realmente el suizo es capaz de pasar olímpicamente de todo torneo que no tenga rango de 2000 puntos ATP y una vez en estos últimos hacer semis los últimos 7 años, bravo por él, pero también molaría verlo en las demas instancias.

En Indian Wells el chipriota Baghdatis (33º) y en Miami el checo Berdych (14º) fueron los verdugos de Roger, bien en primera o segunda ronda, mientras que en Roma en su primer partido del año en tierra de nuevo el suizo se topaba con un escollo serio, una joven promesa a la que le ha costado explotar (por todas las excelencias que de él se venían contando), el letón Ernests Gulbis (40º), triunfador ya este año en febrero el Delray Beach. Si bien en la gira norteamericana de marzo Federer podría estar debilitado por una infección pulmonar que sufrió en febrero tras ganar Australia en enero, ahora en abril esa excusa queda lejos. Pero analizando el nivel de los tenistas a los que no pudo ganar (y la manera en la que perdió con ellos tres, siempre a 3 sets, luchando por la victoria, y no dejándose ir), decir que ninguno es para nada un manco: Baghdatis ya ha ganado este año un torneo, en Sydney a inicios de año, y fue top ten en su día, Berdych tiene nivel de sobra para ser top ten cuando quiera sobre superficies rápidas y Gulbis estuvo a muy poquitos juegos de ganar incluso al mismísimo Rafa en las semis de Roma.

El caso es que el letón le ganó al suizo por 2-6, 6-1 y 7-5 en un duelo en el que Roger comenzó bien pero que paulatinamente se desinfló en la misma medida en la que creció la confianza de su contrario, hasta el punto de que los últimos estertores de resistencia de campeonísimo hicieron que salvara 6 bolas de partido, obligo a Gulbis ir hasta el límite, en todo estos match-points le provocó el nerviosismo de dos dobles faltas, pero finalmente Roger cedió. Sintomático el relevo generacional que Federer puede experimentar, ya que lleva algunos meses perdiendo con futuras estrellas, con Delpo en la final del US Open del año pasado, y ahora con Gulbis, a imagen y semejanza que él hiciera al inicio de esta década con Agassi o Federer.

Los otros dos petardazos del torneo romano fueron dos balas en pistas rápidas pero dos ballenas varadas en arcilla. Por un lado el croata Marin Cilic (11º) había empezado el año embalado, ganando como en 2009 los mismos torneos, Chennai en India en enero y Zagreb en su país natal en febrero, y tras firmar unas excelentes semis en el Open australiano, parecía que iba a ser una de las gratas sorpresas del año, pero lleva dando pena desde Dubai, cayendo siempre muy rápido y en Roma ese honor le correspondió a otro tenista del que se podría hablar largo y tendido, a Feliciano López (35º), quien ganó por 2-6, 7-6 y 6-4 en un duro partido, pero que tras visto lo que hizo el toledano después, solo se puede decir que Cilic aún estando y jugando mal, rozó el pase: síntoma del escaso nivel de ambos en Roma. Por su parte, al escocés Andy Murray se le puede estar acabando el crédito que tanto se mereció desde finales de 2008 y todo 2009. Lleva agarrotado desde que perdiera su primer Grand Slam este año en Australia ante Federer y ni siquiera las enseñanzas de Alex Corretja para la arcilla le salvan de dar espectáculos como el de octavos de Roma ante Ferrer (17º), ya perdió sin paliativos por 6-3 y 6-4, y donde únicamente ganó al local Seppi (47º). Su mejor actuación en tierra fue el año pasado en Montecarlo con unas semis ante Nadal pero desde entonces pierde sus partidos cometiendo errores de novato, como si no supiera los automatismos de esta superficie.

Una semana más la Armada Española iba a ser la dominadora de la tierra, aunque sorpresivamente perdió en primera ronda al levantino Juan Carlos Ferrero (16º), quien incluso se llevó un rosco en contra ante el colombiano Santiago Giraldo (76º), y de nuevo ese talento supramal administrado de Nicolás Almagro (34º) dio la de arena: sufrido triunfo en 3 sets ante el polaco Kubot (43º), con tie-break incluido pero derrota por 7-5 y 7-6 ante el croata Ivan Ljubicic (15º): es incríble todo el tenis que Nico tiene dentro pero la poca rentabilidad que le saca, sus mejores golpes tan solo le sirven para disputar partidos emparejados con excelentes tenistas, pero le falta ese pasito de derrotarlos; por lo menos desgastó en demasía al campeón de Indian Wells y éste no se presentó en su duelo siguiente ante Feli, quien en cuartos tan solamente aguantó un set a la revelación dle torneo, a un Gulbis que venía de ganar a Federer. Ah, hablando de revelaciones, el que una semana antes s eganara ese apelativo en el ATP500 de Barcelona, el holandés Thiemo De Bakker (50º) se retiró en primera ronda al inicio del tercer set de su duelo con el serbio Viktor Troicki (37º) y por el momento aparcó su meteórica irrupción en la elite tenística.

Por lo demás, tres tenistas eran la referencia de los aficionados o por lo menos centraban alguna que otra mirada. El francés Tsonga (10º), el sueco Soderling y el suizo Wawrinka (26º). Pos bien, estos dos últimos se medieron en octavos y lo que prometía ser un duelo de gallitos, por el nivel de ambos y sus últimas actuaciones (el suizo ganador en Casablanca y solamente parado por Djokovic en Montecarlo en uno de los ramalazos de genio del serbio, mientras que el sueco venía de perder la final dle torneo anterior, del Godó), se quedó en un sobernao dominio del suizo para con el sueco: 6-3 y 6-2 para Stanislas, que refrendaba así su victoría de una ronda antes en el tie-break del tercer set ante el checo Berdych (14º), triunfo de nivel, que unio al del Soderling, le postulaban como un serio aspirante a darle algún susto o dolor d ecabeza a Nadal en cuartos: nada que ver, ya que Stanislas solamente aguantó a llevar el partido a ritmo de saques cuando sacaba con 5-4 para empatar el primer set pero Rafa dijo 'esta es la mía', quebró y le endosó un rápido 6-1. Por su parte, Tsonga (10º) caminaba sin hacer ruido y tras ganar a Troicki (37º) y Giraldo (76º), sucumbió en cuartos ante ese correcaminos que es David Ferrer (17º).

Pero sin duda, la parte del cuador que nivel más parejo representaba era el aldo bajo, donde el número dos del mundo y finalista el año pasado en Roma, el serbio Novak Djokovic y un Fernando Verdasco enrachado en sus semanas de gloria se citaban en cuartos. Fer venía de liquidar sin paliativos al italiano Bolelli (124º) y al español Guillermo García-López (42º), mientras que 'Nole' se había merendado con pasmosa facilidad a dos jóvenes tenistas que algún día serán bastante más buenos, vamos, que apuntan maneras, como son el francés Chardy (46º) y el brasileño Bellucci (28º). Verdasco ya le había ganado en dos sets las semis de Montecarlo dos semanas antes a Djokovic, por lo que éste saltó a la cancha con más actitud que la que mostrara entonces. Un ajustado resultado de 7-6 (4), 3-6 y 6-4 le dio el pase al madrileño pero sin duda la clave estuvo en ese primer set: Fer mandaba, Djokovic resistía más pro amor propio que por otra cosa y con el break a favor y saque para cerrar el set con 6-5, la inestabilidad emocional de Verdasco posibilitó una muerte súbita cambiante, ya que si Fer siempre iba mini-breaks arriba, Novak los minimizaba, excepto una última. El serbio siguió a lo suyo y aprovecho la relajación mental del madrileño para ir al tercer set, donde un Verdasco más fresco, tumbó al serbio merecidamente por segunda vez consecutiva. Lo más gracioso de este duelo, la manera que se tuvo de verlo en España, donde Teledeporte, la autodenominada canal del tenis, desquició a los seguidores al emitir unos entrenos libres del GP de Jérez de motos (motivos publicitarios mandaban) donde no se decidía nada aún un viernes y motivaban un aluvión de críticas y mensajes zafios vía facebook a la página de rtve.es, donde solamente emitían el partido en otro idioma y sin posibilidad de verlo a pantalla completa. Vamos, que de chiste, que somos un país de pandereta, de Pepe Gotera y Otilio.

Por lo menos nuestros tenistas nos dejan en buen lugar dado su alto nivel tenístico, y de nuevo se plantaban un sábado 3 contra 1. Como ya dijera Djokovic en Montecarlo, quien se sintiera "como representante del mundo" ante el 3, 9 y 17 del mundo, todos ellos españoles (Rafa, David y Fernando, esto es, Nadal, Ferrer y Verdasco), era el 40 de la ATP, un tal Ernests, de apellido Gulbis, que ya se había cargado a Federer y ahora le tocaba cerra el círculo con el mejor. Pero antes, en la otra semifinal totalmente española, entre Ferrer y Verdasco, se vio lo importante que es la gasolina en este juego. Verdasco perdería por 7-5 y 6-3 pero el quid está en como lo hizo: Fer con su últimamente habitual juego repleto de confianza, movilidad y golpes planos, iba ganando 5-2 a Ferrer en el primer saque pero de pronto sufrió un cortacircuito y no solamente perdió sus dos breaks de ventaja sino que David le hizo cinco juegos seguidos para llevarse el primer set ante las narices de Verdasco, quien viéndose por debajo en el marcador y ante un 'Ferr' hipermotivadísimo no pudo plantar más cara.

Y la segunda semi, la que prometía un paseo triunfal de Rafa ante Gulbis, fue de lo mejorcito del torneo romano. Triunfo final por 6-4, 3-6 y 6-4 de Nadal sí, pero pedazo nivel tenístico el demostrado por el letón, quien es un jugador que busca muchas líneas pero siempre protesta y mucho las líneas o bolas dudosas del rival. Quitando estos pequeños gestos feos de Ernests, aquí hay tenista, y uno bueno además. Rafa ganó el primer set con un quiebre rápido pero nunca se sintió cómodo y en el segundo set la historia fue la misma pero con intercambio de papeles: break tempranero para el letón y aunque su rival tratase por todos los medios recuperar esa desventaja, con el servicio se mostraba intratable quien se anotara ese segundo set. Era el primer parcial que Rafa perdía este año en tierra y ya se veía que las palizas por 6-0 y 6-1 que aplastantamente fue endosando a sus rivales en Montecarlo no se repetirían en Roma. Pero sin embargo, de ahí a perder el primer set en tierra resultaba ciertamente paradójico, ya que no fue que Rafa lo perdiera, sino que se lo ganó con todas las de la ley Gulbis. Y en el set definitivo, iendo a ritmos de saque, con Rafa por delante 5-4, los nervios y la presión pudieron con Ernests que feamente y acudiendo incluso a una decisión arbitral de no dar por buena un saque perdía en blanco el saque y por ende el partido. Pero salía con la cabeza alta ya que ha sido quien más cerca estuvo de tumbar al campeonísmo y lo estuvo por su tenis, por el gran nivel de su juego, por lo que doble mérito. Porque Gulbis tuvo a lo largo del partido siete bolas de break, en varios juegos distintos, y Nadal no suele conceder tantas bolas de rotura. Y prueba de lo que sufrió Rafa no hay más que ver como celebraba cada punto del juego final que le acercaban a la victoria y la rabia con la que celebró el pase, señal inequívoca de que aún sigue manteniendo la capacidad de anotarse los partidos parejos, no solo aquellos en los que es netamente superior al rival.

Y en lA final entre Ferrer y Nadal ¿qué? Pues que la lluvia fue la principal protagonista, ya que obligó a parar el juego dos veces y un partido que comenzó a las cuatro de la tarde acabó muy cerca de las nueve de la noche. Tenísticamente Ferrer aguantó el tipo hasta el 5-5 jugando bien y sin dejar que Rafa le hiciera cosquillas a su saque. Pero tras la primera vuelta del parón por la lluvia, Nadal salió más decidido, buscó líneas paralelas y cruzadas y se llevó el primer set por 7-5, y cuando ya dominaba con break arriba por 2-1, llegó el segundo parón por la lluvia, que volvía a dejar frió al alicantino y finalmente acabaría cediendo en su primera final de Masters 1000 por 6-2 este segundo set. No obstante, Nadal acabó con un serio toque de atención, ya que tras lo de Gulbis y viendo que a golpetazo limpio Ferrer le aguantó bastante bien no le debe llevar a que se confie. Flota en el ambiente la sensación de que Nadal vuelve a ser imbatible pero ahí está de nuevo el reto de todo tenista que se enfrente a Rafa, en intentar batir al mejor a día de hoy.

http://es.eurosport.yahoo.com/tennis/roma-masters/masculino/p1/

sábado, 1 de mayo de 2010

Agenda tenística para mayo 2010: más tierra batida en Estoril, Belgrado, Munich y Niza como ATP250s, además del Masters 1000 de Madrid y Roland Garros

Mayo comienza un sábado, por lo tanto en la vorágine de torneos de disputarse las finales los domingos, los dos primeros días del mes tendremos tenis proveniente del mes anterior. Y en esta ocasión serán ni más ni menos las semifinales de todo un Masters 1000, el de Roma, los que se jueguen el primer fin de semana de mayo. El torneo romano está volviendo a ser un paseo militar de los tenistas españoles, porque de nuevo hay en semis 3 tenistas de ese país (y como en Montecarlo vuelven a ser los mismos, Nadal, Verdasco y Ferrer), siendo en Roma el "representante del mundo" el jovencísimo letón Ernests Gulbis (40º).

Pero tras Roma, los top 100 tendrán que estirarse y repartirse en una de esas semanas tenísticas con tres torneos ATP250 a la vez, donde los organizadores de cada torneo consiguen 'pescar' para su semana a los mejores tenistas posibles. Pocos top tens son los que se ponen en liza en este tipo de torneos y semanas, dado el alto ritmo del tenis de hoy en día, por que si se es un tenista que torneo tras torneo y semana tras semana avanza ronda y juega muchos partidos, la dosificación es lo primordial. En esta lucha se centran Belgrado, Estoril y Munich. En el torneo serbio, la máxima figura será su actual propietario, el 2 del mundo, el local Novak Djokovic, quien creó el año pasado este 'su' torneo y le costó mucho sudor ganarlo ante un total desconocido. Tras los malos resultados de la gira norteamericana de marzo de pista dura, en tierra parece haber recobrado cierto tenis, y aunque no esté llegando a las finales como el año pasado, las semis de Montecarlo y los cuartos firmados en Roma, cayendo en ambas ante un enchufadísimo Verdasco (9º), denotan cierto recuperamiento, más mental y físico que de juego. En Alemania, triunfó el año pasado uno de los tenistas de moda el último mes, el checo Tomas Berdych (14º), quien tras hacer final en Miami, y cuartos-octavos en el binomio Montecarlo-Roma, está quizás en el mejor momento de su carrera. Y en el torneo portugués, el actual campeón, Albert Montañés (31º) verá como el número uno del ranking, el suizo Roger Federer, quiere empezar a rodarse en tierra y olvidar su tropiezo de Roma.

Si estos tres torneos van del 3 al 9 de mayo, del 9 al 16 del mismo mes se jugará la segunda edición en tierra batida del Masters 1000 de Madrid en la Caja Mágica, tras siete años jugándose en octubre sobre pista rápida y cubierta en la Casa de Campo. Como se ve, es un torneo joven pero que ha tenido ilustres ganadores ya como Andre Agassi, Marat Safin o Andy Murray, y el año pasado supuso el click de confianza para Federer, quien ganó con contundencia por un doble 6-4 a Nadal en la final y de allí se embaló directamente a ganar Roland Garros, Wimbledon, Cincinatti y casi el US Open. Este año, Madrid contará con una nómina de ilustres tenistas, ya que a los tenistas más en forma se supone que se les pueden unir lesionados como Davydenko (6º) o Del Potro (4º).

Tras Madrid, los tenistas ya estarán a una semana vista del segundo Grand Slam del año, el Roland Garros parisino, y si normalmente la semana anterior a un grande se dejaba de semidescanso para los tenistas, la compresión del calendario y el hecho de que haya más del 70% de tenistas que saben que cuentan con pocas opciones de no jugar más que uno o dos partidos en la primera semana del Grand Slam, hacen que se programen torneos e iniciativas curiosas. Por un lado, este año nace el ATP250 de Niza,a jugarse entre el 16 y 22 de mayo (ojo que ponen la final un sábado, porque al domingo siguiente empieza Roland Garros, curioso ¿verdad?), mientras que el otro experimento de esta misma semana que la de Niza y pre-Roland Garros se dará en Düsseldof (Alemania) con el Campeonato del Mundo de Naciones, una competición por países y equipos muy devaluada, sin importancia y relevancia por parte de los propios tenistas y sus federaciones y que el año pasado conquistó Serbia sin Djokovic en sus filas. ¡Nivelazo!

Y por último, para cerrar el mes y adentrándose ya en junio, Roland Garros se jugará del domingo 23 de mayo al domingo 6 de junio. Será la edición donde Federer (1º) deberá defender título ante el cuatro veces campeón allí entre 2005 y 2008, Rafa Nadal (3º), quien tras el descalabro físico de la temporada pasada, parece que este año aprendió la lección y viene jugando insultantemente superior a cualquier tenista en tierra, dosificando su juego. Como siempre, revolotearán por las rondas finales parisinas los de siempre, y este año los españoles parece que con más fuerza. Roddick (8º) y Murray (5º) probablemente darán pena, Soderling (7º), Tsonga (10º) o incluso Djokovic (2º) sí que darán guerra, mientras que los lesionados Del Potro (4º) y Davydenko (6º), es improbable que se hable de ellos mucho. Y en el ambiente flotará la polémica de si cambiar de ubicación geográfica dentro de la capital parisina a este longevo Grand Slam, ya que las instalaciones se están quedando algo obsoletas, las inversiones y mejoras resultan costosas y se comenta que la medida más económica sería trasladar la disputa de Roland Garros a Eurodisney.

http://es.atpworldtour.com/Tournaments/Event-Calendar.aspx
http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/