domingo, 4 de julio de 2010

Wimbledon 2010, de octavos a la final: Federer solo es infalible hasta cuartos, Murray y Djokovic bien hasta semis, Berdych genial pero Nadal lo tumba

¡¡¡¡¡¡¡Volvió Nadal!!!!!!!!!! y tiene toda la pinta que lo hizo para quedarse. Cuenta ya con la experiencia de la larga travesía sufrida el año pasado, donde no conseguía imponer su tenis, pero una vez reconocidos los problemas con sus rodillas, este 2010 se está dosificando en torneos y entre los mismos se mima sus articulaciones para poder rendir a un alto nivel en las grandes citas. Está renunciando a lo español -el Godó de Barcelona y los cuartos de la Davis en Francia- pero gana machacando los Grand Slams; si mi duda era que veía lógico al torito Nadal en Roland Garros pero que podría volver a estancarse en hierba primero y pista rápida después, vista la solvencia con la que el capo del tenis finiquitó su partido contra el hombre que tumbó merecidamente al capa caída de Federer, el checo Berdych, todo apunta a una larga hegemonía del actual número uno.

Apenas perderé tiempo en intentar explicar el bajón que sufre desde Australia Roger Federer, solamente diré a aquellos que lo tildan de llorón porque siempre alega alguna excusa tras sus derrotas -para explicar las de Gulbis seguidas adujo las condiciones de lluvia y en Wimbledon problemas de espalda y molestías en una pierna- que mientras no fueran excusas, tiene ganado todo el derecho del mundo a quejarse, por todo lo dado al tenis estos años. A día de hoy es inútil enzarzarse en el absurdo debate de si es Rafa o si es Roger el mejor de todos los tiempos, simplemente disfrutemos del tenis joder.

Porque precisamente eso parecen andar haciendo de nuevo Novak Djokovic y Andy Murray ahora mismo, otra vez en semis de un grande tras la nefasta temporada que llevaban. Tienen mucho tenis estos chavales dentro, aún son muy jóvenes y la salsa del circuito deben ponerla ellos, junto con testarudos como Soderling, artistas como Berdych o todoterrenos como Tsonga. Sinceramente, ver el cuadro final de Wimbledon y observar el nivelazo de los cruces merece la pena volverse loco por el tenis, aunque es una lástima que la temporada de hierba dure tan poco, se devora en un suspiro.


Analizando las rondas de octavos hasta la final, el cuadro de Wimbledon ofrecía estratégicamente colocados a cada tenista gallito en su casillero: Federer (2º) batiría a Melzer (16º) sin apenas problemas, Berdych (13º) sudaría bastante más contra el alemán Daniel Brands (98º), Djokovic (3º) también se dejaba un set contra el australiano Hewitt (26º), en el duelo entre franceses Tsonga (10º) batía sin paliativos a Benneteau (40º) y Nadal (1º) liquidaba en un visto y no visto a otro galo, a Mathieu (66º).

Pero sin duda, los partidos más atractivos de octavos resultaron ser el Roddick-Lu y el Soderling-Ferrer. Porque 'A-Rod' era uno de los gallitos del cuadro y tras su gran torneo del año pasado y su nivelazo en marzo en Indian Well y Miami -finalista y campeón respectivamente- apuntaba a ser tenido en cuenta, pero con un tanteo de 4-6, 7-6, 7-6, 6-7 y 9-7, el taiwanés Yen-Hsun Lu (82º), que tampoco había tenido grandes rivales hasta esa ronda, lo sorprendía proponiéndole el mismo juego que el propio cañonero de Nebraska, quien por cierto, siempre estuvo con el agua al cuello y la sensación de que estaba todo el rato más cerca de la derrota que de la victoria. Y la misma sensación, pero a la inversa, tuvo en su duelo el sueco Soderling (6º) ante un miura de los de verdad, un Ferrer (11º) que prolongó la agonía de Robin por 6-2, 5-7, 6-2, 3-6 y 7-5: ¡vamos, que un pase sudado y muy sudado!

Y ya en cuartos, los gallitos del top ten se topaban por fin en la pista y el primero en recibir un bofetón fue el genio suizo, un Federer (1º) que quizás crea que por nombre todavía puede acogotar primero y batir después a sus rivales; pero claro, Tomas Berdych (13º) no está siendo un don nadie este año, ya le batió con merecimiento en Miami y por 6-4, 3-6, 6-1 y 6-4 en cuartos de Wimbledon le mandaba para casa, algo que no ocurrría desde el lejano 2002, lo mismo que Federer cayese al tercer cajón del ranking ATP. El serbio Djokovic no tuvo problemas para solventar en tres rápidos y cortos sets su cruce con un agotado Lu, mientras Tsonga (10º) únicamente jugó bien los dos priemros sets ante Murray (4º), donde ganó bien el primer tie-break, perdió in extremis la segunda muerte súbita y después se dejo ir lesionado; ¡es que eres un animal Ali! Mientras tanto, en cuartos de Wimbledon se cruzaban los finalistas de Roland Garros y Rafa salió algo perdido, dormido hasta que semireaccionó, se apuntó el tie-break del tercer set y culminó la remontada contra un Robin que ronda las gestas pero que aún no ha ganado nada trascendental, solo batallitas sueltas y no ninguna guerra -torneo- interesante.


Y si a don Federer le hubiese dado la gana de jugar algo más al tenis, en penúltima ronda se hubieran medido los cuatro cabezas de serie y los cuatro primeros del ranking mundial, lo que no se da en Wimbledon a saber desde cuando. ¡Por una vez que Djokovic y Murray llegan lejos y hacen su esfuerzo para dar nivelazo al torneo, y mira! Porque con Rafa habrá que empezar a contar siempre. Pero menos mal que este no es un deporte que sea ninguna ciencia exacta, por lo que el 13 del mundo SÍ que tiene opciones de batir al 3: pero lo curioso fue la manera en la que lo hizo, ya que Berdych (13º) pasó por encima de Djokovic (3º) cual rodillo: 6-3, 7-6 y 6-3, algo que se resume en un 'Nole' desubicado y desmoralizado que fue todo dobles faltas, y lo que es peor, en los momentos claves. Y casi idéntico marcador, 6-4, 7-6 y 6-4, endosó Nadal (1º) al ídolo local, un Murray (4º) que mejoró sus prestaciones y enseñó ciertas armas, pero que en ningún momento se creyó que podía ganar.

Quizás el mérito de Nadal sea que con su garra y modo de encarar los partidos, abotarga a sus contrincantes porque lo ven como un muro prácticamente infranqueable. Berdych venía jugando primoroso pero en ningún momento del 6-3, 7-5 y 6-4 pudo anteponer argumentos sólidos que parasen al birrey de Londres ya. Es el octavo 'Major' de Rafa, justo la mitad que Roger, y ahora todas sus miras apuntan al único grande que le falta, el US Open en septiembre en Nueva York. Julio descansará y cuidará ambas rodillas, con lo que hasta agosto no volverá a competir.

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