domingo, 23 de enero de 2011

Nalbandian 2010: gestas iniciales en la Davis en su renqueante retorno a la ATP tras operarse la cadera, título en Washington en agosto, pero lento

Profesional al más alto nivel del tenis desde el año 2000, el argentino David Nalbandian (27º) afrontaba en 2010 a sus 28 años una de las etapas finales de su carrera tenística, del que siempre se dijo que pudo haber sido fácilmente un número uno -siempre emanó calidad y tenis a borbotones- pero su techo de ser 3 del mundo vino marcado por querer disfrutar de su juventud y de la vida sin los rigores y sacrificios que exige la elite. Tachado de golfo, parrandero y talento desaprovechado, incluso con su característica tripita cervecera ha sido siempre capaz de tumbar a los mejores pero también de atascarse contra medianías. Una final de Wimbledon perdida en 2002 ante Hewitt (por aquel entonces número uno mundial) y la antológica remontada en Shangahi en la final del Masters ante Federer (también al frente de la ATP) en 2005 contaban como sus mayores logros, aunque tocó techo a finales de 2007, cuando los meses de octubre y noviembre arrasó con quien se le pusiera por delante en Madrid y París-Bercy, pero desde entonces todo han sido un 'quiero y no puedo', salpicado con más sombras (la final de la Davis perdida en Mar de Plata en 2008 ante España le escocerá por siempre) que luces. Obstinado en ganar la Copa Davis y un Grand Slam, en mayo de 2009 pasó por el quirófano para operarse la cadera e iba arrancar el 2010 en Auckland, donde se rompió un abdominal y postergó su aparición a febrero.

A pesar de estar supuestamente a tope desde inicios de año, el 2010 fue para David un año corto en partidos disputados, ya que únicamente jugó 40 encuentros de febrero a noviembre (iba a pasarse otros dos meses parado entre mayo y junio) para 29 victorias y 11 derrotas. Conquistó el undécimo título de toda su carrera tenística en agosto en el ATP500 de Washington y prácticamente derrotó a todos los tenistas fuera del top ten con los que se cruzó, excepto Melzer (28º) en Indian Wells y Simon (48º) en Montpellier -lo de Monfils (15º) en la Davis fue otro cuento-, cediendo en los demás torneos ante gente como Nadal (4º) en Miami, Djokovic (3º) en Montecarlo y Cincinnati, Murray (4º) en Toronto y París-Bercy, Roddick (8º) en Basilea y Verdasco (9º) en el US Open. No llegó a cruzarse en ningún momento del año con Federer (2º) y Berdych (6º), pero sí tumbó tanto a Soderling (5º) como a Ferrer (7º) en Canadá, como a Youzhny (10º) en Montecarlo y en la Davis en julio. No obstante, aunque acabó el año como 27 de la ATP y escaló muchos puestos en la clasificación en verano (en la época que no defendía puntos de un 2009 en el dique seco), asentado entre los mejores, el unquillense nunca llegó ni siquiera a acercarse al fantástico tenista que fue entre 2005 y 2007, porque 2008 y 2009 fueron unos fiascos.

Lo paradójico es que este 2010 tampoco podrá considerarse como del todo positivo, ya que Nalbandian siguió los pasos de años anteriores donde se veía a leguas que está para ganar a tenistas correctos pero a la que se cruce con un voraz del top ten, no tiene nada que hacer.Si el primer gran chasco iba a darlo con su no redebut en enero en Auckland a causa de un desgarro abdominal por entrenar fuerte -con ansias por volver cuanto antes-, lo que conllevaba su tampoco partida en el Australian Open, la segunda desilusión iba a llegar en su casa, en su torneo querido de Buenos Aires en febrero, donde en octavos ante el español Gimeno-Traver (80º) se rompió de nuevo ese abdominal maldito y se especulaba con su no aprticipación a inicios de marzo en la Davis en Suecia. Ganó ese partido pero no se presentó en cuartos ante Montañés (30º) y de nuevo se imponía un cierto tiempo lejos de las canchas por causas físicas. Pero milagrosamente viajó a última hora a Europa y tras coparticipar en la victoria del dobles del sábado, toda la responsabilidad de un país recayó en él con la serie empatada a dos (Soderling se había merendado fácil a Mayer y Schwank) el domingo, aunque por suerte los suecos tienen como mejor dos a Vinciguerra, un tenista perdido más allá del top250.

Esta minigesta animó al cordobés a 'quemarse' en la gira 'yankee' primaveral, donde Melzer (28º) en Indian Wells y Nadal (4º) en Miami le pararon los pies a las primeras de cambio. Especialmente vibrante fue el duelo ante el español, prácticamente un calco al de un año antes en Indian Wells: primer set para Nalbandian con un tenis que agarrotaba a Nadal, oportunidades de breaks no concretadas en el segundo parcial por cabezonería del manacorí -que ante cualquier otro tenista sí se hubieran logrado-, bajón físico y mental de Nalbandian por verse tan cerca de la victoria y habérsele escapado y paliza final de Nadal. Acto seguido llegaba la temporada de tierra batida, una superficie nada buena ni aconsejable si se arrastran molestias, con lo que los percances abdominales de David se agudizaron. Antes le dió tiempo para llegar hasta cuartos del Master 1000 de Montecarlo ante Djokovic (2º), ganando a gente como Youzhny (13º) o Robredo (23º) cuando aún se encontraba 151 del mundo David, pero hubo de bajarse de Roma y Madrid (donde su primer emparejamiento eral el checo Berdych) primero e incluso de Roland Garros y Wimbledon con el objetivo de sanar del todo su parte abdominal.

Y ciertamente fue lo mejor que pudo haber hecho David, ya que esos dos meses (mayo y junio) lejos de las canchas le sirvieron para cargar las pilas necesarias que le permitiesen no volver a tener más lesiones el resto del año, ya que bien es sabido que un tenista descansado no se rompe tan pronto como uno quemado. Y sus desvelos tenían que ver con los cuartos de la Copa Davis que Argentina tenía que jugar en Moscú sin la ayuda de un todavía lesionado Del Potro ante la Rusia de Davydenko (6º) y Youzhny (14º), a los que Nalbandian se merendó en tres buenos sets, el viernes a Nikolai en el primer punto de la serie y el domingo a Mikhail en el quinto y decisivo partido. David volvía a salvar a su país una vez más y con esa estigma de héroe encaró el verano americano de pista rápida, extendiendo su buena racha la primera semana de agosto en la capital 'yankee' y desembarazándose por el camino de tenistas como Wawrinka (23º), Simon (33º), Cilic (13º) o Baghdatis (25º y que días más tarde iba a ser capaz de ganar al mismísimo Nadal en Cincinnati).

Estaba siendo la parte del año donde David estaba intratable y en la capital canadiense tumbaría a gente como Ferrer (12º) o Soderling (5º) antes de que el luego campeón Murray (4º) lo apalizase por un doble 6-2. Su siguiente parada en pista rápida era Cincinnati y las buenas sensaciones dejadas ante Ljubicic (17º) e Isner (19º) se truncaron cuando no supo aprovechar el golpe de calor que azotó a Djokovic (3º) en su duelo ante el serbio e incomprensiblemente se le escapó el tie-break del segundo set. Las derrotas iban a empezar a sumir a David en una espiral de juego negativo y ni siquiera la ilusión de encarar su primer Grand Slam del año -en Australia, Roland Garros y Wimbledon estuvo lesionado, y desde que tropezase ante el taiwanés Yen-Hsun Lu (37º) en Melbourne en enero de 2009, no pisaba ningún 'Major'- le sirvió para pasar dos rondas jugando fatal y ceder al tercer día en Flushing Meadows ante un Verdasco (8º) que se adaptó bastante mejor a las condiciones de calor que proponía el septiembre neoyorquino de primera hora del mediodía veraniego estadounidense.

Con semana y media para preperar las semis de la Davis en Francia, Argentina acudía por tercera vez este año como visitante a una eliminatoria y aunque Delpo aún siguiera desparecido, esta vez el 'Pipo' Monaco (26º) sí que resultaba una ayuda de garantías para David. Pero resultó que en frente tenían a unos Monfils (15º) y Llodrá (30º) imparables en casa. Cuando Nalbandian perdió en cuatro sets el segundo punto de la serie ante Gael, toda la estrategia sudamericana se vino abajo como un castillo de naipes y ya David no jugaría el partido intrascendente que le tocaba el domingo. Decidió planificar la recta final del año renunciando a la gira asiática (aunque en un primer momento tenía previsto jugar en Tokyo y Shanghai) para afrontar los tres últimos torneos del año en Europa: con el cambio de Montpellier por Estocolmo, el indoor siempre fue un elemento que le otorgó buenos réditos en el pasado pero en esta ocasión el tenis pesado y fallón fue lo más que se le vió al argentino, que perdió un partido increíble a tres sets ante Simon (48º) en octavos de Montpellier desaprovechando varias pelotas de partido y que no atinó a leer con regularidad, y solo a cuentagotas, el servicio de Roddick (9º) en Basilea, para cerrar el año llamando 'llorón' a Murray (4º) en segunda ronda de París-Bercy por simular dolencias en una muñeca y jugar como un tiro tras la atención médica.



En cuanto a la ATP eso fue lo que conoció David este 2010, aunque en diciembre en su país jugó y ganó los tres torneos-pachangas de exhibición que reclamaron su asistencia. Musicalmente, hago acompañar a este maravilloso gordo de dos perlas del rock de época -de cuando el rock sí que era transgresión y lo envolvía una atmósfera sucia-, como son el 'Come on feel the noise' de 1983 de Quiet Riot y el 'Take another little piece of my heart' de 1968 de la gran Janis Joplin, aunque será si quieren las discográficas musicales que cual gangsters de barrio amenazan a Youtube.

http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/

http://es.atpworldtour.com/Tennis/Players/Top-Players/David-Nalbandian.aspx?t=pa&y=2010&m=s&e=0

http://www.youtube.com/watch?v=55PeJtn_M3E

martes, 18 de enero de 2011

Soderling 2010: mal en Australia, dos semis en la primavera 'yankee', de nuevo finalista de Roland Garros a lo matagigantes y afianzado como 5º

A sus 26 años, el sueco Robin Soderling encaraba este 2010 con el objetivo de hacer realidad aquellas palabras que le dedicó el suizo Roger Federer (2º) en plena ceremonia de entrega de premios cuando en junio de 2009 le ganó la final de Roland Garros: "espero que demuestres tu tenis con continuidad y que esto no se quede tan solo en un buen par de semanas". Porque hasta entonces Robin Soderling (5º) era un buen tenista, que desquiciaba a cuentagotas a sus rivales, pero nada constante en resultados, hasta que en París acabó con el mito de Nadal y se afianzó en el top ten el resto del año. Pero muchos jugadores se montan en la ola buena un año, se confían y después son incapaces de mantener la regularidad que se le exige a los de la elite. Y bajo este prisma quería encarar el 2010 nuestro protagonista de hoy; pero ciertamente su arranque fue pésimo, aunque en una temporada larga de 77 encuentros y muchos torneos (al no llegar a rondas avanzadas en muchos torneos importantes se dedicó a jugar algunos menores más), logró un balance de 55 victorias por 22 derrotas para tan solo dos títulos, uno en febrero en Rotterdam y el otro en noviembre en París-Bercy. Muy espaciado para otorgarle alguna racha que otra, por lo que veamos qué hizo entremedias.

Arrancaría el año como octavo hombre de la raqueta profesional y el torneo indio de Chennai sería su primera parada, mucho más corta de lo que él mismo esperaba, ya que cedió en primera ronda contra el americano Robby Ginepri (100º) en dos mangas sin apenas oponerse. Este revés se agravaría muchísimo más cuando en primera ronda del Australian Open el catalán Marcel Granollers (113º) le remontó dos sets de ventaja para acabar en el quinto ganándole con holgura, convirtiéndose en el primer favorito que daba el petardazo en Melbourne. Pero su tenis no se vió resentido, y el título de semanas después en febrero en la pista cubierta y dura de Rotterdam, donde finiquitó en semis a Davydenko (6º y en estado de gracia aún después de ser uno de los cocos en Australia) y en la final a Youzhny (20º y que se retiró lesionado), confirmó que lo del primer Grand Slam del año pudo haber sido únicamente un leve traspiés. Quiso alargar esta racha en Marsella pero se topó en cuartos con el después campeón del torneo el galo Michael Llodrá (79º) y se centró en algo que no le apasiona en exceso.

Porque la Copa Davis históricamente en Suecia ha sido un torneo venerado y ganado muchas veces por todos los buenos jugadores escandinavos que ha habido, pero en la actualidad Robin es el único top 100 del tenis sueco y el siguiente jugador destacable se pierde del 250 hacia atrás. Esta falta de acompañantes solventes hace que recaiga un peso excesivo sobre sus espaldas y cuando se les presentó en sus parajes una nación tan obsesionada como Argentina en ganar la Davis, la empresa se tornó complicada. Los suecos eran favoritos por muchas razones, como el jugar en casa pero más por la ausencia de Del Potro (5º) en la serie y lo renqueante que llegaba Nalbandian (161º), sin volver a competir regularmente aún tras su operación de cadera en mayo de 2009. Soderling (7º) batiría en tres ajustados sets tanto a Schwank (64º) el primer día como a Mayer (73º) el tercer día, pero con su derrota junto a Lindstedt (sin ranking de individuales) ante Nalbandian y Zeballos sepultó todas sus opciones de pase.

No obstante, este rodaje pareció sentarle bien a Robin, ya que en la gira primaveral por Indian Wells y Miami logró dos muy buenas semifinales, cayendo en el desierto californiano ante Roddick (8º) en tres reñidos sets (más por el juego de peloteos que por el resultado) y en la costa este ante Berdych (20º) siendo apalizado. Es curioso que los jugadores que les batieron después perderían la final, pero en su andadura por estos dos torneos derrotó a jugadores tan buenos como Tsonga (11º), Murray (4º), Fernando González (12º) o nuevamente Youzhny (15º). En cuanto llegó la temporada de tierra batida, Montecarlo, Roma y Madrid, los tres Masters 1000 importantes de abril y mayo, parecían no importarle nada al sueco, ya que al principado monegasco ni acudió, mientras que Wawrinka (26º) y Almagro (35º) dieron buena cuenta de él a las primeras de cambio en las capitales italiana y española. Por en medio, se le ocurrió llegar hasta la final del Conde de Godó en Barcelona, cediendo en tres mangas ante Verdasco (9º) y afinando tal vez su tenis en arcilla para defender su buena actuación de un año antes en París.

Justamente la capital francesa debe de ser talismán para el sueco, ya que sus mayores gestas las está logrando allí. Tras foguearse con desconocidos en las primera rondas y entrar en calor ante Montañés (34º) y Cilic (12º), en cuartos parecía que iba a terminar su andadura en Francia, y más tras ceder el primer set ante el suizo Federer (1º). Pero encontró la clave para dañar el juego en tierra del helvético (sin mandarle globos altos y botones al revés, como gusta de hacer Rafa) y en cuatro sets enseñaría a Federer el camino para perder de golpe y porrazo tanto sus puntos como el número uno mundial. En semis se toparía con un tenista que lo había vapuleado ya este año (en semis de Miami), un Berdych (17º) que lo presionó hasta los 5 sets en un duelo de verdaderos aspirantes. Sin embargo, el sueco se dejó todas sus fuerzas en las semis y en la final el toro menorquín fue demasiado para él, como lo sería en cuartos de Wimbledon un mes después, adonde el sueco llegó primero vengándose en segunda ronda ante Granollers por lo de Australia y después sepultando tenísticamente al brasileño Bellucci (24º) en tres mangas y al español Ferrer (11º) en 5 agónicos sets. El mes de julio le traería un torneo de casa, el de Bastad en tierra, y aunque llegó a la final, una vez allí Almagro (20º) lo dejó como subcampeón con la miel en los labios.


Agosto no resultó para nada tan pródigo en buenas actuaciones, ya que en el binomio Canadá-Cincinnati firmó sendos octavos pero tanto Nalbandian (45º) en Toronto como Roddick (13º) en el territorio de los grandes camiones le ganaron por explotar sus propios méritos y no dejando salir a la luz las del escandinavo. Y el US Open sería más de lo mismo, donde el holandés de Bakker (48º) y el español Montañés (23º) le sirvieron de antesala para perderse en sí mismo en los cuartos ante Federer (2º), rival que de aquí a final de año lo apalstaría cada vez que pudo (Shanghai o Londres) en revancha-venganza por lo de Roland Garros. Antes de emprender la gira asiática, tuvo tiempo de contribuir a que su país se quedara un año más en el Grupo Mundial de la Copa Davis al no dejar ascender a Italia gracias a sus dos puntos ante Fognini (71º) y Bolelli (116º), a los que aplastó en tierras suecas. Más adelante, Kuala Lumpur y Pekín no supusieron una buena preparación para Shangahi, ya que en los tres torneos no pasó más allá de cuartos ante el kazajo Golubev (41º), el español Ferrer (11º) y el suizo Federer (3º), de nuevo.

La barrera de cuartos iba a empezar a convertirse en una obsesión cuando hacia finales de octubre y en casa, en Estocolmo, sería apeado por el germano Florian Mayer (47º), después de desfondarse al perder el primer tie-break. Superaría dicha ronda en Valencia, pero se le volvía a cruzar en su camino un Ferrer (8º) en busca de llegar al Torneo de Maestros en Londres y le propinaba su vigesimotercera derrota del año. Llegaba al Masters 1000 de París-Bercy con la sensación atenuada de que era un peleas pero no un ganador, y los diversos cruces dados esa semana le benefició por primera vez en todo el año. En su ciudad fetiche ganó del tirón a tenistas tan buenos como Simon (43º), Wawrinka (22º), Roddick (8º) o Llodrá (34º) en unas semis antológicas, antes de parar al ciclón Monfils (14º) en la final.

La ronda de Round Robin en el Torneo de Maestros le dejó dos derrotas, ante Murray (5º) el primer día y ante Federer (2º) el tercero, con la única nota positiva de ganar a Ferrer (7º) el segundo día y cerrar el año como quinto hombre en el ranking, muy cerca del cuarto Murray, a quien es muy capaz de quitarle su puesto en sucesivas semanas. Su entrenador milagro estos años ha sido su compatriota Magnus Norman, también ex tenista, pero de ahora en adelante han cesado su colaboración y será el chistoso italiano Claudio Pistolesi quien guie a Soderling (5º) por el circuito ATP.

Como buen sueco, el rock debía de acompañar a Robien en su vídeo musical, por tanto opté por grandes clásicos del rock escandinavo de la década de los 90. Ya que Mando Diao y Ok Go (los dos mejores grupos de rock de hoy en día, auqnue para algunos tengan toques demasiado pop) se utilizaron para otro vídeo, en esta ocasión son (The) International Noise Conspirancy y su 'Capitalism stole my virginity', Hardcore Superstar y su 'Hey Now!', The Hellacopters y su 'The hopeless case of a kid in denial' y Turbonegro con 'All my friends are dead' los que guiarán a Robin en esta andadura de poco más de 9 minutos.

http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/

http://es.atpworldtour.com/Tennis/Players/Top-Players/Robin-Soderling.aspx?t=pa&y=2010&m=s&e=0

http://www.youtube.com/watch?v=Goxm2eGFD4Q

jueves, 13 de enero de 2011

Murray 2010: brillante tono en Australia pero sin brillo ni resultados hasta agosto, donde recupera su intratabilidad para cerrar el año con 2 titulos

El mejor tenista británico del momento es este escocés de 23 años que en su sexto año de profesional (debutó en 2005 y en anda por la elite desde la segunda parte de 2008) se hallaba en la misma diatriba que el serbio Novak Djokovic (3º): estancado varias temporadas siendo la alternativa a los dos grandes monstruos como Nadal (1º) y Federer (2º), pero sin poder dar ese pasito de superarles regularmente en el ranking ATP, sin que medien lesiones, y no solamente en duelos puntuales. Además, 2009 no había sido un año pródigo en buenas actuaciones en Grand Slams y precisamente esa iba a convertirse en la gran obsesión de Andy, hacer algo relevante en un 'Major'. Seleccionó mucho su calendario y 'unicamente' jugó 64 partidos, para 46 victorias y 18 derrotas en poco más de 11 meses de calendario y en donde destacaron dos buenos Masters 1000, el de Canadá en agosto y el de Shanghai en noviembre, ambos conquistados con buen tenis ante el suizo Roger Federer (2º).


Pero justamente fue el suizo quien le daría el primer disgusto serio del año, en Melbourne Park en enero, donde tras una serie de contrincantes perdidos en el ranking, Isner (28º) iba a suponer la confirmación al buen tenis del escocés, que llegó a cuartos ante Nadal (1º) sin ceder un set y ante el balear iba a mantener esta dinámica mandona hasta que en el tercer set Rafa iba a abandonar aquejado de una rodilla maltrecha. En semis Cilic (14º) le arrebataría el primer parcial pero después Andy comenzó a jugar primorosamente e incluso en la final se le daban muchas chances de disgustar a un Roger que enfrentarse en finales importantes a chavales ya se le venía atragantando (Delpo meses antes en el US Open); no obstante, el recordman helvético iba a conquistar su decimosexto Grand Slam y dejaba a Andy sumido en la tristeza por la oportunidad fallida de anotarse su primer 'Major'.

Febrero iba a traer al escocés un mes de relax con el petardo de caer en octavos del ATP500 de Dubai ante el serbio Janko Tipsarevic (39º) y, a pesar de llegar hasta cuartos de Indian Wells ante el sueco Soderling (7º), allí iba a probar de su propia medicina de 'antitenis' discontinuo y como se viera en Miami, donde cayó ante Fish (101º) en su primer partido, el bajón de tenis y resultados en el tenis del escocés era ya una realidad de la que le costaría muchos meses en salir. Djokovic (3º) estaba en la misma situación y como aquel, la temporada de tierra batida no proponía los dos mejores meses para revertir esa dinámica negativa. Y a fe que así fue, porque caer ante Kohlschreiber (33º) en el primer partido de Montecarlo y no poder argumentar más que algún saque potente ante Ferrer (12º) en octavos y cuartos de Roma y Madrid respectivamente, anunciaba lo que después se le vendría en Roland Garros: fulminado en octavos por el después semifinalista Berdych (17º) sin apenas enterarse y donde solamente jugó bien una ronda antes ante el chipriota Baghdatis (30º).

Con el adiós de la arcilla y el advenimiento de la hierba, se le volvería a cruzar de nuevo el 'yankee' Mardy Fish (90º) en octavos de Queen´s para caer en el tie-break del tercer set y no premonizar nada bueno de cara a Wimbledon, donde sus compatriotas lo esperaban con ansias pero también le cargaban con demasiada responsabilidad. Todos estos augurios cargaron de estrés al de Dunblane y aunque Simon (32º), Querrey (21º) y Tsonga (10º) sufrieron el implacable tenis de transición limpia de la defensa al ataque del escocés, una vez en semis se le cruzó el toro Nadal (1º) y si bien perdió por detalles puntuales, ceder en tres sets ante su gente habiendo ido siempre a remolque lo dejaba por segundo año consecutivo sin final del torneo inglés y sumido en la desolación.


Sin embargo, la vuelta del tipo de pistas que más le molan al escocés provocó que sus resultados mejorasen, y auqnue a finales de julio primero llegó sin esperarlo a la final del torneo menor de Los Angeles y después lo perdió ante Sam Querrey (20º), agosto sería vital para Murray (4º), que recuperó sus antañas sensaciones de imbatibilidad dentro de una cancha. En Canadá tumbó de una tacada tanto a Nadal (1º) como a Federer (2º), y si bien por tercera vez este año Mardy Fish (36º) le amargaba el día en cuartos de Cincinatti (de nuevo en el tie-break del tercer set), se encaminaba con opciones serias de asalto al US Open. Pero tuvo la mala suerte de toparse en tercera ronda, en plena primera semana, con el suizo Stanislas Wawrinka (27º), un tipo que si tiene el día te despacha en 4 sets, remontando incluso un inicio dubitativo, auqnue fuera un partido donde ambos hubieron de ser atendidos por mermas físicas.

Exento de la Davis por voluntad propia, Murray (4º) se encaminaría y saldría de la gira asiática con una sonrisa en su alma: en Pekín no atinó ante el croata Ljubicic (17º) en cuartos, pero vista la impecable semana de tenis que destiló en Shanghai, donde ni siquiera Federer (3º) puedo toserle en la final, hacia presagiar que cuando este chico coge la onda del tenis demoledor, es ciertamente imbatible. Pero esta regularidad apenas le duró para caer en octavos de Valencia ante el argentino Monaco (25º) y en cuartos de París-Bercy ante Monfils (14º) y ver como incluso el sueco Soderling le desbancaba del cuarto lugar del ranking ATP, aunque solo fuera por una semana.

Porque el gran reto de Andy Murray (5º) para este final de año estaba el Torneo de Maestros de Londres, donde quería dar una alegría a sus paisanos. En el Round Robin le demostró a Soderling (4º) que el cuarto cajón de la elite mundial era suyo, y tras tropezar ante Federer (2º) y barrer a Ferrer (7º), el escocés nos regaló a los amantes del tenis uno de los mejores partidos del año 2010 en las semis del sábado por la tarde: ante un Nadal (1º) enchufadísimo, tuvo al capacidad de igualar el aprtido en un buen segundo set y llevar la contienda al juego de desempate del tercer set, donde ambos estaban tan cerca de la victoria como de la derrota que, aunque parezca de perogrullo, los dos podían tanto ganar como perder. La voracidad del español dejó al escocés sin final pero con la sensación de que su tenis está muy cerca de los dos astros, aspecto que servirá presumiblemente de punto de partida de Murray (4º) de cara al 2011.

Este vídeo musical sirve para ilustrar con imágenes todo lo comentado en esta entrada. Como acompañamiento musical, esta vez opté por la mejor banda de rock escocesa del momento para sonorizar las andanzas de su compatriota: Franz Ferdinand y sus 'The dark of the matinee', 'The fallen' y 'Take me out' envuelven a Andy Murray y su año 2010.

http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/

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http://www.youtube.com/watch?v=sC55kXPY9i0

martes, 11 de enero de 2011

Djokovic 2010: todo el año centrado en la Davis, que la conquista, primera parte del año para llorar y aparece algo hacia final del año para ser 3ºATP

Tras su explosión en 2007 -con dos Masters Series como Miami y Canadá- y tras el 2008 donde lograría su primer 'Major' -en Australia ante Tsonga-, 2009 se consideró un año de estancamiento para el balcánico, ya que no se presentó en ninguna final de los grandes y sudó muy mucho para anotarse un Master 1000, el de París-Bercy hacia finales del año. Por eso 2010 se pretendía en el entorno del serbio que fuese el año de dar ese pasito adelante ante los grandes y demostrar que estaba en condiciones de tutear a los dos grandes monstruos en esto del tenis, porque calidad tiene de sobra Novak para responder a Nadal (1º) y Federer (2º) pero este año fue más de lo mismo que el anterior, llevando la misma inercia de estancamiento, aunque con matices: pronto se vislumbró que Serbia tenía un equipazo para lograr la Copa Davis y hacia ella se desviaron todas las atenciones y desvelos de Djokovic (3º), muy intermitente todo el año hasta el US Open, donde tumbar en semis al suizo y luchar en 4 sets ante el español le dieron las alas suficientes para arreglar en una más que aceptable segunda parte del año la horrenda primera parte de 2010.

Resultó ser una temporada muy larga, de muchos partidos para el serbio, ya que jugó hasta 81 encuentros en total los casi 12 meses de competición, con un balance de 63 victorias y 18 derrotas para dos títulos (Dubai y Pekín) y para otras dos finales perdidas (US Open y Basilea). Pero sin duda, la Copa Davis conquistada para lo suyos recompensa tanto batacazo en los demás torneos y cierra así un capítulo de su tenis, ya que el título por naciones es algo que muchos de la elite no pueden presumir por ahora, como son el suizo Federer (2º), el escocés Murray (4º), el sueco Soderling (5º), el checo Berdych (6º), el argentino Nalbandian (27º) o los franceses Tsonga (14º) y Monfils (12º),mientras que Nadal (1º), Roddick (8º) o Davydenko (22º) sí la tienen en sus vitrinas.


Como preparación del primer grande del año, el Open de Australia, Djokovic (3º) elegiría foguearse en la Copa Hopman (competición mixta por naciones) y llegar a Melbourne sin enfrentarse a nadie relevante en meses. El calor austral no es del agrado del serbio -impactantes las imágenes de como el año pasado unos golpes de calor lo fulminaron ante Roddick (8º)- pero en esta ocasión no fueron la razón para que en cuartos lo apease a 5 maravillosos sets el francés Tsonga (10º), en un partido de golpes primorosos por parte de ambos. Después en febrero se presentó el de Belgrado en dos torneos ATP500, uno en Rotterndam, y el otro en Dubai, y en ambos acabó su andadura ante el mismo hombre, el ruso Mikhail Youzhny (15º), si bien en Europa cedía en semis y en Asia ganaba en la final. Con el buen sabor de boca de haber podido retener el título y los puntos del año pasado, Novak se fue a su país para participar en la encerrona de los suyos en primera ronda de la Davis en marzo ante los Estados Unidos, a quienes propusieron una lenta pista de tierra batida y allí Djokovic (2º) ganaba, aunque sufriendo de lo lindo, tanto a Querrey (22º) como a Isner (20º).

Hasta este punto la temporada marchaba bajo los cauces normales, sin grandes sobresaltos, y con su mejor ranking, debido a la lesión de rodilla de Nadal (4º). Pero la gira primaveral norteamericana de marzo en pista dura por Indian Wells y Miami sentó fatal a 'Nole', tal como lo reflejan sus batacazos en octavos ante el después campeón Ljubicic (26º y al que ya había derrotado fácil en Dubai) en el desierto californiano y el mucho más inesperado tropezón en primera ronda de los Cayos vizcaínos ante el belga Olivier Rochus (59º y que destaca por ser el tenista más bajito del circuito).

Esta dinámica negativa se acrecentaría en la temporada de tierra batida, en donde defendía muchas finales del año anterior y esto quizás le pudo pesar psicológicamente, ya que quitando las semis de Montecarlo y cuartos de Roma precisamente frente a Verdasco (12º), se retiró en cuartos de su torneo de Belgrado por agotamiento ante una joven promesa de su país como Krajinovic (319º), circunstancia que le hizo renunciar a Madrid para descansar y encarar con garantías Roland Garros, donde una parte del cuadro excesivamente facilón -Korolev (73º), Nishikori (246º), Hanescu (37º) y Ginepri (98º)- lo engañó de cara a su partido de cuartos ante Melzer (27º), ante quien iba dos sets arriba e incomprensiblemente perdió.

Como acostumbra cada vez que pierde, Novak sale de las pistas abrazando siempre a su contrincante, gane o pierda, pero el acabar cabizbajo los partidos se estaba convirtiendo en una costumbre muy dolorosa y la hierba nunca le ha traído ningún gran título, por eso llegar a semis de Wimbledon -aunque en priemra ronda a punto estuvo de liarla d enuevo ante Rochus, ese loco bajito que ya le atormentara en Miami- y ser apeado incontestablemente en tres sets ante Berdych (13º) se consideró en su entorno un síntoma de recuperación que se constató cuando en un simulacro de guerra de los Balcanes, Serbia acudió a Croacia en cuartos de la Davis y allí nuestro protagonista despachó con maestría y macarrería tanto a Ljubicic (16º) primero como a Cilic (13º) después.

En Canadá y Cincinnati firmaba unas semis y cuartos ante Federer (3º) y Roddick (13º) respectivamente y aunque su tenis había mejorado, nadie contaba con él para el US Open, donde fue tumbando a la chita callando a tenistas peligrosos como Troicki (47º) en primera ronda y en el duelo de 'hermanos' estuvo a nada de pifiarla a 5 sets, al finalista del Masters 1000 anterior en Cincinnati, el 'yankee' Fish (21º), no el dejó ni respirar, lo mismo que hizo al francés Monfils (19º) en cuartos, antes de que llegase el gran día del año para Djokovic: semis del US Open ante Federer de nuevo (perdió la final contra el mismo tenista en 2007, al año siguiente también lo frenó en penúltima ronda y en 2009 también en semis le calvó ese doloroso passing por debajo de los pies) pero esta vez tuvo el balcánico la virtud de alargar la cosa a 5 sets y en un final apretado levantó dos bolas de partido que desmoralizaron al suizo. Gracias a la lluvia, la final hubo de jugarse en lunes y eso supuestamente beneficiaba a 'Nole' ante Rafa, pero el ciclón Nadal (1º) fue demasiado y en 4 sets dejaba a Djokovic sin su segundo 'Major'.

Ya estaba saturado de partidos pero las semis de la Davis estaban a la vuelta de la esquina, eran en casa ante los checos y con 1-2 abajo el domingo Djokovic tenía que empatar la serie ante Berdych (7º) y lo hizo remontando un primer mal set. En la gira asiática se anotaba su segundo título del año, en octubre en Pekín ante Ferrer (11º) y no le imporataba después caer sistemáticamente ante Federer (3º, encabritado por lo de Flushing Meadows) en semis de Shanghai priemro y en la final de Basilea semanas más adelante. Testimonial fue su paso por París-Bercy, cayendo en octavos ante el local Llodrá (34º), y mucho más light sería su participación en el Torneo de Maestros de Londres, en donde se rodó en el Round Robin perdiendo contra Nadal (1º) pero ganando a Berdych (6º) y Roddick (8º), y volviendo a sucumbir de nuevo en semis ante el rival que más veces le ha ganado este año, Federer (2º).

Esta parte del año las derrotas no dolían ni importaban tanto como en primavera por ejemplo -aquellas no estaban programadas y eran consecuencia de un bajo estado de forma- ya que todo se fundamentaba a la final de la Copa Davis de diciembre en Belgrado ante la Francia de Monfils (12º) y Llodrá (23º), quienens llevaron la batuta de la serie gracias al punto de dobles, pero finalmente Troicki (30º) remataría los dos puntos logrados por Novak el primer día ante Simon (42º) y el tercer día ante Monfils (12º), logrando la primera Ensaladera para Serbia que puede significar que de nuevo en 2011 Djokovic (3º) se centre otra vez en su carrera individual y se le vea más regular y ganador en los Grand Slam y los distintos Masters 1000 del año, categoría de torneos que no ha conquistado ni en una sola ocasión siquiera esta temporada.

Como muestra gráfica de todo lo arriba explicado, valga el vídeo de unas líneas antes. ¿No le pega al guasón de Novak Djokovic (3º) el rockabilly tipo años 50 de estos alemanes de hoy en día? Yo diría que de pleno, como son estos The Baseballs versioneando el 'Hot´n cold' de Katy Perry, el 'I don´t feel like dancing' de los Scissors Sisters y el 'Umbrella' de Rihanna.

http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/

http://es.atpworldtour.com/Tennis/Players/Top-Players/Novak-Djokovic.aspx?t=pa&y=2010&m=s&e=0

http://www.youtube.com/watch?v=wzI5r6xnfUk

domingo, 9 de enero de 2011

Federer 2010: logra su 16º Grand Slam en Australia pero falal en los otros 'Majors' aunque cierra el año como Maestro

Excelente-genial, mal-fatal tirando a desastroso y regular acabando bien. Así se podría definir el año del suizo Roger Federer (2º), que conquistó en enero en Australia su decimosexto Grand Slam en sus 12 años de carrera pero que después bajó sensiblemente su nivel tenístico mucho más de media temporada y solamente hacia el final lo enmendó con algún Masters 1000 (Cincinnati en agosto) y el título de Maestros en Londres en noviembre. En total, ganó cinco títulos en este 2010 (Australian Open, Masters 1000 Cincinnati, Estocolmo, Basilea y los ATP WORLD TOUR FINALS) para 65 victorias y 13 derrotas. Ha podio tener circuitos desastrosos (como el de tierra batida) o ha podido dar síntomas de debilidad como nunca antes las dió (en la hierba en Halle estuvo fallón) pero quienes llevan años pronosticando su ocaso tenístico y su retirada profesional, aún deberán seguir comiéndose sus palabras, porque Roger lleva unos cuantos añitos volviendo por sus fueros cada vez que se le quiere enterrar.


Tal como le pasara a su gran rival en las pistas de medio mundo, Nadal (1º), arrancó el año siendo batido en semis de Doha por el ruso Nikolay Davydenko (6º), el tenista de moda esa parte del año, ya que era el reciente Maestro y su tenis 'de ventilador' asustaba a todos de cara al Australian Open. Pero en Melbourne el ruso de origen ucraniano se toparía en cuartos de nuevo con Federer (1º) y una vez que éste calibró el juego del antidivo caucásico, le enseñó el camino de vía crucis que siempre ha lastrado a Nikolay en los Grand Slams: partidos más allá de los 3 o 4 sets pocos se anota el ruso, por lo que los partidos largos y el físico son su lastre, pocos duelos a 5 mangas se le conocen como victorias a Davydenko, quizás uno de los únicos el que a punto estuvo de remontarle una ronda antes precisamente en Melbourne el español Verdasco (9º). El haber tumbado a 'Muñeco Diabólico' le dió alas a Roger y Tsonga (10º) y Murray (4º) no serían rivales en pleno verano austral.

Pero en la cúspide de su tenis de nuevo (tras un 2008 donde perdió por primera vez en años su número uno mundial ante Nadal, en 2009 las lesiones de este último lo catapultaron de nuevo a la cima y a la salida de Australia pudo relajarse algo viendo a Rafa tocado aún de una de sus rodillas), un virus pulmonar le atacó en febrero en un viaje humanitario a Kenia y jugaría debilitado en marzo por la gira norteamericana primaveral de pista dura. Luchó y sudó sus derrotas pero tanto el chipriota Baghdatis (33º) en el desierto californiano de Indian Wells como el checo Berdych (20º) en la soleada Miami lo apearon en tres sets en las rondas iniciales, con lo cual se daba de nuevo pábulo al bajo estado de forma de Roger.

Y justamente la temporada de tierra batida no era su elemento favorito ni el lugar idóneo para redespegar en su juego. Optaba por renunciar a un clásico como el Masters 1000 de Montecarlo y en Roma en su primer partido tendría la desgracia de cruzarse con un Gulbis (40º) en su semana de gracia, como lo demostraría en semis noqueando casi al mismísimo Rafa. La preparación del suizo para Roland Garros no parecía la adecuada, y máxime tras la derrota en semis de Estoril (un torneo menor que el suizo gusta de jugar para rodarse en arcilla) ante Montanés (34º) y la rara final en la Caja Mágica de Madrid donde Nadal (3º) le volvía a quitar su cetro de 2009, como augurio de lo que pasó y pasaría semanas después en París: junto con ambas victorias se traspasó, además del título en dichos torneos, el número uno mundial también, ya que en cuartos de Roland Garros el sueco Soderling (7º) remontaba el set incial para en cuatro mangas vengarse de la derrota de un año antes en el mismo escenario entre sueco y suizo.


Las sensaciones no seguían siendo buenas y menos aún tras caer en junio en la hierba de su querido Halle ante el australiano Leyton Hewitt (32º), un viejo ex número uno de los primeros años de Roger en el top ten, es decir, de hace unos 7 u 8 años. Y ese alarmante bajón de jugar sin un patrón definido en el pasto se devoró al propio Roger en cuartos de Wimbledon, porque otra vez Berdych (13º), como en Miami, le ganó bien, en cuatro sets, y sin dejarle entrar en ningún momento en el partido. Ya llevaba el segundo grande donde no hacía valer aquella espectacular racha de 23 semis consecutivos de 'Majors' que rompiera meses antes en Roland Garros y en el horizonte solo le quedaba el US Open, para el cual mejoró sobremanera sus prestaciones en la gira de agosto por Canadá y Cincinnati. En Toronto caía en la final ante Murray (4º) en un partido de demasiados breaks y contrabreaks, pero se anotaba el Masters 1000 de los grandes lorrys y trucks ante Fish (36º) haciendo simplemente lo justo y necesario.

Su juego estaba siendo el idóneo para el último grande del año y se encaminaba hacia una apoteósica final contra Nadal (1º) en Nueva York, pero en semis se olvidó de aprovechar las dos pelotas de partido que dispusó en el quinto set ante el serbio Djokovic (3º) y se quedaba sin final de lunes (tradición ya los uñtimos años en el US Open debido a la lluvia) en muchos años. Salía de EE.UU Roger con la sensación rara de que había sido apeado en Roland Garros, Wimbledon y US Open por el tenista que llegaría después a la final y que allí Nadal los ganaba mucho más fácil de lo que él no pudo hacerlo. Esta última derrota ante 'Nole' encabritó muy mucho al suizo y preparó a conciencia la parte final del año: optó por descansar y entrenar duro casi un mes entero y esto le llevó a jugar tan solo un torneo en la gira asiática, el más importante de Shanghai que perdió fácil en la final ante Murray (4º), pero que antes de eso había tumbado con pasmosa superioridad a dos top tens como Soderling (5º) y Djokovic (2º), a quien estos últimos meses ganaría dos veces más (Basilea y Londres).Entró en una racha pavorosa de juego y resultados para conquistar Estocolmo y Basilea ante Mayer (47º) y Novak, antes de jugar el partido más ajustado del año (obviando el 70-68 del quinto set de Wimbledon entre Isner y Mahut) en las semis de París-Bercy ante el ídolo local Monfils (14º), contra el que cayó contra pronóstico.

En Londres volvía a ser uno de los máximos favoritos, como en el US Open, pero si allí ese favoritismo lo hizo valer Nadal, en el torneo de Maestos la sensación era que iba a ocurrir lo mismo: si en Nueva York Rafa era el favorito para cerrar el círculo de Grand Slam que le faltaba, en Londres el título de Maestros era algo que faltaba en las vitrinas del español y esta peculiaridad (reto que se le presenta, reto que consigue Rafa) marcaba las quinielas. En el Round Robin Federer (2º) ganó con isnultante superioridad a Ferrer (7º), Murray (5º) y Soderling (4º), incluso desarboló todo el juego de Djokovic (3º) en semifinales y aunque perdió su primer set del torneo en la final ante Nadal (1º y proporcionando el mejor partido posible para cerrar el año), su buen servicio y el saber jugar con el desgastado físico de su rival hicieron que Federer (2º) acabase el año como Maestro 2010 y con la vitola de ser quien mejor cierra el año, el tenista a batir en próximas fechas y el aspirante al trono mundial que durante muchos años ha sido suyo y que las últimas temporadas se va alternando entre los dos mejores del momento.

Parte de lo explicado en el texto de esta entrada se puede ver y disfrutar en el vídeo que precede a estas líneas. Como siempre, queriendo acompañar musicalmente el juego de cada tenista, en esta ocasión los sones elegidos para el suizo es el pop más dulce del momento actual con bases rítmicas electrónicas, pero siempre con melodías muy pegadizas como el 'Fire with fire' de Scissors Sisters, el 'Human' de The Killers y el 'Viva la vida' de Coldplay. A gozarla.

http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/

http://es.atpworldtour.com/Tennis/Players/Top-Players/Roger-Federer.aspx?t=pa

http://www.youtube.com/watch?v=F2D9yu2PdvY

miércoles, 5 de enero de 2011

Nadal 2010: arranque de año con dudas y lesión, pero magistral vuelta al número uno mundial encadenando 3 de 4 'Majors'

A sus 24 años, el que fuera tildado de estrella efímera (ya que basando todo su juego en el físico, éste tendría que resentirse al de tres o cuatro temporadas) completó en este 2010 su sexto año en la elite mundial y se consagró al frente de la ATP en su mejor año en títulos y dominio abrumador. Los datos fríos arrojan unas estadísticas que dicen que Rafal Nadal (1º) ganó 71 partidos y perdió 10 encuentros -ante rivales como Davydenko (6º) y Murray (4º) en enero, los campeones de marzo en EE.UU. Ljubicic (26º) y Roddick (8º) en la gira americana, únicamente Gulbis (40º) en Roma en mayo le inquietó en toda la temporada de tierra, Feliciano López en la hierba de Queen´s le echo el cable del descanso, en verano fue batido de nuevo por Murray (4º) y Baghdatis (18º), mientras que Guillermo García-López (44º) en septiembre en Bangkok y Melzer (13º) en Shanghai lo frenaron hasta la final de Maestros en Londres donde Federer (2º) le inflingió su última derrota de 2010-, lo cual indica que nunca cayó ante ningún cualquiera -e incluso levantó partidos épicos como ante Nalbandian (161º) en Miami o ante Troicki (36º) en Tokyo.


Todo esto le acarreó una larga temporada, ya que cuanto más vas ganando en la ATP, más vas jugando. En estos 11 meses de competición sumó 7 títulos, y todos ellos sumamente selectos: tres Grand Slams de tres superficies diferentes (reconquistando la tierra batida de Roland Garros y la hierba de Wimbledon y dando su primer bocado a la pista rápida del US Open), amén del 'Slam Rojo' (conquistar de una tacada los tres Masters 1000 de tierra batida de entre abirl y mayo que son Monetcarlo, Roma y Madrid, algo que nunca había hecho nadie antes, y solamente él, Nadal, se había acercado en años anteriores), dejando la séptima muesca para el ATP500 de Japón en Tokyo a inicios de octubre.

No obstante, este año no fue un camino de rosas para Nadal. Venía de un 2009 ciertamente aciago, en el que había perdido su cetro mundial a causa de las lesiones y lo que más dolía era, no obstante, que se había olvidado de batir a los top tens, ya que durante meses se atrancaba ante ellos. En Doha estuvo apunto de cortar esa racha y mandar un serio aviso al ruso Davydenko (6º), en vena esa parte del año ya que era el actual Maestro y su tenis 'de ventilador' le hacía claro favorito para el Open Austrliano. Pero una de esas malditas rodillas le mandaba para casa en Melborune en cuartos ante Murray (4º) cuando el escocés le estaba pasando por encima y el descanso-renuncia en la Davis le vino genial para encarar la gira americana de marzo, donde lograría el mérito de ser batido en semis únicamente por los después campeones en Indian Wells y Miami, como fueron el croata Ljubicic (26º) y el 'yankee' Roddick (8º), encuentros parejos a 3 sets que acrecentaron la moral de Rafa.

Y toda la inercia perdedora se convirtió en un vendaval positivo de triunfos con la temporada de tierra batida, en donde se montó en la ola del triunfo y no se apeó de ella ni en la hierba de Wimbledon ni en las pistas rápidas del US Open, donde en septiembre lograría cerrar, como lo hiciera un año antes en París Federer, su Grand Slam particular, y convertirse en el jugador más joven de la historia en lograr imponerse en un Australian Open (2009), Roland Garros (2005, 2006, 2007, 2008 y 2010), Wimbledon (2008 y 2010) y US Open (2010): un palmarés ciertamente envidiable.


Da Nadal el aspecto de no economizar sus fuerzas y luchar a tope en cada punto de cada partido. Y es que en eso se basa su juego pero en su madurez ha destacado cierta dosificación de sobresfuerzos. No me refiero a no saturar tanto su calendario dejando de jugar la Davis o el Godó, sino cómo inteligentemente a menos de un mes de sus grandes objetivos (como Federer hace, ya se fija mucho más en los 'Majors') en torneos de inferior rango y puntuaje, las 'derrotas selectivas' de Rafa le dieron un plus de descanso: porque viendo las posteriores exhibiciones, que Feli le gane en cuartos de Queen´s o que Baghdatis le hiciera hincar el diente en Cincinnati pueden bien deberse a un 'vale, contra tí frenó y a ahorrar gramos de energía'.

Una sombra de duda y lesión sobrevoló al manacorí hacia el final del año, ya que tras caer ante Melzer en Shanghai en octavos se pasó prácticamente un mes sin jugar hasta el Torneo de Maestros de Londres de finales de noviembre, e incluso unas molestias en la espalda le impidieron jugar en París-Bercy. Pero viendo con la autoridad con la que jugó y aplastó en Londres a Roddick (8º), Djokovic (2º) y Berdych (6º) primero y tras su partidazo de semis ante Murray (4º), donde ambos estuvieron antológicos, Rafa nos regaló el mejor broche para el año: duelo entre los dos grandes titanes del tenis actual, con la victoria de Federer que ponía el balance en 14-8 para el español.

Y más o menos las imágenes y sensaciones de todo esto se traslucen en el siguiente vídeo, donde como acompañamiento musical elegí (y youtube chupó, tragó y aceptó jajaja) canciones poperas de anuncios televisivos, no tanto por que Rafa sea un filón para sus sponsors como por que le pega este tipo de música bailonga y fresca. 'Song Away' de Hockey a partir de un anuncio de Manhattan JB, 'She´s so lovely' de Scountig for Girls sacado de unos helados, ni idea cuales, 'Tengo' del anuncio de cervezas Keler y 'Triangles' de Applejack de la cerveza Amstel me parece, mediterráneamente.

http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/

http://es.atpworldtour.com/Tennis/Players/Top-Players/Rafael-Nadal.aspx?t=pa

http://www.youtube.com/watch?v=K_8Scadvfto

sábado, 1 de enero de 2011

Y la entrada 100 de este blog para definir o redireccionar el nuevo rumbo de 'tenisencapsulas'

Tras año y un mes de andadura -blog creado a finales de noviembre de 2009, empezando a escribir en diciembre de ese mismo año- y al de 99 escritos, la cifra redonda de la centena la usaré para corregir el rumbo de este blog tenístico. A priori, el blog no cumplió mis expectativas ya que no logré nada acorde a la intención principal (que fuera un soporte para un relanzamiento profesional), pero mantuve una regularidad mensual de entradas que resumían todos los torneos del año y mes a mes fui analizando todo el año 2010 en el mundo del tenis.

Por eso para 2011 ya no habrá ni agendas ni resúmenes semanales exhaustivos de los torneos, únicamente colgaré los vídeos que tantas peleas me cuestan con youtube y con los derechos de copyright de las multinacionales discográficas jejeje. Por tanto, a partir de ahora 'tenisencapsulas' será únicamente un reducto de vídeos musicales-tenísticos y para enero están fijados los análisis largos de cada jugador en el 2010 con un vídeo de acompañamiento pero de febrero en adelante una única entrada jalonará este blog.

Es simplemente una absurda y patética declaración de intenciones, pero es lo que hay. El mundo del periodismo no da hoy en día ninguna satisfacción y no está el panorama como para seguir gastando más el tiempo en esta profesión tan romántica pero plagada de falta de oportunidades por los que la integran. RIP JOURNALISM!!!!!!!!!!!!!!