domingo, 29 de agosto de 2010

El ucranio Stakhovsky vence al uzbeko Istomin en New Haven y se alza con su segundo ATP250 del año

Después de dejar muy pocas pinceladas en los dos Masters 1000 de la gira norteamericana de agosto, los gallitos se aprestaban a guardar fuerzas la semana previa al cuarto y último Grand Slam del año, un US Open que comenzará en breve, pero como la ATP es un circuito tan voraz, que para esos tenistas 'pobres' de títulos, programaba la semana anterior a la competición en Flushing Meados un torneo con final en sábado, lo que unido a la lluvia trastocó un poco los partidos en el ATP250 de New Haven, donde su ganador, el ucranio Sergyi Stakhovsky (47º) hubo de jugar cinco partidos en cuatro días para lograr su segundo trofeo del año, tras el logrado en junio en la hierba holandesa de Hertogenbosch. Y otro dato que resulta destacable es el ranking parejo de los cuatro semifinalistas, ya que el serbio Viktor Troicki (45º), el holandés Tiemo de Bakker (53º) y el uzbeko Denis Istomin (46º) se mueven en posiciones muy similares al vencedor, entre el 40 y 50 del ranking ATP: muy significativo del nivel de los tenistas que optan por jugar o descansar la semana previa a un 'Major', ya que el 47 le ganaba al 53, el 46 batía al 45 en semis y en la final el 47 se imponía al 46. Estoy harto de decir que en este deporte el ranking es simplemente aproximativo para saber el nivel de cada uno y que el tenis no es una ciencia exacta, pero esta coincidencia de rankings parejos llama muy mucho la atención y hasta me resulta gracioso.

En principio, en New Haven partían como cabezas de serie -una vez que el ganador del año pasado, el español Fernando Verdasco (8º) optara por no defender su corona- el chipriota Marcos Baghdatis (18º y semifinalista la semana anterior en Cincinnati habiendo derrotado a Nadal en cuartos, finalista en Washington a principios de mes cayendo contra Nalbandian y por tanto con la moral por las nubes) y el brasileño Thomaz Bellucci (28), pero los organizadores del torneo lamentaban la baja de última hora de la estrella local, un Mardy Fish (21º) extenuado por su maratoniana final de días antes en Cincinnati ante Roger Federer (2º). El cuadro también presentaba alguna guinda como el regreso a la alta competición con posibilidades de ganar sus partidos y no arrastrase por la pista, como el chileno Fernando González (29º) y el checo Radek Stepanek (30º) y que se enfrentaron en segunda ronda y ganó el europeo por estar algo más rodado tras la inactividad de ambos. El rumano Victor Hanescu (54º) o el kazajo Andrey Golubev (38º) no demostraban tampoco su jerarquía ante tenistas inferiores y el mismo camino seguía el gerundense Tommy Robredo (39º), que caería en octavos ante el futuro campeón del torneo.

Stakhovsky (47º) recibió el espaldarazo definitivo a su tenis cuando ganaba en cuartos a Baghdatis (18º) en el tie-break del tercer set, cuando todo tocaba a su fin y la victoria podría ser para uno u otro. Con este empujón moral, el holandés de Bakker (53º) fue un juguete en sus manos y aunque hubo de remontar en la final a un Istomin (46º) que venía de darse otra paliza a tres mangas contra Troicki (45º) en semis, siempre mantuvo un aparente control sobre su tenis, y lo que es más importante en este tipo de pistas, sobre su saque. Con una amplia gama de saques, tanto potentes y ajustados como liftados y colocados con precisión suavemente, el ucraniano tuvo que hacer frente a pocas bolas de roturas en contra y si bien tampoco tuvo muchas a favor ante de Bakker e Istomin, sí que tuvo la capacidad de agenciarse las roturas suficientes en los momentos decisivos de los partidos para ascender al puesto 36 del ranking y andjuntar el cuarto título a su palmarés, tras lo de Zagreb 2008 y San Petersburgo 2009, y el ya mencionado Hertogenbosch 2010, con lo que se mantiene invicto en las finales profesionales de ATP que disputa, ya que de cuatro instancias finales a los que ha llegado, ha ganado en todas y no conoce lo que significa perder una final en singles, ya que como doblista también posee un buen currículum a su vez.

http://es.eurosport.yahoo.com/tennis/atp-new-haven/masculino/p1/

viernes, 27 de agosto de 2010

Vídeo-resumen de los Masters 1000 de Toronto (Canadá) y Cincinnati en pleno mes de agosto con los suecos Ok Go y Mando Diao de acompañantes sonoros

Si dicen que una imagen vale más que mil palabras, poquito más de 9 minutos de imágenes de partidazos de tenis con un rockero fondo musical tiene que valer una fortuna jejeje. Por lo menos para mí, compilar estos vídeos musicales es una delicia: Ok Go para Canadá y Mando Diao para EE.UU, así que ahí van...

http://www.youtube.com/watch?v=AsJra-O1J8s

lunes, 23 de agosto de 2010

Federer conquista en Cincinnati su segundo título del año en una final larguísima ante el sorpresón de Fish

No es como el Ave Fenix que resurge una y otra vez de sus cenizas, pero casi. También habrá quien diga que los otros gallitos, esos del 'Big Five', se lo pusieron en bandeja (en cuartos a casita que se fueron Nadal, Murray y Djokovic) pero a fuerza de ser sinceros, el tenis de Federer en Cincinnati fue espectacularmente mejor que en Toronto, y lo fue porque parecía que volvía a creer en sus golpes y no cabizbajeaba (desconozco si me acabo de inventar un verbo o no, ¿a quien le importa eso? A mí no) y siempre ofrecía recursos para hacer frente a las adversidades.


Tras la imagen un poco de impotencia de la final en Canadá ante Murray de unos días antes, a Roger le parecía sonreir la suerte, ya que en sus dos primeros duelos apenas se desgastaba: el uzbeko Denis Istomin (53º) se torcía el tobillo con 5-2 abajo en el marcador antes de retirarse mientras que en tercera ronda el germano Kohlchsreiber (33º, ese que acogotó a Rafa una semana antes guindándole un set) ni siquiera se presentaba al partido aduciendo dolores lumbares, con lo que Roger se presentaba en cuartos teoricamente descansado y supo que esta arma de doble filo no le causase más problemas de lo normal. Y con esto el suizo ya ha disputado dos semanas consecutivas de tenis de alto nivel, con lo que su puesta a punta para el US Open -sus verdaderos objetivos ya solo son los Grand Slams- parece marchar por la buena senda.

Si en el post anterior me congratulaba por la vuelta de los cocos Djokovic y Murray al buen tenis y a las rondas definitivas de los torneos, Cincinnati le metió un buen ostión a esa teoría: parece que 'Nole' juega fatigado todos los partidos desde el inicio de los segundos sets y si el calor abrasa se convierte en un jugador renqueante y gesticulante que parece al borde del mareo, y si bien esta treta le sirvió para tumbar en octavos al argentino David Nalbandian (37º, otro al que el físico ya le juega malas pasadas), Roddick(13º) resultó ser mucho escollo para el balcánico. El torneo arrancó con excelentes cruces como los Wawrinka (26º)-Almagro (16º), Baghdatis (20º)-Cilic (12º), Fish (36º)-Simon (34º), Gasquet (41º)-Youznhy (14º) o el de Bakker (50º)-Mónaco (31º) en primera ronda, mientras que en segunda ronda lo más destacable iba a ser los partidazos a tres sets con victorias de Soderling (5º) y Gulbis (27º) ante Hewitt (30º) y Melzer (15º) respectivamente, además del avance de los gallitos con algún que otro sudor de más.

La Armada Española siguió el mismo camino que una semana antes en Toronto, es decir, a las primeras de cambio todos a la calle, incluso Verdasco (8º), y únicamente Ferrer (11º) acompañó una ronda más, hasta octavos, al de siempre, a Nadal (1º). Quedando claro que los españoles aún deben adaptarse mejor a las canchas rápidas, en la antesala de los cuartos hubo choques realmente espectaculares: Rafa Nadal (1º) hubo de sudar hasta el tercer set ante un aguerrido Julien Benneteau (32º) después de tener la sensación de que iba a perder en los dos primeros parciales; el chipriota de moda se merendó al checo enrachado (por si alguien no cae en la adivinanza, Baghdatis y su 20º a Berdych y su 7º) con dos breaks puntuales en cada set; el alicantino David Ferrer (11º) cedía también en tres mangas ante el ruso Nikolay Davydenko (6º y que parece estar recuperando el tenis que aniquilara a los mejores en la parte final del año pasado) en un partido loco con alternancias y que los breaks se sucedían a cada rato; el letón Gulbis (27º) exigía al escocés Murray (4º) hasta el tie-break del tercer set antes de caer, pero recuperaba el nivel que en primavera le llevo a ser un tenista temido, hasta por los grandes.

Pero fue entre los cuartos y la final donde los cocos dieron el petradazo y donde saltarían las sorpresas. Para empezar, todo estaba dispuesto para otras semis con las cuatro mejores raquetas del mundo, como ya pasara siete días antes en Canadá, pero este mismo privilegio ya lo vivió en 2009 el mismo Cincinnati, así que como el destino es muy poco proclive a conceder tantos 'regalitos' a los torneos, tres de los cuatro primeros sucumbieron en sus duelos, y cabe decir que con todo merecimiento: el primero en despedirse fue Murray (4º) ante el local y sensación del torneo, Mardy Fish (36º), de nuevo a tres mangas y en el juego de desempate, pero esta vez un agotadísimo escocés no encontró soluciones al gran servicio del 'yankee'; Nadal (1º) se atascó contra Baghdatis (20º), quien conseguía doblegarle a la séptima (en Indian Wells de este año también tumbó a Federer en su séptimo emparejamiento), y acrecentaba las dudas del entorno del mallorquín de cara a Flushing Meadows, mientras que Djokovic (3º) daba toda una lección de impotencia frente al cañonero de Nebraska y posibilitaba una semi entre amigos estadounidenses, Fish (36º) versus Roddick (13º) que tenía un antecedente significativo: en el mismo torneo pero en la final de 2003 'A-Rod' se impuso con contundencia y parecía llevar camino de repetirlo si la lluvia no se hubiese interpuesto; hasta dos veces hubo de suspenderse el duelo y en ambas tuvo una incidencia destacable en el devenir del encuentro, ya que a la vuelta de vestuarios el giro fue radical: si en la primera interrupción el marcador era de 5-4 favorable a Andy pero con saque de Fish -iban a ritmos de saques-, tras la lluvia Mardy salía frío y perdía su saque y el set, hasta el punto de desconcentrarse y ponerse 5-2 abajo en el segundo, hasta que la lluvia lo salvó; esta vez, con la lección aprendida, salió mucho más enchufado y remontó la manga hasta llevárselo en el tie-break, salvando bolas de partido incluso; ya no habría más parones por la lluvia y la inercia ganadora favoreció a Fish.

Mucha menos historia tuvo la segunda semi, ya que Federer (2º) recordó la derrota ante el chipriota en el desierto californiano de marzo y constantemente acosó el servicio de Baghdatis (20º) hasta superarlo en dos cómodos parciales. Para la final entre el 36 del mundo y sorpresón del torneo y la magia suiza del dos del ranking ATP no se esperaba la igualdad que hubo y por poco no se lo jugaron todo a tres tie-breaks corridos: ninguna pérdida del servicio -aunque el más cercano estuviera el suizo, nunca pudo quebrarle- posibilitó dos tie-breaks electrizantes, jugados impecablemente por cada uno que los empató en el marcador cara al set definitivo: Fish (36º) estaba jugando muy sólido apoyado por el público y siempre pareció llevar la batuta del juego, con un Federer (2º) que iba a chispazos pero sin meterse en ninguno de los agujeros negros tan habituales en él, hasta que con empate a 4 en el tercer set y saque de Mardy, Roger dispuso de bola de break; debió de pensarse el barbas que su potente saque le ayudaría a recuperar esa bola -una y otra vez había sucedido eso a lo largo del encuentro- pero Federer consiguió poner la bola en juego y mover de lado a lado al oponente -no como el cásico ventilador que aplica Davydenko, pero sí más sutilmente- y logró el 5-4 más saque que denotaba el fin, como bien lo significó el gesto de Fish de llevarse las manos a la cabeza al verse quebrado.

Tras esta gira norteamericana veraniega, las conclusiones para el US Open pueden ser contradictorias, ya que el cansancio de unos y el nivel de otros pueden revertirse en la semana que queda para que arranque el cuarto Grand Slam del año, es decir, ningún tenista de lso del top ten ha dado muestras concluyentes de superioridad ni de alarmanate bajón tenístico .

http://es.eurosport.yahoo.com/tennis/atp-cincinnati/masculino/p1/

lunes, 16 de agosto de 2010

Murray reconquista Canadá ante un Federer de lo más incosistente; Nadal sufriendo hasta semis y Djokovic muy fallón

Lamenablemente el nivel del tenis que está ofreciendo el suizo Roger Federer (3º esta semana en Toronto pero que amanece hoy lunes 2º, ya que el año pasado caía en octavos de Canadá) en este 2010 desde que ganara el Australian Open es a todas luces deprimente; esta debería ser una entrada de absoluta loa para el escocés Andy Murray (4º), quien se tomaba la revancha precisamente de aquella final de Melbourne de enero y que su año estaba siendo flojísimo también, y aunque parece haber recuperado ese tenis que desde precisamente agosto de 2008 y prácticamente casi todo 2009 le llevara ser considerado un tenista enrachado e imbatible, la pena que está dando el supuestamente mejor jugador de tenis de la historia le quita cierto mérito a Andy. ¿Se está arrastrando Federer todos estos meses? Desde luego, el helvético ha sido enterrado profesionalmente infinidad de veces y siempre ha vuelto, pero en este 2010 solamente ofrece algún que otro destello a cuentagotas: llevamos todo el año viéndole muy flojo, jugando como sin ganas, fiándolo todo a su clase y al supuesto canguelo del rival, y su devenir lleva ya tanto tiempo siendo renqueante que como siga así -sin disfrutar del tenis y agonizando en casi todos los golpes y juegos contra los tenistas potentes- su futuro se presenta oscuro oscuro oscuro.

Si hasta este mes de agosto los Masters 1000 de este año se habían caracterizado primero por tener ganadores sorpresa (que en Marzo triunfasen Ljubicic en Indian Wells y Roddick en Miami, dos tenistas no habituales en tales instancias, presuponía un cambio de tendencia en los ganadores) y después por el abrumador arrollo de Nadal en tierra, con la absoluta desaparición del serbio Djokovic y el escocés Murray para dar nivel a la cosa (aunque el sueco Soderling y el checo Berdych les remplazaran en esa labor de ser los segundones con aspiraciones a todo), con las semis de 'Nole' y el triunfo de Andy en Toronto, el círculo del 'Big Five' parece estar prácticamente cerrado, a expensas de que el argentino Juan Martín del Potro (8º) se reincorpore ya al circuito y olvide esa muñeca que se destrozó en el primer Gran Slam del año.

Si bien esta gira americana sobre el asfalto estival se toma por muchos como preparatorio para el US Open de septiembre, los gallitos ya suelen empezar a descubrir sus cartas y a afinar su tenis. Con la salvedad del francés Tsonga (10º) y el cañonero local Andy Roddick (11º y por primera vez desde hace mucho tiempo fuera del top ten) por una extraña dolencia que le causa agotamiento físico pero que espera erradicar las próximas semanas, arrancaba en la zona de Ontario (seis horas menos que en Europa, con lo que los partidos se jugaban entre las 17 horas y altas horas de la madrugada española) este sexto Masters 1000 del año con varios partidazos de nivel que ganarían los primeros: los Troicki (51º)-Cilic (13º), Nalbandian (45º)-Ferrer (12º), Gulbis (28º)-Belluci (26º), Youznhy (14º)-Simon (32º) o Chardy (72º)-Baghdatis (20º) constituían en primera ronda un regalito para los aficionados y duelos que bien quisieran tener en sus finales muchos torneos menores.


Las primeras sorpresas no tardarían en llegar y los primeros en llevarse un bofetón bien grande fueron los de la Armada Española: si seis eran de la partida, cinco ya se despedían del torneo para el segundo día y únicamente Rafa -el de siempre- se mantenía en el cuadro; que Ferrer (12º) luchara infructuosamente contra Nalbandian (45º) a tres sets entraba dentro de la lógica, y también que el mismo argentino (ganador días antes en Washington y que más adelante contra Murray jugase con los plomos fundidos, eso sí, tras remontar y tumbar milagrosamente a Soderling) apease contundentemente a Robredo (38º), pero el pobre espectáculo ofrecido por Feliciano López (25º), Fernando Verdasco (9º) y Nicolás Almagro (16º) ante el holandés Thiemo de Bakker (46º), el francés Jeremy Chardy (72º) y el galo Michael Llodrá (35º) respectivamente ante tenistas de ranking más inferior pero con más hambre, fue lo que ya se dijo: pobre, por no decir pobrísimo.

Por lo demás, destacar las dificultades que muchos de los gallitos vivieron en sus partidos iniciales ante tenistas de tercera fila, producto quizás de estar más de un mes inactivos y enfrentados a jugadores que llevaban todo el mes de julio castigándose al sol entre torneo y torneo. Djokovic mareado y azotado por golpes de calor, Federer habiendo de jugar por lo menos un tie-break en todos sus duelos y Nadal costándole imponer su ley, denotaban cierta equidad entre los llamados a jugárselo todo en semis, a donde llegarían los 4 mejores. Pero antes de eso, buenos tenistas como Berdych (7º) o Soderling (5º) habían sudado lo suyo en octavos, hasta el punto de que el primero por los pelos no caería ante el ucranio Dolgopolov (49º) y el segundo fue víctima del undécimo triunfo seguido de Nalbandian (45º): pero Tomas no acabó por aplastar a tres sets cuando pudo a Federer en cuartos y David ni se enteró contra Andy. Nadal (1º) vivió en cuartos contra el alemán Kohlschreiber (37º) uno de esos partidos en los que sales frío, no te sale nada, el rival con lo poco que hace te domina del todo, siempre vas por detrás en marcador y sensaciones, como haciendo la goma y agonizando, hasta que más allá de la mitad del choque el cansancio hace mella en el contrario y el clic del duelo te favorece por galones. Buen susto de Rafa, justo lo que no dejó Djokovic (2º) que pasara ante Chardy (72º), una de las gratas confirmaciones del torneo.

Con los cuatro primeros del 'Big Five' peleando en semis entre ellos, el 1º contra el 4º y el 2º contra el 3º -en esa semi se jugaban además el segundo puesto-, el sábado ofreció dos partidos de tenis donde tras horas de juego la sensación era que los ganadores eran más no perdedores que triunfadores, y me explico: siendo el tenis un deporte donde te suman como puntos igual tus aciertos como los errores del rival, tanto Murray como sobre todo Federer llegaron a la final por la infinidad de imprecisiones del rival, es decir, en más de un 70% (cutre estimación mía, ya que esta no es más que mi salchichera opinión) el pase de ronda se concretó vía error, dejando al acierto como meramente testimonial; no obstante entre cuatro tenistas que jugaban más a no perder que a ganar, los menos malos en cuanto a fallar (Murray Federer contra Nadal y Djokovic, rozando el paquetismo estos dos) demostraron algo más de tenis y convicción en sus golpes. Dicen que Rafa únicamente tiene entre ceja y ceja el Flushing Meadows y que por eso no se exprimira en esta gira y sobre Novak, ¿qué decir?: es un genio y sin saque todo depende de cuando consiga salir de esa espiral de juego errático que lo inunda. Una vez en la final, el antitenis: Murray es quien mejor balance entre defensa-ataque hace del circuito, mientras Federer tiene tenis para exportar, por tanto acabé desconcertado por saber si la sucesión de breaks y contrabreaks (se supone que el servicio es una arma ventajosa a más no poder) era más producto de lo bueno que es el rival que gracias a sus múltiples armas consigue anulartelo o si por el contrario ambos tenistas andaban flojos a más no poder. El resultado final marcó un doble 7-5 a favor del escocés, quien se adaptó mejor a las tres interrupciones por la lluvia que sufrió la final en su segundo set, mientras que Federer sigue abandonando cabizbajo casi todos los torneos y pistas, demasiadas tal vez.

http://es.eurosport.yahoo.com/tennis/atp-toronto/masculino/p1/

lunes, 9 de agosto de 2010

Nalbandian resurge para los torneos ATP aplastando a todos sus rivales en una semana de fantástico tenis en Washington

El argentino David Nalbandian (1-1-1982 y 117º del ranking ATP esta semana pasada) daba por fin una alegría a sus millones de admiradores, entre los que me encuentro -si leen algunas de las entradas de este blog, descubrirán que este gordo golfo es una de mis debilidades-, y tras meses de penurias, viéndole jugar a ratos y recaer de alguna lesión por precipitarse en jugar, esta primera semana de agosto fue antológica. Habría que recordar qué tipo de tenista es Nalbandian: probablemente será el jugador con más clase y técnica del circuito actual, tras Federer y Djokovic, aunque esto no quiere decir que sea el mejor; hoy día el mejor es Nadal y eso no admite discusión, pero lo de David es enigmático, hasta el punto de admirable que atrae sin remedio. Nalbandian fue Maestro en 2005 y no ha ganado ningún Grand Slam aún por su inconsistencia en ser un profesional del tenis 'full time' y todo esto le hace ser capaz de lo mejor -barrer en dos torneos seguidos a los tres primeros del ranking- y de lo peor -competir sin el nivel mínimo y rozar el ridículo ante muchos tenistas.

Con 10 títulos en su palmarés hasta mayo del año pasado, de pronto su excesivo sobrepeso y esa famosa barriguita le jugaron una mala pasada. Siempre se dijo que le sobraban unos 10 kilos para estar más fino, y el tener que arrastrar esos kilos de más le resintió la cadera, que hubo de operarse y perderse más de la mitad de la temporada 2009, viendo como Del Potro no sabía tirar de Argentina como él siempre hizo en la Davis y descendiendo hasta el pozo en el ranking. En diciembre reaparecía en unas exhibiciones y la cadera se recuperó perfectamente, hasta el punto de querer reaparecer en enero en Auckland, lo que se quedó en una simple intención: se rompía algo en los abdominales y se quedaba sin Australian Open, pero volvía a forzar para Buenos Aires a mediados de febrero y se volvía a romper ese abdominal; no se sabe cómo, milagrosamente volvía a jugar en marzo en Suecia en la Davis para otorgar el punto definitivo a los suyos y entre algodones se presentaba en Indian Wells y Miami, donde Melzer (15º) y Nadal (1º) le mandaban para casa en octavos. Para entonces ya había perdido casi todos los puntos que ganó en la primera parte del año pasado y se hunddía del 150 hacia atrás en el ranking. En Montecarlo llegaba a cuartos para caer con Djokovic (2º) tras un épico partidazo ante Youznhy (14º) pero se volvía a romper los abdominales y tras la espantada de Madrid, tomaba la decisión más inteligente: parar dos meses, olvidarse de la hierba y Wimbledon -su obsesión y torneo que ganará algún día, tras aquel que perdió en 2002 ante Hewitt (30º)- y en cuartos de la Davis en Moscú fulminar a Rusia.

Con estos antecedentes -espectacular en la Davis y chispazos fugaces en los torneos ATP mientras las lesiones no le inquietaran, como tutear al mismísimo Rafa en Miami- Nalbandian recibía una invitación de los organizadores de Washington para jugar estos siete días, y menudo ojazo el del directivo que se arriesgó en invitar a David. El camino del cordobés a la final del domingo puede figurarse que fue plácido, a tenor de los resultados que cosechó, pero nada más lejos de la realidad: el tenis desplegado por David en Washington fue sublime, casi rayando la perfección, con esos antológicos reveses cruzados a dos manos y las derechas anguladas que soltó en todo momento, y la sensación era que todo un maestro estaba impartiendo verdaderas clases magistrales de tenis y lo hizo ante buenos tenistas, como Wawrinka (23º), Simon (33º), Cilic (13º) o Baghdatis (25º), pero por el camino hubo mucho sudor y sufrimiento, a veces por culpa del propio Nalbandian. No le quita valor que ningún gallito del 'Big Five' o del top ten no se le cruzara por el camino, aunque bien sabemos que esta próxima semana en Toronto no será lo mismo, ya que por cansancio David caerá pronto, porque su físico siempre ha sido su gran handicap; si fuera por mí, descartaría jugar el Masters 1000 de Canadá -donde debe debutar ante Ferrer (12º)- y prepararía el US Open en Cincinatti.

Sin pretender que toda la entrada sea una loa a Nalbandian, entre el resto de tenistas que competían en este ATP500 de Washington destacaban como cabezas de serie el checo Tomas Berdych (8º) y el local Andy Roddick (9º), junto a otros renombrados que daban bastante lustre a la competición: el kazajo Andrey Golubev (37º) venía de imponerse en Hamburgo, aunque en tierra, el letón Ernests Gulbis (28º) quería olvidar sus percances físicos aunque acabaría recayendo, o el australiano Leyton Hewitt (30º), con la moral por las nubes tras un buen curso en hierba; a ellos se unía un inconsistente Verdasco (10º) o la horda de cañoneros 'yankis' asiduos de este tipo de torneos como eran el gran triunfador de julio con dos torneos, Mardy Fish (35º), el ganador una semana antes en LA, Sam Querrey (20º), o el maratoniano John Isner (19º), pero defraudaban a sus paisanos al dejar en cuartos sin representación a Estados Unidos, ronda en la que el belga Xavier Malisse (62º) ya empezó a mostrarse como la sorpresa del torneo, ya que apeó a Isner (19º9 y Berdych (8º) antes de ceder en semis ante Baghdatis (25º). Por el otro lado del cuadro destacaban el serbio Janko Tipsarevic (41º) o el croata Marin Cilic (13º), junto al francés Gilles Simon (33º), los dos últimos víctimas del Rey David con paliza incluida, aunque el galo fuese el único que le birló a Nalbandian un set, en un despiste de los típicos del argentino.

Y a esa final, como dije antes, Nalbandian llegaba tras aplastar a Ram (153º), Wawrinka (23º), Chiudinelli (63º), Simon (33º, el único que le obligó a tener que remontar un partido) y Cilic (13º), endosando a todos marcadores cortos, mientras que el camino a la final del chipriota Marcos Baghdatis (25º) fue más irregular y espinoso, tanto en juego -aunque por tenis mostraba argumentos suficientes- como por marcadores -partidos largos e igualados más de uno-, y los apeados por el finalista del Australian Open de 2006 fueron Zeballos (52º, en dos apretadísimos tie-breaks), Marchencko (73º, a tres largos parciales), Verdasco (10º, ya empezaba a depurar los partidos) y Malisse (62º, superando incluso una torcedura de tobillo con el mismo marcador a favor que Nalbandian le endosaría a él, 6-2 y 7-6). Tras tres entorchados de Roddick en la capital 'yankee' y después de que las dos últimas ediciones las ganara otro argentino, Juan Martín del Potro (7º), la final de 2010 arrancaba con un break rápido para el argentino hasta que el chipriota se entonó y hostigo los saques de Nalbandian, pero sin éxito; David se encontraba cómodo y siempre poseyó el mando del partido, pero el segundo set lo encaró dormido y al principio ambos dieron una lección de ineficacia al saque, ya que los breaks y contrabreaks iban y venían, hasta que más adelante ambos se asentaron; Marcos tiraba del marcador y si en el primer set nunca tuvo bolas de break a favor, en el segundo set acumuló hasta 11, y por momentos hasta estuvo muy cerca de alargar el partido al tercer set, pero una vez en el juego de desempate, la mayor experiencia del de Unquillo le dio una clara ventaja de 5-0 que supo administrar para acabar imponiéndose por 7-4 después de una derecha del chipriota que salió entre largo y desviado. De este modo, David cumple con su racha de ganar por lo menos un título cada año; y ahora, una vez dejado de lado su larga travesía de retorno a los torneos de ATP, a intentar arañar algo en algún grande y a centrarse en las semis de la Davis de septiembre en Francia.

http://es.eurosport.yahoo.com/tennis/atp-washington/masculino/p1/
http://es.atpworldtour.com/Tennis/Tournaments/Washington.aspx
http://www.youtube.com/watch?v=Xtj34OdEL5Y

martes, 3 de agosto de 2010

Almagro se apunta Gstaad, Ferrero se anota Umag y Querrey tumba a Murray en Los Ángeles

Pocas semanas hay en la ATP con tres torneos, pero las hay, y esta última de julio fue una de ellas. Dos iban a ser en la tierra batida europea y otra en el cemento de Estados Unidos. Y claro, tras el impás de la semana anterior donde en Hamburgo se imponía el kazajo Golubev (37º) -muy raro que del único torneo en tierra de todo el mes de categoría 500 no se lo apunten los españoles-, la Armada Española volvió a demostrar su jerarquía sobre la arcilla y monopolizó los títulos de Gstaad (Suiza) y Umag (Croacia), donde esos tenistas de segunda fila, los guerreros -para grandes empresas están los líderes Nadal, Verdasco o Ferrer- que son Almagro y Ferrero lograron llegar hasta los 16 torneos ganados este año por los españoles, los mismos que en 2008, y eso que aún quedan cuatro largos meses de circuito. Realmente destacable que de esos 16 entorchados, Nadal tan solo se ha apuntado 5, los más importantes eso sí, pero que entre otros seis tenistas se hayan repartido 11 títulos es bastante meritorio.

El primero que sonreía ampliamente este domingo fue el murciano Nicolás Almagro (18º), quien en el torneo del nombre más raro de todo el circuito partía como segundo cabeza de serie, detrás del ruso Mikhail Youznhy (14º), aunque el ruso cayese en cuartos con una sorpresa de la previa. En esa ronda de cuartos el francés Gasquet (47º) ya frenaba los pasos de otro batallador español, un Montañés (23º) que venía de imponerse dos semanas antes en Stuttgart pero que no pudo con el galo por matices; en el otro lado del cuadro dos buenos tenistas como el ruso Andreev (88º) y el francés Chardy (69º) no pudieron con Gimeno-Traver (74º) y Nico respectivamente, y en el duelo español que aseguraba un tenista de la Armada en la final, la mayor jerarquía del murciano pudo con el valenciano.

Y el domingo, muy prontito, a las 11 de la mañana, se jugaba la final del ATP250 de Gstaad (Suiza) entre Almagro (18º) y Gasquet (47º) y aunque la revancha por la humillación de la Davis quedaba ya lejos -ellos dos no llegaron a jugar pero se encontraban en los banquillos- flotaba en el aire cierta sensación de revancha; Nico comenzó muy fuerte y super cómodo, y se jugaba casi todas las bolas a palazo limpio y planos, arriesgando con confianza, lo que le otorgó un break de ventaja que a la hora de cerrar con su saque el set lo perdería insulsamente para que la cosa se quedase en empate a 5 a pesar de que Richard había solicitado al fisio por un problema en un hombro. Ese break del francés se convertiría en un contrabreak rápido del español y por 7-5 se anotaba un primer set que siempre pareció suyo.

El galo no encontraba la manera de soltar su revés paralelo a una mano -el mejor del circuito, ese golpe lo ejecuta incluso más brillantemente que Roger- y se desinflaba al incio del segundo set a causa del hombro dolorido, hasta el punto de que con el 3-0 hizo un amago de abandono y eso me despistó: reconozco que estaba viendo el partido por internet el domingo por la mañana medio dormido -tras una noche de mala juerga- y con 7-5 y 3-0 para Nico por el rabillo del ojo vi que se daban la mano en la red y deduje que era el final del choque, con lo cual cierro internet y me duermo; cual es mi sorpresa que al de horas leo que Nico se impuso en Suiza por 7-5 y 6-1 y ninguna crónica habla del incidente de pseudoretirada con el 3-0 en el segundo set; no entro a juzgar a los periodistas que hacen minicrónicas de algunos partidos -yo mismo muchas veces comento partidos que ni vi, me los figuro por el resultado- pero si me llama la atención esta omisión de algo que a mi entender pudo ser curioso. No obstante, culpa mía por ver el aprtido sin sonido y retirarme a dormir antes de tiempo.


Si para Almagro Gstaad suponía su segundo título del año, tras el de Bastad en Suecia hace unas semanas, y el séptimo de su carrera a los 24 años, el de Umag en Croacia para Juan Carlos Ferrero (22º) supondría el tercero del año, tras un mes de febrero brillante en la gira sudamericana, con lo que eleva hasta 15 los títulos en una larga carrera que a sus 30 años ya ha conocido también otras 18 finales perdidas. Este torneo de Umag siempre ha sido un torneo con muchos ganadores españoles, y el propio Juanqui ya perdió el año pasado este mismo torneo contra el ruso Davydenko (6º), pero Nikolay, que era cabeza de serie número uno este año, caía en cuartos ante el argentino Chela (56º) y otro tenista relevante, el favorito local, Ljubicic (16º) se veía sorprendido por el italiano Starace (64º), por lo que si los organizadores ansíaban una semifinal entre Davydenko y Ljubicic para darle más empaque al torneo, sus ilusiones se fueron al traste con el Chela-Starace, mientras que otro italiano, Seppi (55º) también se cargaba al segundo cabeza de serie, el austríaco Jurgen Melzer (15º) que este mes de julio está compitiendo mucho y se le ve cansado, ya que cayó en cuartos de Stuttgart y sorpendentemente en Hamburgo en la final no pudo con un tenista 70 puestos más retrasado que él.

Starace (64º) y Ferrero (22º) llegaron a la final por sendas distintas, ya que el primero necesitó ir a los 3 sets y remontar ante Chela (56º), mientras que el segundo maniató sin problemas a Seppi (55º). Potito tenía la oportunidad de vengar a su compatriota y el levantino jugaba contra el segundo italiano en dos días: demasiadas coincidencias que el ex número uno mundial no dejó que se le volviesen en contra y desde muy temprano en el primer set cobró ventaja de un break y lo supo administrar; pero aunque estaba jugando mejor, Juan Carlos no se apuntó ese primer parcial tan fácil como cabía esperar y hubo de sufrir para cerrar el set y en el segundo era el italiano quien tiraba del marcador, auqnue Ferrero tuvo la virtud de llevar ese parcial parejo, pese a las intentonas del italiano de quebrarle, circunstancia que con el 4 iguales sí aprovechó el español para por un doble 6-4 volver a sentir lo que es anotarse un trofeo.


Y ya en el filo de la madrugada, entre el paso de domingo 1 al lunes 2 aquí en Europa pero plena tarde del 1 allí en Los Ángeles, se jugaría la final más larga de esta semana, 7 días en los que este torneo 'yankee' ofreció de todo. Como por ejemplo que quien sería el campeón final tuviera que salvar una pelota de partido en contra en semis o que el primer cabeza de serie jugase la mayoría de sus partidos a 3 sets, incluso contra rivales muy inferiores. Finalmente el campeón sería un Sam Querrey (20º) que se anotaba el cuarto título del año, una cosecha excelente, ya que a sus 22 años este año lleva ganados torneos en todas las superficies y épocas del año (Memphis en febrero en pista dura, Belgrado en mayo sobre tierra, Queen´s en junio sobre hierba y este de Los Ángeles en julio sobre pista rápida). Además, Sam retenía el título cosechado el año pasado y hacía bueno su condición de segundo cabeza de serie del torneo, aunque jugó largos partidos a 3 sets, con tie-breaks finales incluidos para alzarse con el título.

Este fue el torneo de la vuelta a la competición del letón Ernests Gulbis (28º), una de las sensaciones agradables de la primera parte del año, y el torneo angelino también vió a excelentes tenistas como el chipriota Baghdatis (26º) o el local Blake (117º) llegar hasta cuartos, aunque la nota medio positiva la daba el toledano Feliciano López (27º), quien se colaba en semis con un tenis efectivo de saque y recuperación de posiciones estratégicas en la cancha, pero que una vez allí no podía con Murray (4º), aunque en un partido a tres sets le endosara un 6-1. Si bien Andy había alcanzado la final con resultados 'oscuros', viendo las palizas que se había metido su rival, Querrey, la misma semana y mirando como Tipsarevic (46º) le había llevado al límite en semis, todo parecía a favor del tenista que recientemente despidió a su entrenador, Miles Maclagan, con quien ascendió hasta la cumbre, para buscar nuevos aires en Darren Cahil. Pero estos efectos aún no parece que se hicieran notar en el torneo californiano y Querrey conseguía voltear la final para anotarse el triunfo por 5-7, 7-6 y 6-3 cuando estuvo a punto de sucumbir en el segundo set.

Estuvo tan cerca de irse a la calle en tantos partidos y siempre parecía que Querrey iba a perder los diferentes partidos, que finalmente ganar seguro que le dio una enorme dosis de moral para intentar hacer algo digno en torneos mayores y no solo en los pequeños. Y otro dato a tener en cuenta: el dominador las semanas anteriores de la gira norteamericana de pista rápida, Mardy Fish (35º, triunfos en New Port y Atlanta) no jugó en Los Ángeles y puede que tal vez esté preparando el asalto a mayores empresas en agosto.

http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/

domingo, 1 de agosto de 2010

Agenda tenística para agosto, ese mes con un único torneo por semana, todos en 'Yankeeland'

El octavo mes del año también supone el octavo mes de competición en la ATP, y cual la peli de 'Alien, el octavo pasajero', estos próximos 31 días también tienen su toque peculiar y único, aunque no tan malévolo y fatal: se tratan de 4 semanas donde tan solo se juega un torneo por semana, lejos de los dos habituales y hasta los tres de en ocasiones; y es más, el cuarto Grand Slam del año, el US Open ya aparece en el horizonte y por tanto el nivel de los torneos asciende, de los ATP250 tan característicos de julio, a un ATP500, dos Masters 1000 y un ATP250 chiquitín suelen ser la antesala y rodajes perfectos para ese Major 'yankee', como todo el mes de agosto que se juega a lo largo de Estados Unidos -con una incursión en Canadá-, por lo tanto destacan superficies de asfalto, cemento y pista rápida donde los reflejos cuentan casi tanto como la condición física o la calidad técnica.

Del 1 al 8 de agosto, de domingo a domingo, se juega el ATP500 de Washington, que subió el año pasado de categoría y reparte medio millar de puntos por tanto; los dos últimso años su vencedor ha sido el argentino Juan Martín del Potro (7º), pero la torre de Tandil este año no podrá defender el título porque aún renquea de la lesión de muñeca que se hizo en enero en Australia y que le tiene en el dique seco desde entonces, desesperándose por volver a jugar, lo cual parece que será pronto ya que esta misma semana ha retomado los entrenos, aunque para defender corona en el US Open que ganara en 2009 se vislumbra que llegue muy corto. De este modo, en la capital de EE.UU. parten como favoritos y principales cabezas de serie el checo Tomas Berdych (8º) y el local Andy Roddick (9º), vencedor del torneo tres veces esta década. Por lo demás, como aliciente destaca el retorno a los circuitos del otro gran argentino, David Nalbandian (114º), que tras sus gestas en la Davis en marzo en Suecia y en julio en Rusia, querrá demostrar que en los torneos de 7 días también tiene algo que decir aún.

Y como el calendario tenístico está tan apretado, en la segunda y tercera semanas del mes se concatenan, casi se pegan en días, dos de los Masters 1000 más atractivos: del 9 al 15, de lunes a domingo, se jugará el Masters 1000 de Canadá en Toronto -el año pasado fue en Montreal, y esa fórmula de repartirse los torneos del mismo país podría ser un buen remedio para aligerar fechas-, mientras que del 15 al 22 de agosto, de domingo a domingo, Cincinnati acogerá otro Masters 1000 que dará continuidad a esta gira americana de pista rápida: si los Nadal (1º), Djokovic (2º), Federer (3º), Murray (4º) o Soderling (5º) quieren estar en forma y rodados para Nueva York (US Open), bien harían en ofrecer ya altas prestaciones en estos dos torneos. El año pasado triunfaron el escocés y el suizo en cada uno de ellos y para este 2010 se postulan como alternativas a la tiranía del gran, enorme y estratosférico Rafa Nadal.

Y antes de meterse de lleno con lo gordo, del 22 al 28 de agosto, de domingo a sábado, se jugará en New Haven un ATP250 que el año pasado conquistó el español Fernando Verdasco (10º), pero que más bien parece coto abonado de esos jugadores que se saben que caerán a las primeras de cambio en el Major de la semana siguiente, y que vienen también de experimentar esa sensación en los dos Masters 1000 de semanas previas. El mes se cierra con dos días, 30 lunes y 31 martes, con los dos primeros días de competición en el Flushing Meadows, esto es, la primera ronda del Grand Slam neoyorquino que falta en las vitrinas de Nadal.

http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/