
Si no nos estamos acercando al declive de la temporada tenística, poco nos falta; bueno, les falta a ellos, a los tenistas, que con el calor del verano casi olvidado ya y tras dejar atrás el cemento americano, enfilan desde finales de septiembre y hasta noviembre la parte final de la temporada, con las temporadas indoor europea y la gira asiática en vista; esta última aún arrancará esta semana, pero los últimos siete días todo el protagonismo se centró en Europa, con dos torneos ATP250 de los considerados muy menores: el Abierto de Rumanía, conquistado el año pasado por Albert Montañés (22º), se lo anotaba en esta edición un argentino de la vieja guardia, Juan Ignacio Chela (53º), ante un Pablo Andujar (105º) proveniente de la fase previa y que destacó sobre ese curioso experimento que es incrustar en septiembre un torneo de tierra, mientras que sobre la pista rápida de Metz, que el año pasado se apuntara Monfils (15º pero que este año declinó participar por la paliza que se dio días antes en la Davis, aunque solo jugara un encuentro de cuatro sets ante Nalbandian), se impuso otro galo, ex top ten hace nada como es Gilles Simon (41º), quien doblegó al alemán de origen ruso Mischa Zverev (155º).
Esa especie de huevo verde gigante que sujeta Simon en la foto fue objeto codiciado de tenistas de renombre como los croatas Marin Cilic (14º) o Ivan Ljubicic (17º), los principales cabezas de serie del torneo, pero que cayeron en dos mangas muy pronto ante rivales de bastante entidad como el germano Philipp Kohlschreiber (31º) y el belga Xavier Malisse (55º) respectivamente. El finés Jarko Nieminen (62º) o el uzbeko Istomin (42º) tampoco pudieron acceder a la ronda de cuartos, instancia en la que por la parte baja del cuadro el gerundense Tommy Robredo (40º) tuvo la mala suerte de toparse a un inspirado Gasquet (30º) frente a su público, aunque Richard llegó a semifinales fundido tras cuatro tie-breaks en dos partidos ante Mathieu (96º) y el propio Tommy, y cedía el pase a la gran final a Zverev (155º), la sorpresa agradable de la semana proveniente de la fase previa; el rubio germano que siempre se cala su gorra para jugar se iba a enfrentar a un 'Poison' (pollito) como le llaman sus compatriotas, pero Simon (41º) venía de zarandear sin inmutarse por 6-3 y 6-2 en semis a un veterano como Kohlschreiber (31º) y repitió mismo marcador ante Mischa para anotarse su primer título del año y que tras un funesto 2009 (comparando con el final de 2008 que le hizo top ten y batirse con los mejores incluso en todo un Masters), puede servirle para catapultar de nuevo su carrera tenística.

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