domingo, 28 de noviembre de 2010

Federer evoluciona a Maestro por quinta vez en su vida sometiendo en tres sets a un fatigado Nadal, mientras Djokovic piensa más en la Davis

Y Murray excelente, ya que estuvo a pocas bolas de tumbar a Nadal en unas semis larguísimas y con dos tie-breaks electrizantes; esta podría ser la continuación del titular y que resume someramente lo más destacado de la semana tenística en Londres, en el recinto futurista de la foto de abajo, por fuera, y donde por dentro la pista era mayoritariamente azul y la iluminación de las gradas se oscurecía o se dejaba en penumbra para no molestar a los tenistas.

El torneo más diferente a todos, basado en una liguilla, programaba dos partidos diarios, uno a las 15 horas y el otro a las 21 horas. Dos sesiones bien diferentes por tanto e increíblemente el ídolo local comenzaría su andadura un domingo en la sesión vespertina, con lo que los organizadores primaron el hecho de arrancar el torneo con Murray en pista a que se pudiera conseguir más aforo en la sesión nocturna. Otra especifidad bien pensada de la dinámica del Round Robin es que hubo únicamente sorteo para separar en dos grupos de cuatro a los 8 tenistas y para decidir el orden de la primera jornada, pero no se sortearon el segundo y tercer partido de cada grupo y tenista, sino que astutamente (para mantener el interés del torneo y para que ningún tenista llegase eliminadísimo a la última jornada) se enfrentarían en la segunda jornada los dos ganadores de la primera y viceversa con los perdedores, con lo que se posibilitaba, en función de los sets ganados y perdidos, que un tenista que hubiera perdido los dos primeros match, contase todavía con opción de pasar a semis.

En principio, aunque Soderling (4º) llegase incrustado en el 'Big Four' por su reciente triunfo en el Masters 1000 de París-Bercy, ya en el partido inaugural fue barrido por Murray (5º) y se acrecentaba más la sensación de que si bien Soderling (4º), Berdych (6º), Ferrer (7º) y Roddick (8º) no eran ningunas comparsas, su nivel de tenis distaba horrores de la jerarquía y habilidad de los Nadal (1º), Federer (2º), Djokovic (3º) y Murray (5º). Y justamente así pasó, ya que no hubo sorpresas ni carambolas y los 4 últimos, los 4 mejores a día de hoy, se plantaron en semifinales y ofrecían el mejor espectáculo posible, el sueño de cualquier organizador y también de los aficionados, que veían como el simbólico torneo que quiere decidir al mejor del año -¿como un Campeonato del Mundo de tenis?- representaba a la perfección ese papel. El torneo también contó con un acto de homenaje-despedida al gran Carlos Moyá (515º), convaleciente de una lesión en el pie este último año y que la no competición (intentó volver en la tierra de Madrid pero vio que su tiempo ya había pasado) le obligó a retirarse a sus 34 años, después de haber sido el primer número 1 ATP que tuvo el tenis español. 'Charly' estuvo comentando para Teledeporte la previa de la gran final del domingo de este Masters y todo apunta que quizás en el futuro se le vea como comentarista.

En lo meramente deportivo el primer grupo era considerado el de la muerte, ya que estaba formado por el suizo Federer (2º), el sueco Soderling (4º), el escocés Murray (5º) y el español Ferrer (7º), quien apuntaba a ser la perita en dulce del grupo. David luchó lo indecible, como en él es habitual, cada partido ante esos tres monstruos pero, también como en él es habitual, no encontró la regularidad necesaria de argumentos consistentes para tumbarles. Cuando en el primer partido Murray (5º) aplastó a Soderling todo parecía indicar que el escocés había encontrado la fórmula que le hace invencioble algunas semanas (su fugurante final de 2008 y sus exhibiciones de este año en Toronto y Shanghai), pero tras ver con qué insultante facilidad Federer (2º) empequeñecía al escocés, el coco pasaba a ser Roger, primero de grupo con tres victorias sin ceder ni siquiera un set, mientras que Murray pasaría segundo ya que Soderling aún sigue evidenciando que le falta un escalón para consagrarse entre la superelite.

Mientras, el otro grupo lo formaban el español Nadal (1º), el serbio Djokovic (3º), el checo Berdych (6º) y el norteamericano Roddick (8º), siendo estos dos últimos quizás los teóricos débiles. Pero ojo, aunque Rafa y 'Nole' fueran infinitamente superiores, a Tomas y Andy también hay que ganarles, hay que sudar y luchar y muestra de ello fue el primer partido del manacorí en Londres. El número uno del mundo llegaba a Londres sin competir desde que en octavos de Shanghai lo despachase Melzer (12º), allá por mediados de octubre y desde entonces, en un mes largo, había desistido por competir en el Masters 1000 de París-Bercy para no sobrecargar un hombro, creo que el izquierdo. A eso se sumaba el hecho de que el año pasado, en este mismo torneo e instalación, perdió los tres partidos que jugó y que no se anotó ni siquiera un set, con lo que los periodistas-agoreros se ponían pesimistas cuando Nadal (1º) perdía el primer set ante un Roddick (8º) más dictatorial; Rafa se sobrepuso al cañonero de Nebraska, incluso no se dejó despistar por la excentricidad de turno de Djokovic (3º) de irse a vestuarios casi siete minutos por problemas con una lentilla y tampoco lo descentraron -aunque casi- cuando el árbitro brasileño Bernardes se la liaba con un punto que debía repetirse pero que se lo otrogaba a Berdych (6º).

Con Novak segundo de grupo tras sí jugar su tenis ante Berdych (6º) y Roddick (8º) pero montar el show contra Nadal (1º), la primera de las semifinales de estos ATP WORL TOUR FINLAS entre el español Nadal (1º) y el escocés Murray (5º) será recordado como uno de los partidos más épicos de esta temporada tenística 2010: el marcador de 7-6 (5), 3-6 y 7-6 (6) indica una igualdad tremenda entre ambos tenistas y que en pista se tradujo en tensión de la máxima; el escocés aumentó su nivel y esto le valió para casi noquear al balear, pero este tiró de su casta para llevarse la primera manga, sin breaks de por medio para ninguno de los dos. El partido marchaba atrancado por los dos y es que ni siquiera se concedían opciones de ruptura, hasta que Murray -por cierto, horrorosa camiseta de rombos a la altura del pecho, la de Rafa sí que molaba- encontró la divina inspiración hacia el final del segundo set y encadenó los juegos necesarios para llevarlo todo al tercer parcial. Allí Rafa se puso arriba pronto pero la cabezonería de su rival lo llevó todo al desempate, donde Nadal se encontró dos mini-breaks abajo, pero cual hormiguita fue rascando los contra mini-breaks que le hacían falta de cada turno de dos saques de su rival y cerrar el choque con un 'drive' profundo que sellaba otra gesta más del ya no solo ídolo de los aficionados españoles, sino de muchos amantes del tenis. COMO DEBE DE SER.


En contraste de la primera semifinal, la segunda entre Federer (2º) y Djokovic (3º) defraudó en exceso, ya que no se vió ni por asomo ninguna igualdad ni tensión. El suizo noquearía al serbio por 6-1 y 6-4, y esó que Novak se puso de salida en el segundo set 3-0 arriba. Pero toda esta semana el helvético venía aplastando a todos sus rivales con insultante superioridad y su perseguidor en el ranking fue uno más que se llevaría un severo correctivo. Cabría destacar que el serbio infringió en septiembre en semis del US Open la derrota más dolorosa posible al considerado mejor tenista del mundo y desde entonces Federer ha ido maniatando cual rodillo a Djokovic cuando se han cruzado, como ha sido en semis de Shanghai en octubre y en la final de Basilea en noviembre. Aunque dudo mucho que al payasete del circuito -con cariño- le doliera esta derrota, dado que en su mente está alzar la Davis la semana que viene ante Francia y sumar una muesca a su palmarés para cerrar la puerta del tenis de naciones como principal prioridad y centrarse en cu carrera individual. Llama la atención que en todo 2010 Djokovic no se haya anotado ningún Masters 1000, ya que ni siquiera ha llegado a ninguna final de este tipo. Sintomático.

Y el domingo a las 18.30 horas española, una hora menos en las Islas Británicas, con toda la familia de ambos en las gradas y con invitados de lujo como el dios futbolista Diego Armando Maradona o el Rolling Stones Ronnie Wood (a sus 60ypico años lucía una vigorosa caballera y de aspecto sospechosamente juvenil, ¡¡¡no quiero decir más!!!), los amantes al tenis nos congratulábamos por poder asistir a la enésima final entre Nadal (1º) y Federer (2º), la primera indoor y con los antecedentes de dos semis entre ambos ya en Copa Masters años atrás, las dos para el suizo. En esta ocasión, el español no pudo emplear su táctica favorita contra el suizo de mandarles bolas altas y botonas bien al revés bien a la derecha del suizo (una estrategia ruín a mi entender, ya que si consideramos esto un deporte de caballeros donde se juega con honor, escoger la opción de ir a molestar al juego del otro no es lo más ético) y esto unido a su supuesto cansancio ya a final de temporada y el palizón de semis, hizo que Federer (2º) batiera a Nadal (1º) por 6-3, 3-6 y 6-1, con el único espejismo del segundo set, donde el balear se revolvió y apuró las últimas fuerzas que le quedaban. El suizo lograba así su quinta coronación como Maestro en esta década pero seguro que le hincha más de satisfacción haber sabido parar los pies en una final a su gran archienemigo deportivo, ya que ahora todos se van de vacaciones con el estigma de que es Federer (2º) quien acabó el año bien, dominando, y esta sensación es la que más dura a estas alturas de la temporada, que se acaba, ya que hasta el Australian Open quedan casi dos meses largos, uno de mix de vacaciones y pretemporada y otra de competición.

http://www.atpworldtour.com/posting/2010/605/mds.pdf
http://www.youtube.com/watch?v=GgZecGCnW1g

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