lunes, 8 de noviembre de 2010

Federer reconquista Basilea ante el Djokovic que se lo birló el año pasado y Ferrer se anota su Valencia como copropietario para poner rumbo a Londres

Dos han sido los aspectos más llamativos de esta pasada primera semana de tenis de noviembre: por un lado, parece que estemos en plena temporada de 'lucky losers', ya que si la semana pasada fue el austríaco Andreas Haider-Maurer (115º) el que se benefició de tal tesitura para plantarse en la final de Viena y hacérselas pasar canutas al ídolo local de dicho torneo -un Melzer (12º) que sudó mucho esa victoria-, esta pasada semana fue el catalán Marcel Granollers (67º) el que no pudiendo pasar la previa y gracias a la baja de última hora en Valencia del galo Tsonga (13º), primero aprovechó una parte del cuadro asequible y después con la confianza que da ganar a buenos tenistas acceder a la final y soñar por momentos con ganar su torneo más grande; pero en frente tenía a un David Ferrer (8º) y precisamente aquí sobresale el segundo aspecto llamativo, el de que en los dos torneos de la semana, en Basilea y Valencia, triunfaron los dos jugadores más locales posibles, ya que Roger venció en su ciudad natal y David es copropietario, junto a Ferrero (24º y que no jugó por una lesión duradera que arrastra desde el verano en muñeca y rodilla), del torneo levantino que se disputa en el futurista Ágora de la Cidad de las Artes y las Ciencias de la capital valenciana.

En las pistas suizas, con una curiosa central de tapete tirando rojo difuminado, el cemento fue el mejor aliado del campeón helvético, quien si dos semanas antes en Estocolmo sumaba su tercer título del año (tras Australia en enero y Cincinnati en agosto) y empataba con Sampras en número de torneos, con este ya asciende a 65 su cuenta en alrdedor de la docena de años que lleva de profesional. La nómina de tenistas en Basilea no era nada desdeñable y como un ATP500 en vísperas de un Masters 1000 que marca el fin del año, se reunieron como primeros cabezas de serie los números 2 y 3 del mundo, el suizo Federer y el serbio Djokovic (que se verían las caras en la final), además del checo Berdych (6º) y el 'yankee' Roddick (9º) de entre los del top ten. Siguiendo en su línea de resultados desastrosos los últimos meses, el checo caía a las primeras de cambio ante un Tobias Kamke (72º) que apunta a ser uno de los jóvenes a explotar pronto y para 'A-Rod' iba a ser su vuelta a las pistas tras un mes recuperándose de una de sus rodillas; demostraría ser un tenista que coge rápidamente la forma y firma buenos resultados a la vuelta de las lesiones, es decir, que no se atasca en las primeras rondas durante meses, como le está pasando últimamente a Davydenko (11º).

Tras unas primeras rondas y partidos donde destacaron partidazos como los Tipsarevic (46º)-Istomin (42º), Stepanek (38º)-de Bakker (45º), Roddick (9º)-Querrey (22º) y el Isner (19º)-Llodrá (35º), con victoria de los primeros, en octavos caerían dos tenistas que se les preveía más en forma: el finés Nieminen (41º) un asiduo de los cuartos y semis de los torneos en semanas anteriores, no pudo con un 'Nole' contundente, mientras que el croata Cilic (15º) se anotaba el primer set ante Nalbandian (29º) pero después se atascaba como su toda temporada. El 'Rey David' sigue también con su dinámica de 'parece que si pero no' cuando se cruza con un tenista firme y de los cocos, lo que le pasó contra Roddick (9º), mientras que lo fascinante de cuartos iba a ser un Troicki (32º)-Gasquet (27º) que posibilitaba al primero ser el rival de su amigo Novak y firmar una semi serbia del todo, y es ás, Viktor obligaba al número uno de su país hasta un tie-break antes de ceder. En la otra semi, Roddick (9º) nunca encontró la clave ante Federer (2º) y eso que venía de unos cuartos ante Nalbandian (29º) donde su saque fue demoledor, pero el genio suizo supo neutralizarlo, lo mismito que haría en la final del domingo ante Djokovic (3º): por un tanteo de 6-4, 3-6 y 6-1 el quinto entorchado de Basilea para Roger fue posible gracias a unos movimientos dinámicos en la pista del suizo y aunque el serbio reaccionó con sus palazos y su clase en el segundo parcial, se desfondaba en la tercera manga y el grito de rabia de Roger al consumar el 'match-point' denota toda la importancia que tenía este torneo para el suizo, que si ya se vengó de la derrota ante Novak de las semis del US Open en las semis del Masters 1000 de Shanghai semanas antes, con la del domingo se logró vengar del 'hurto' que 'Nole' le hizo el año pasado en su propia casa: '¡¡¡¡este año quien tendría que sonreir hipocritamente en la foto al lado del campeón ibas a ser tú, payasete del circuito!!!!' debió de pensar el marido de Mirka Vavrinek.

Mientras, el ATP500 de Valencia presentaba al escocés Murray (4º) y al sueco Soderling (5º) como principales cabezas de serie pero con los españoles Verdasco (7º) y Ferrer (8º) en plan supuestos animadores del cotarro, por aquello de meterse en el zurrón los puntos que les permitan acudir al Torneo de Maestros de Londres. El primero lo lograría de la mejor de las maneras, con convicción y ganas de jugar al tenis, mientras que el segundo parece que anda inmerso y pero que bien metido en una espiral totalmente negativa, ya que desde la segunda semana del US Open no da una a derechas. Por su parte, el francés Tsonga (13º) anunciaba su baja por uno de sus eternos problemas musculares y que daba por terminada ya su temporada, renunciando a pelear esta próxima semana por intentar meterse en Londres y lo que es más clarividente, que 'Ali' quiere parar y recuperarse bien del todo, ya que también renunciaba a la final de la Davis, mientras que el ruso Youzhny (10º) tampoco estaba para defender su final del año pasado. Por el resto del cuadro levantino estaban también repartidos tenistazos como el francés Simon (52º), el ruso Davydenko (11º) o el suizo Wawrinka (21º), pero los que más salsa iban a dar al torneo serían el argentino Monaco (25º) y el francés Monfils (14º), sin olvidar a la gran revelación y sorpresón de la semana, el catalán Granollers (67º).

La gran hazaña del Pipo Monaco (25º) consistió en tumbar en segunda ronda a un anodado Andy Murray (4º y que pretendía defender corona), que arrancó ese duelo dormido y para cuando quiso emparejar la cosa se percató de que era tarde y que gastó demasiadas fuerzas en el segundo set, algo que lo dejó fundido para la tercera manga. Precisamente ambos tenistas ya se habían cruzado en semis del Masters de Shanghai semanas antes y el argentino lograba tomarse la revancha, aunque el premio se quedó en nada ya que en cuartos ese subidón y favoritismo no le sirvió para derrotar a un Granollers enrachado, que también noquearía a un Simon (52º) que no digirió bien sus victorias ante Verdasco (7º) y Davydenko (11º) rondas atrás, ya que debió entender que estos dos últimos vienen últimamente en franca decadencia. Con el gran favorito y coco del torneo eliminado, todas las miradas se centraban en la otra parte del cuadro, la cual presentaba quizás un lucha más encarnizada entre tres duros huesos: por un lado, Monfils (14º) venía en plan ciclón tras su título de Montpellier la semana antes y después de zafarse en octavos de Wawrinka (21º) como quiso, hubo de verse pagado por la misma moneda por Soderling (5º), que a la chita callando estaba jugando muy mandón, como a él le gusta y recordando al Robin intratable de las tardes en las que ha conseguido noquear hasta a los dos grandes del tenis actual Nadal (1º) el año pasado y Federer (2º) este mismo año, pero ambos en Roland Garros. Pero en semis ante Ferrer (un duelo ya repetido los úlltimos meses en la gira asiática, en Pekín y en Shanghai, con una victoria para cada uno) solamente se gustó en la segunda manga y eso ante un cabezón de la talla del piernacas de Ferrer (8º) es demasiado. La final mantuvo una igualdad sorprendente entre el 8 y el 67 del mundo, e incluso con 5 iguales en el primer set el milagro de Granollers (67º) se antojaba factible, pero finalmente Ferrer (8º) se alzaba con el noveno título de su carrera por un marcador de 7-5 y 6-3, recogiendo la copa de vencedor de manos de su amigo y copropietario del torneo, el también valenciano Juan Carlos Ferrero (25º), algo que quizás hubiera de haberle correspondido hacer al propio David si no hubiera sido de la partida al inicio de una semana de fantástico tenis en un marco incomparable pero que por muy nuevo que sea aún debe solucionar pequeños problemas e inconvenientes que presenta el ágora valenciano y como es esa luz que molesta a primera hora de la tarde a los tenistas. Por lo demás, la excelencia del torneo se ve refrendada por su salto de categoría en poco de tiempo de la tierra al indoor de cemento y también en puntos.

http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/
http://es.atpworldtour.com/Rankings/Singles.aspx?d=01.11.2010&c=&r=1

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