El gerundense Tommy Robredo (50º) se proclamó este pasado fin de semana vencedor de la tercera edición del Masters de Tenis de Bilbao, disputado este año en el Palacio de Miribilla de la capital vizcaína, tras someter con un tenis altamente práctico en la final al murciano Nicolás Almagro (15º) por 7-6 y 6-3 en una hora y media. Hasta aquí el relato de lo puro informativo, como se leería en cualquier sitio aburrido de los de hoy en día para informarse sobre tenis. Pero en este blog se vierten a veces escritos más vanales y distintos, así que diré que el vencedor final solventó sus duelos de cuartos y semis ante tenistas que este mismo año han ganado buenos títulos, como fueron el croata Ivan Ljubicic (17º) y el alicantino David Ferrer (7º), apeándo así a tenistas teóricamente superiores.
Entre semana, de lunes a jueves, se jugó la fase previa en el Pabellón de La Casilla, antigua sede del torneo, entre tenistas meritorios, tanto locales, nacionales como internacionales. Y los que se ganaron su oportunidad para enfrentarse a los tenistas de la elite fueron el vizcaíno Guillermo Olaso (217º) y el canadiense Milos Raonic (156º). Y para la fase final, los 'elegidos' o 'invitados' por los organizadores iban a ser, excepto Nadal (1º), Verdasco (9º) o Feliciano López (32º), los cuatro mejores tenistas españoles de la actualidad, como son David Ferrer (7º, enrachado tras colarse en la pelea de Maestros de Londres de un mes antes y convertirse en el Maestro Español días antes), Nicolás Almagro (15º, con dos títulos este año y el premio de la ATP al jugador revelación, premio que no comparto, pero es solamente mi opinión), Juan Carlos Ferrer0 (29º y campeón el año pasado) y Tomy Robredo (50º en un una mala temporada que le llevó a desaparaecer casi de las rondas importantes de los torneos).
Y para las dos restantes plazas que quedaban por asignar, el torneo quiso atraer a tenistas internacionales con el objetivo de internacionalizarse y aspirar a un torneo ATP profesional en el futuro. La cosa prometía bastante porque con más de un mes de antelación se cerró la participación del suizo Stanislas Wawrinka (21º), mientras que como segundo extranjero se estuvo negociando con el sueco Robin Soderling (5º), el chipriota Marcos Baghdatis (18º) y el ruso Nikolay Davidenko (22º), aunque finalmente a quien se concretó fue al croata Ivan Ljubicic (17º). Pero a estas alturas del año, en diciembre, donde muchos tenistas están acabando las vacaciones y se zambullen en plena pretemporada de cara a arrancar a inicios de enero la temporada 2011, las lesiones o leves molestias que no se quieran acrecentar hicieron que hubiese dos bajas sensibles del cuadro inicialmente previsto. Por un lado, el defensor de la 'txapela' Ferrero (29º) ya había desistido de jugar una semana antes el Masters Nacional en Sevilla y se daba de baja, con lo que su lugar lo ocupaba el prometedor catalán Marcel Granollers (42º), mientras que al suizo Wawrinka (21º) lo remplazaba a última hora el germano Philipp Kohlschreiber (34º).
Tenísticamente, la mejor jornada de las tres, viernes, sábado y domingo, fue sin duda la primera, aunque más por la cantidad de partidos vividos (los cuatro de cuartos) que por el desempeño espectacular de algunos, ya que las semifinales fueron deslucidas (una paliza y una retirada) y la final supo a poco. No habría sorpresa en cuartos, ya que los dos tenistas de la fase previa, a pesar de provocar un tie-break a su adversario, no lograron pasar de ronda. En el primer partido de la jornada el gigantón Raonic (156º y que ya le plantease algún quebradero de cabeza a Nadal en Tokyo este mismo año) utilizó de manera magistral su potente saque para obligar a Almagro (15º) a tener que remontarle en tres ajustadísimos sets, mientras que el preferido local Olaso (217º) cedió en dos mangas ante el reciente Maestro Español, Ferrer (7º), pero ofreció trazas de excelente tenista. En los otros dos duelos donde se enfrentaban españoles contra foráneos, se repartieron los pases: dos que estaban jugando en Bilbao acudiendo a última hora como sustitutos eran Kohlschreiber (34º) y Granollers (42º), y si bien el catalán se adelantó en el primer set, tuvo que ver como el germano le remontaba el duelo con pasmosa facilidad. Por último, Robredo (50º) leyó genial el saque de Ljubicic (17º) y empezaba a dar muestras de la recuperación del tenis que le llevó al top ten hará unos cuatro años, pues logró ser quinto del mundo en agosto de 2006.
Con el alemán como representante del mundo ante los españoles en semifinales (hecho algo habitual este año en tierra y término 'bobo' acuñado este año por Djokovic que en este blog se idolatra, tanto al término como al balcánico), un murciano arrollaba al bravo peleas de Philipp (meritorio su desempeño el viernes en remontar un partido en un torneo al que llamaron a última hora y que pudo tomárselo de pachanga, que no fue el caso), mientras que la otra semi, que se presumía bastante más pareja y espectacular, únicamente duró hasta el 3-3 del set inicial entre un gerundense y un alicantino, cuando este último se puso un break abajo (anteriormente se habían roto el saque mutuamente en despropósitos de servicios por cada parte) y a casua de molestias en el hombro pediría la intervención del fisio, que constató la zona dañada y que más tarde obligaría a Ferrer (7º) a retirarse cuando se consumo la perdida de ese parcial y cedía así el pase a la final de Robredo (50º), quien ya había sido finalista de la primera edición del Masters de Bilbao, el de 2008, edición que perdió ante Verdasco (9º).
Almagro (15º) ya había perdido la final de Bilbao el año pasado ante Ferrero (29º) y este año tampoco encontró la forma de hacer daño al juego de Robredo (50º), quien a sus 28 años ha vivido este año una temporada sin títulos (lleva 9 en toda su carrera y en los años anteriores siempre se había anotado alguna muesca que otra), con un descenso pasmoso en su juego y en su ranking, ya que como actuación más destacada de este 2010 contaba unas semifinales en julio en el torneo sueco de Bastad en tierra precisamente ante Almagro (15º), que le barrió (y que después se anotaría dicho torneo Nico). Es Robredo un jugador talentoso que gusta de jugar a la contra, a lo Murray digamos, pero que en su época más gloriosa (se anotó el Masters Series de Hamburgo en tierra en 2006) y gracias a un cambio de entrenador, cambio de estilo de juego, volviéndose más agresivo, pero que en hoy en día anda inmerso en un mixto de ambos estilos, eligiendo los momentos para el ataque o la defensa indistintamente. Puede y debe ascender en el escalafón mundial Tommy (su padre le puso este nombre por ser fanático de Led Zeppelin) y puede este título de Bilbao catapultarle a un mejor año en 2011, como ocurriera con Verdasco en 2009 (aunque a este le motivó más su hazaña de la Davis en Argentina) o a Ferrero el año pasado, cuando consiguió retornar a la elite este año y el inicio de este peregrinaje fuera jutamente la capital vizcaína.
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