Con muchos cocos fuera de competición ya (Djokovic y Murray), Federer también daría el petardazo pronto y Nadal se vería desde casi el inicio como máximo favorito del torneo, con toda la presión encima, lo mismito que unas semanas antes en Indian Wells. Igual que allí, Roddick y Soderling parecían en Miami sus máximos oponentes y en otro calco al torneo de Palm Springs, Rafa llegaría hasta semis con gratas sensaciones tenísticas, pero una vez allí se atascaría a tres sets. Por su parte, el madrileño Fernando Verdasco sigue aumentando su catálogo de estrepitosos (por no decir estropicios) patinazos cuando las cosas le pintan de cara, y sigue sin poder quitarse ese sambenito de 'jugador de cuartos' que le persigue desde su gran eclosión en 2009.
La ronda de octavos en Miami se cargó a tenistas como González (11º), Cilic (9º) o Federer (1º), quienes no pudieron meterse entre los 8 mejores del torneo porque sus contrarios fueron bastante mejores, no como suele ocurrir en infinidad de ocasiones en el tenis por deméritos propios. Por contra, los octavos fáciles fueron el pase de Roddick (8º) por 7-6 y 6-3 ante el alemán Benjamin Becker (39º), Tsonga (10º) ante Ferrero (14º) por un doble 6-2 en un partido extraño donde el valenciano no fue el de los últimos meses, y el 6-1 y 1-0 con el que Youznhy pasaba ante Fish (101º). En otros dos octavos con españoles en juego, el murciano Nico Almagro (38º) le ganaba un duelo de seminovatos en estas lides al brasileño Bellucci (32º) en tres sets, mientras que Nadal (4º) se merendaba a Ferrer (17º) por 7-6 y 6-4 por galones, es decir, por la inercia de tenerle comida la moral al alicantino, se apuntaba al tie-break un primer set igualadísimo y le mantenía a raya en el segundo.
Estos octavos de Miami regalaban a los amantes al tenis otros dos enormes partidazos entre tenistas con nivel top ten. Fernando González vs Robin Soderling y Marin Cilic vs Fernando Verdasco. ¿Alguien daba más? Pues como que no. El sueco batía por 6-0, 6-7 y 6-2 al chileno, mientras que el español arrollaba al croata por 6-4 y 7-6 y ambos encuentros tuvieron como punto común la tensión y respeto máximo al rival , ya que todos ellos suelen ser asiduos de rondas avanzadas de los torneos y la igualdad fue espectacular, esto es, el del otro lado de la red de la nada podía ganarte en cualquier golpe. Eso sí, 'Gonzo' no pudo vengarse de su derrota en cinco sets ante Robin en semis del último Roland Garros, más que nada porque salió dormido, se llevó un rosco engañoso y la muerte súbita que se anotaría no le bastaría porque allí se quedo sin gasolina. Por su parte, después de arrancar la temporada como un tiro (semis Australia y títulos en Chennai y Zagreb), Cilic llevaba pocas derrotas en 2010 pero incomprensiblemente sigue en la senda negativa instaurada tras Dubai en febrero, dado que tras la Davis contra Ecuador no encuentra su nivel. A Verdasco ya le daré palos más adelante, porque lo de este chaval ya empieza a ser desesperante.
¿Y de la caída de Federer ante Berdych en octavos de Miami qué? Pues comentar que fue un 6-4, 6-7 y 7-6 a favor del checo y que ambos tuvieron pelota de partido. Pero la conclusión más notoria que se pueda sacar sería que Roger aún se encuentra algo debilitado por su infección pulmonar de febrero que no le deja rodarse lo suficiente, ya que tras un mes parado volver al altísimo nivel cuesta. Sin embargo, no deja de ser 'frustrante y decepcionate', como él mismo tildó, sus eliminaciones tan prematuras en esta gira americana. Si Baghdatis (30º) le ganaba sin suspense final en Indian Wells, nada que ver como Berdych (20º) tumbaba a Federer (1º), más que nada por las maneras: primer set, Berdych arriba 5-4 y tres bolas de break a favor con saque de Roger, esto es, un 0-40 que inquieta al suizo hasta el punto de entregar el set con una doble falta de principiante, sin pelear ese último juego. Pero la máquina suiza se rehizo en el segundo set, comenzó a jugar brillante pero sin romper al checo, quien perdía (no lo ganaba el suizo) el segundo set al tie-break pero que mantenía todo igualado en el tercero hasta de nuevo la muerte súbita: con ambos exhaustos y evitando los peloteos, jugándose bolas y líneas inverosímiles cuando el saque no era definitivo o se conseguía restar con opciones de no caer en clara desventaja, ambos tuvieron 'match-points': primero Roger con su saque tras un 'Ojo de Halcón' que dejaba helado a Tomas pero que con descaro revertiría la situación con dos mini-breaks seguidos a dos saques flojos de Roger, quien no pudo levantar la posterior bola de partido a favor del checo.
Grandísima y merecidísima victoria de Berdych (20º), que no sufriría ante Verdasco (12º) en cuartos la misma flojera que Baghdatis ante Robredo en Indian Wells tras eliminar al número uno: Fer comenzó mandón, siempre parecía tener el partido bajo control pero por 4-6, 7-6 y 6-4 perdía un partido que en casi el 70% del mismo se inclinaba la balanza de su lado: con set arriba, break a favor y Berdych sin poder encontrar los golpetazos planos de derecha y de arriba a abajo que desquiciaran a Federer, lo dejo escapar vivo y el cansancio (más mental que físico) que siempre le entra al madrileño en las grandes citas hizo el resto. Dicen los expertos que Verdasco es un top ten fijo y que tenis tiene de sobra: pues ya es hora de que lo vaya sacando ante los buenos, no solo contra los de ranking bajo (todo tenista merecerá mi respeto, no creo que haya hoy en día en el circuito ningún 'mindundi', otra cosa es que mucho me saquen de quicio y se me ocurra darles palazos).
En esta parte alta del cuadro, el sueco Soderling (7º) SÍ que mareó, aplastó, apabulló, merendó, y todos los adjetivos posibles de la misma guisa posibles al ruso Youznhy (15º): 6-1 y 6-4 para el primero en un duelo extraño a más no poder, ya que el sueco comenzó ambas mangas cediendo su saque pero después se anotó seis juegos seguidos en el primer parcial y no dejó al ruso que defendiera con éxito un saque suyo hasta bien avanzado el segundo set. En pocos partidos he visto tanta superioridad de un tenista para con otro, jugando con el adversario, hasta el punto de reirse de él ya que minimizaba con autoridad cualquier intento del ruso. Por la parte baja del cuadro, Roddick (8º) tan solo tuvo que apelar a su enorme saque y al orden para quitarse de en medio por un doble 6-3 al murciano Almagro (38º) en un partido casi de trámite, mientras que el 6-3 y 6-2 con el que Nadal (4º) ganaba en estos cuartos de Miami al francés Tsonga (10º) es a todas luces el marcador más engañoso de los últimos meses: aunque Rafa acabó el partido ganando con autoridad y suficiencia, todos los tres-cuatro primeros juegos de ambas mangas fueron larguísimos y ajustadísimos, la pelea fue tal que a Nadal le costaron una barbaridad lograr los breaks necesarios para abrir brecha. Jo-Wilfred jugaba agresivo y parecía estar en posesión de aguantar el envite, pero una vez verse muy por debajo en el marcador y ante la imposibilidad de romper a Rafa (que también lo tuvo cerca, pero asi como tras agónicas defensas del francés, el español sí quebraba, a la inversa, tras duras pugnas, el francés no rompía al español) cedía en su empeño y se queda con la vitola de ser el único top ten que Nadal sí derrota en su calvario desde agosto pasado, fecha de su retorno a las canchas tras la grave lesión que padeció tras Roland Garros 2009.
Con unas semis atractivas a más no poder (visto quienes quedaban ya en el cuadro tras más de una semana de competición), se jugaba primero el Roddick-Nadal, dos buenos top ten, mientras que el Berdych-Soderling ofrecía el aliciente de la pelea entre dos gallitos que no caían bien entre los fans de Nadal, ambos ostentores de feos gestos pasados hacia el manacorí. Pero precisamente ese gran tenista que ve pasar los meses, torneos y rivales sin poder recuperar su antigua hegemonía caía en su penúltima parada antes de levantar un buen trofeo ante un cañonero que siempre le plantaba cara pero que pocas veces conseguía derrotarle. Es más, la temporada de Roddick en este 2010 estaba resultando parcialmente brillante (título en Brisbane en enero ante Stepanek, cuartos en Australia ante Cilic en cinco sets y finales perdidas en San José en febrero ante Verdasco y en marzo en Indian Wells ante Ljubicic) pero la última vez que se vieron ya le tumbó Rafa en semis de Indian Wells 2009, y por esas parecía que iba la cosa: sólido primer set del español con quiebre oportuno y tanteo parejo en el segundo.
Pero en el mundo del tenis existe la máxima de que quien revierte una tendencia negativa en el segundo set y se anota éste, tiene muchos boletos para llevarse el partido porque ya conoce el camino de como repetir la misma gesta, mientras que quien ha visto como ha perdido su buena dinámica de juego se pregunta qué pasó y no qué hago para que no me vuelva a pasar lo mismo: así se podría resumir el 4-6, 6-3 y 6-3 con el que Roddick acabó jugando espectacular y ni siquiera inmutándose ante algún ramalazo de tantazos espectaculares, en forma de 'passin-shots' inverosímiles, del ya mañana lunes nuevo número 3 del mundo. Habrá quien dirá que Nadal ya entró en decadencia, otros aventuran a su declive y hay alguno que apunta que antes Nadal este tipo de partidos los ganaba fácil, pero la cuestión no está en cuanto le falte al manacorí para llegar a ser el de antes, sino en que necesita tiempo y regularidad de torneos sin parones físicos para coger confianza. Porque se le nota sin confianza, como sufriendo, y este juego amigo Rafa no es para sufrir, sino para disfrutar.
La segunda semi de este Masters 1000 de Miami sí que defraudó muy mucho. Se esperaba un duelo parejo y vibrante entre dos tenistas enrachados, con grandes muescas a cuestas esta misma semana y con un tenis similar: buen saque y golpetazo que te crió cuando se podía. Pero Soderling (7º) volvió a fallar como en las semis de días antes en Indian Wells ante Roddick (8º) y contra Berdych (20º) caía por un contundente 6-2 que le deja a las puertas del desconsuelo: el sueco tiene mucho tenis y confianza pero lo saca en un par de partidos sueltos, y paulatinamente va perdiendo ese estatus de coco que por méritos propios se ha ganado en el circuito ATP, tanto en determinadas fases del año pasado como en muchos torneos de este 2010.
Con una final inédita se cerraba este 'Quinto Grande', ya que tanto Roddick (8º) como Berdych (20º) no entraban en las quinielas previas al torneo ni suelen ser asiduos de finales de tanta enjundia. Pero en estos once días de campeonato habían demostrado ser los mejores y ambos notaban la presión a su manera: Berdych porque a sus 24 años volvía a tener, de la mano de un nuevo entrenador, la oportunidad de reivindicarse como aquella promesa que hace cinco años, que tras ganar el Masters Series de París-Bercy 2005 y llegara a ser 9 del mundo en agosto de 2007, le auguraba un gran porvenir algo estancado desde entonces (a pesar de sus 5 títulos ATP), mientras que Roddick venía de fracasar en Indian Wells en su intento de cerrar el círculo de triunfos en todos los torneos 'yankees' que se disputan hoy día. Por esto último y viendo el ciclón imparable que parecía ser el tenis del centroeuropeo, el favorito parecía ser Berdych, todo un bofetón a las estadísticas que reflejaban un balance favorable al texano e incluso los dos últimos enfrentamientos, en semis de Brisbane y cuartos de San José 2010, se saldaron con éxito para el número uno americano.
Incomprensiblemente la organización dejaba todo un día de descanso para ambos tenistas, quienes tras disputar sus semis el viernes, no jugaron hasta el domingo al mediodía de Miami. Obviando a los detractores y benefactores de estos impases para descanar, recuperar fuerzas o romper el ritmo de competición, destacar que el 7-5 y 6-4 con el que ganaría Roddick fue la calcamonía a un duelo parejo y que el saber estar de Roddick rompió a su favor tras el 5-5 con el que el primer set parecía encaminarse al tie-break. Hasta ese instante, Andy apenas había inquietado el saque de Tomas, pero la necesidad de tener que tirar del marcador quizás pudo con el checo, quien pronto vería también como le rompían el saque en el segundo, y visto los obuses del de Nebraska, se convertía misión imposible arañar algo en los servicios del ídolo local.
Este Masters 1000 de Miami supone a sus 27 años el título número 29 de la carrera de Roddick desde que debutara como tenista profesional en el año 2000, aparte de otras 19 finales de ATP que ha disputado y perdido. Roddick lleva una marca increible de 8 años consecutivos acabando en el top ten a final de cada temporada y a pesar de que se le acusa de que únicamente rinde en los torneos de su país, en la hierba o en las pistas de tenis rápido (será muy raro verle ganar muchos partidos en tierra), es a día de hoy uno de los grandes y siempre favorito de segunda línea en casi todos los torneos. No atesora el glamour de otros tenistas (no será por su exhuberante pareja) pero siempre cumple y da guerra en infinidad de épocas distintas del año. Por ello, y porque ha sido el mejor tenista de este mes de marzo, Roddick encarna a la perfección uno de los valores del tenis: no importa la edad ni todos los triunfos antes conseguidos, la ilusión por competir y ganar siempre serán de lo primordial en este circuito ATP que a ellos les ha tocado vivir y jugar, y a nosotros disfrutar.
http://es.eurosport.yahoo.com/tennis/miami-masters/masculino/p1/
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