martes, 3 de agosto de 2010

Almagro se apunta Gstaad, Ferrero se anota Umag y Querrey tumba a Murray en Los Ángeles

Pocas semanas hay en la ATP con tres torneos, pero las hay, y esta última de julio fue una de ellas. Dos iban a ser en la tierra batida europea y otra en el cemento de Estados Unidos. Y claro, tras el impás de la semana anterior donde en Hamburgo se imponía el kazajo Golubev (37º) -muy raro que del único torneo en tierra de todo el mes de categoría 500 no se lo apunten los españoles-, la Armada Española volvió a demostrar su jerarquía sobre la arcilla y monopolizó los títulos de Gstaad (Suiza) y Umag (Croacia), donde esos tenistas de segunda fila, los guerreros -para grandes empresas están los líderes Nadal, Verdasco o Ferrer- que son Almagro y Ferrero lograron llegar hasta los 16 torneos ganados este año por los españoles, los mismos que en 2008, y eso que aún quedan cuatro largos meses de circuito. Realmente destacable que de esos 16 entorchados, Nadal tan solo se ha apuntado 5, los más importantes eso sí, pero que entre otros seis tenistas se hayan repartido 11 títulos es bastante meritorio.

El primero que sonreía ampliamente este domingo fue el murciano Nicolás Almagro (18º), quien en el torneo del nombre más raro de todo el circuito partía como segundo cabeza de serie, detrás del ruso Mikhail Youznhy (14º), aunque el ruso cayese en cuartos con una sorpresa de la previa. En esa ronda de cuartos el francés Gasquet (47º) ya frenaba los pasos de otro batallador español, un Montañés (23º) que venía de imponerse dos semanas antes en Stuttgart pero que no pudo con el galo por matices; en el otro lado del cuadro dos buenos tenistas como el ruso Andreev (88º) y el francés Chardy (69º) no pudieron con Gimeno-Traver (74º) y Nico respectivamente, y en el duelo español que aseguraba un tenista de la Armada en la final, la mayor jerarquía del murciano pudo con el valenciano.

Y el domingo, muy prontito, a las 11 de la mañana, se jugaba la final del ATP250 de Gstaad (Suiza) entre Almagro (18º) y Gasquet (47º) y aunque la revancha por la humillación de la Davis quedaba ya lejos -ellos dos no llegaron a jugar pero se encontraban en los banquillos- flotaba en el aire cierta sensación de revancha; Nico comenzó muy fuerte y super cómodo, y se jugaba casi todas las bolas a palazo limpio y planos, arriesgando con confianza, lo que le otorgó un break de ventaja que a la hora de cerrar con su saque el set lo perdería insulsamente para que la cosa se quedase en empate a 5 a pesar de que Richard había solicitado al fisio por un problema en un hombro. Ese break del francés se convertiría en un contrabreak rápido del español y por 7-5 se anotaba un primer set que siempre pareció suyo.

El galo no encontraba la manera de soltar su revés paralelo a una mano -el mejor del circuito, ese golpe lo ejecuta incluso más brillantemente que Roger- y se desinflaba al incio del segundo set a causa del hombro dolorido, hasta el punto de que con el 3-0 hizo un amago de abandono y eso me despistó: reconozco que estaba viendo el partido por internet el domingo por la mañana medio dormido -tras una noche de mala juerga- y con 7-5 y 3-0 para Nico por el rabillo del ojo vi que se daban la mano en la red y deduje que era el final del choque, con lo cual cierro internet y me duermo; cual es mi sorpresa que al de horas leo que Nico se impuso en Suiza por 7-5 y 6-1 y ninguna crónica habla del incidente de pseudoretirada con el 3-0 en el segundo set; no entro a juzgar a los periodistas que hacen minicrónicas de algunos partidos -yo mismo muchas veces comento partidos que ni vi, me los figuro por el resultado- pero si me llama la atención esta omisión de algo que a mi entender pudo ser curioso. No obstante, culpa mía por ver el aprtido sin sonido y retirarme a dormir antes de tiempo.


Si para Almagro Gstaad suponía su segundo título del año, tras el de Bastad en Suecia hace unas semanas, y el séptimo de su carrera a los 24 años, el de Umag en Croacia para Juan Carlos Ferrero (22º) supondría el tercero del año, tras un mes de febrero brillante en la gira sudamericana, con lo que eleva hasta 15 los títulos en una larga carrera que a sus 30 años ya ha conocido también otras 18 finales perdidas. Este torneo de Umag siempre ha sido un torneo con muchos ganadores españoles, y el propio Juanqui ya perdió el año pasado este mismo torneo contra el ruso Davydenko (6º), pero Nikolay, que era cabeza de serie número uno este año, caía en cuartos ante el argentino Chela (56º) y otro tenista relevante, el favorito local, Ljubicic (16º) se veía sorprendido por el italiano Starace (64º), por lo que si los organizadores ansíaban una semifinal entre Davydenko y Ljubicic para darle más empaque al torneo, sus ilusiones se fueron al traste con el Chela-Starace, mientras que otro italiano, Seppi (55º) también se cargaba al segundo cabeza de serie, el austríaco Jurgen Melzer (15º) que este mes de julio está compitiendo mucho y se le ve cansado, ya que cayó en cuartos de Stuttgart y sorpendentemente en Hamburgo en la final no pudo con un tenista 70 puestos más retrasado que él.

Starace (64º) y Ferrero (22º) llegaron a la final por sendas distintas, ya que el primero necesitó ir a los 3 sets y remontar ante Chela (56º), mientras que el segundo maniató sin problemas a Seppi (55º). Potito tenía la oportunidad de vengar a su compatriota y el levantino jugaba contra el segundo italiano en dos días: demasiadas coincidencias que el ex número uno mundial no dejó que se le volviesen en contra y desde muy temprano en el primer set cobró ventaja de un break y lo supo administrar; pero aunque estaba jugando mejor, Juan Carlos no se apuntó ese primer parcial tan fácil como cabía esperar y hubo de sufrir para cerrar el set y en el segundo era el italiano quien tiraba del marcador, auqnue Ferrero tuvo la virtud de llevar ese parcial parejo, pese a las intentonas del italiano de quebrarle, circunstancia que con el 4 iguales sí aprovechó el español para por un doble 6-4 volver a sentir lo que es anotarse un trofeo.


Y ya en el filo de la madrugada, entre el paso de domingo 1 al lunes 2 aquí en Europa pero plena tarde del 1 allí en Los Ángeles, se jugaría la final más larga de esta semana, 7 días en los que este torneo 'yankee' ofreció de todo. Como por ejemplo que quien sería el campeón final tuviera que salvar una pelota de partido en contra en semis o que el primer cabeza de serie jugase la mayoría de sus partidos a 3 sets, incluso contra rivales muy inferiores. Finalmente el campeón sería un Sam Querrey (20º) que se anotaba el cuarto título del año, una cosecha excelente, ya que a sus 22 años este año lleva ganados torneos en todas las superficies y épocas del año (Memphis en febrero en pista dura, Belgrado en mayo sobre tierra, Queen´s en junio sobre hierba y este de Los Ángeles en julio sobre pista rápida). Además, Sam retenía el título cosechado el año pasado y hacía bueno su condición de segundo cabeza de serie del torneo, aunque jugó largos partidos a 3 sets, con tie-breaks finales incluidos para alzarse con el título.

Este fue el torneo de la vuelta a la competición del letón Ernests Gulbis (28º), una de las sensaciones agradables de la primera parte del año, y el torneo angelino también vió a excelentes tenistas como el chipriota Baghdatis (26º) o el local Blake (117º) llegar hasta cuartos, aunque la nota medio positiva la daba el toledano Feliciano López (27º), quien se colaba en semis con un tenis efectivo de saque y recuperación de posiciones estratégicas en la cancha, pero que una vez allí no podía con Murray (4º), aunque en un partido a tres sets le endosara un 6-1. Si bien Andy había alcanzado la final con resultados 'oscuros', viendo las palizas que se había metido su rival, Querrey, la misma semana y mirando como Tipsarevic (46º) le había llevado al límite en semis, todo parecía a favor del tenista que recientemente despidió a su entrenador, Miles Maclagan, con quien ascendió hasta la cumbre, para buscar nuevos aires en Darren Cahil. Pero estos efectos aún no parece que se hicieran notar en el torneo californiano y Querrey conseguía voltear la final para anotarse el triunfo por 5-7, 7-6 y 6-3 cuando estuvo a punto de sucumbir en el segundo set.

Estuvo tan cerca de irse a la calle en tantos partidos y siempre parecía que Querrey iba a perder los diferentes partidos, que finalmente ganar seguro que le dio una enorme dosis de moral para intentar hacer algo digno en torneos mayores y no solo en los pequeños. Y otro dato a tener en cuenta: el dominador las semanas anteriores de la gira norteamericana de pista rápida, Mardy Fish (35º, triunfos en New Port y Atlanta) no jugó en Los Ángeles y puede que tal vez esté preparando el asalto a mayores empresas en agosto.

http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/

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