Los primeros duelos del año en Asia ofrecían dos ATP250 de bastante solera y si bien mucho top ten se dejó ver tanto en Tailandia como en Malasia, finalmente los títulos cayeron en manos de tenistas no tan habituados a levantar trofeos. El ruso Mikhail Youzhny (9º) lograría en Kuala Lumpur el séptimo título de su carrera deportiva, segundo de este año tras el de la arcilla de Munich en mayo, y a sus 28 años lleva una aparente regularidad de ganar al menos un torneo por año en el último lustro; mientras en Bangkok, el albaceteño Guillermo García López (53º) se anotaba a los 27 años el segundo título de su vida (tras el de Kitzbuhel el año pasado) y se quitaba el regusto amargo que le dejara en junio Llodra (28º) tras ganarle en la hierba de Eastbourne. Fue esta semana el primer contacto con los partidos de tenis en horario matinal (por la diferencia horaria con Asia) y una buena prueba de toque para lo que nos espera las dos próximas semanas en Pekín, Tokio y Shanghai.
En el ATP250 de Kuala Lumpur (Malasia) la nómina de jugadorazos era extensa, con el sueco Robin Soderling (5º) y el ruso Nikolay Davydenko (6º y defensor del título) como principales cabezas de serie pero con top tens de peso como el checo Tomas Berdych (7º) y el ruso Mikhail Youzhny (9º) más el acecho del español David Ferrer (11º) o el chipriota Marcos Baghdatis (18º) como candidatos muy plausibles a plantarse en la final. No obstante, únicamente el sorprendente semifinalista del pasado US Open, Youzhny, hizo valer tal condición y alargó su buen momento de juego. La primera de las sorpresas del torneo fue la derrota en segunda ronda del vigente campeón, Davydenko (6º), ante su compatriota Igor Andreev (102º) en tres larguísimos sets, con tie-break de por medio y sin capacidad de remontar el choque para el que fuera el tenista más en forma de finales de 2009 pero que tiene todas las papeletas de perder una enormidad de puntos en este segundo tramo del año. Tenistas como el uzbeko Istomin (43º), el ucranio Dolgopolov (55º) o el colombiano Giraldo (62º) dieron cierta guerra pero se quedaban en octavos y acto seguido sucumbirían en cuartos dos de los tenistas que mejores prestaciones han demostrado en la primera parte de este año pero que llevan un cierto rumbo errático los últimos meses: Soderling (5º y que cuesta recordarle una buena actuación desde su final en Roland Garros) iba a ser vapuleado por un humillante 6-3 y 6-2 por la revelación del torneo y otrora finalista, el kazajo Andrey Golubev (41º), mientras que del largo choque entre Ferrer y Berdych (7º y el otro que no se entera de nada desde su final en Wimbledon) saldría airoso un alicantino que en semis se despistó en los puntos calves para ceder por 7-5 y 7-6 ante el kazajo en uno de esos partidos con más de siete vidas de 'Ferru'. A la par, Youzhny se vio contra las cuerdas en cuartos ante Baghdatis (18º) y hubo de remontar sus tres últimos partidos, también en semis contra Andreev (102º, le endosaron un rosco pero siempre inquietó a Mikhail), mientras que en la final entre Youzhny (9º) y Golubev (41º) el espectáculo fue de altura, como siempre corresponde a que se crucen en el último partido los dos mejores tenistas de la semana: 6-7, 6-3 y 7-6 para el pupilo de Boris Shopkin y que gusta de saludar con un saludo militar ruso en memoria de su padre ante un Golubev que este año ya conquistó 500 puntos sobre la tierra de Hamburgo en julio y que está llamado a ser un tenista muy rocoso, de los denominados incordios.
A cientos de kilómetros de allí, en la capital tailandesa, en el ATP250 de Bangkok, solo se hablaba de una cosa, más bien de una persona. El tenista de moda las últimas semanas después de completar el Grand Slam en el Abierto de Estados Unidos, el español Rafael Nadal (1º), iba a ser de la partida y visto sus primeros duelos en los que arrasó cual vendaval a rivales muy inferiores eso sí, parecía que iba a sumar su primer título de categoría 250 del año, tras los tres Masters 1000 de tierra y tres Majors conquistados hasta ahora. Las otras raquetas relevantes iban a ser otro español, Fernando Verdasco (8º), el austríaco Melzer (13º) o el letón Gulbis (25º), con un ojo en el holandés de Bakker (47º) o el serbio Troicki (48º), pero todos ellos adolecieron de falta de ritmo de preparación para esta gira y obviando el petardazo de Verdasco (8º) ante el alemán Benjamin Becker (65º) en primera ronda, el gran bombazo iba a llegar en semifinales: en la final ya esperaba el finés Jarko Nieminen (60º), pero del duelo entre españoles nadie se imaginaba que Guillermo García-López (53º) tumbaría a Nadal (1º), porque si bien lo hizo por 2-6, 7-6 y 6-3, este choque resultó ser toda una agonía para el vencedor final, ya que mucho más de medio partido Nadal dispondría de innumerables bolas de break, por tan solo una del albaceteño: finalmente la cabezonería de uno pudo con el físico del otro, por increíble que parezca y con este subidón moral, García-López (53º) hubo de irse de nuevo a 3 sets en la final ante Nieminen (60º), pero acabó alzando el que es el decimoctavo título del año para la Armada Española. Sin embargo, otro año más, Asia vuelve a mostrarse como el escenario donde parece que es diferente jugar el mismo tenis que el resto del año, ya que como le sucediera a Delpo el año pasado, quien llega en racha, se estampa.
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