domingo, 31 de octubre de 2010

San Petersburgo para Kukushkin, Viena para Melzer y Montpellier para Monfils

Se nota ya que esto se acaba, no porque muchos tenistas estén ya fundidos, que también, sino porque en otra rara semana en el circuito ATP donde se disputan tres torneos a la vez los mismos siete días, del top ten únicamente el ruso Youzhny (10º y porque necesita los puntos para llegar a Londres) salió a competir; y claro, ello derivó en tres nuevos campeones este año, ya que tres tenistas estrenaban su casillero de títulos esta temporada; dos de ellos ya están bastante consagrados en la elite tenística, como son Melzer (12º) y Monfils (15º), que casualidades de la vida, también optan aún a conseguir una de las tres plazas que restan todavía para el torneo de Maestros de la capital inglesa, aunque más bien diría que opciones reales de plaza quedan dos, porque el sexto hombre prácticamente sin puntuar será Berdych (6º, por su abrumadora ventaja en puntos), mientras que los españoles Verdasco (7º) y Ferrer (8º) deberán vigilar ante todo a los propios Youzhny (10º) y Melzer (12º, por ser los dos tenistas más en forma las últimas semanas de entre los que se juegan dichas opciones), mientras que Roddick (9º), Davydenko (11º), Tsonga (13º) y Cilic (14º) parecen contar con pocas opciones debido a sus pobres resultados en este tramo del año y Monfils (15º) parece haber reaccionado tarde, aunque dos buenas actuaciones en Basilea o Valencia y París-Bercy les puede catapultar a luchar por ser Maestro entre los 8 mejores del año dentro de unas semanas.

No obstante, ésta no pareció ser la lucha que brilló esta semana en los ATP250 de San Petersburgo, Viena y Montpellier, donde se repartieron muchos de los primeros 70 tenistas del ranking. En suelo ruso, el campeón del año pasado, el ucranio Stakhovosky (37º) caería en primera ronda ante el alemán Benjamin Becker (57º) y por tanto se esfumaba la opción de que hubiera un mismo vencedor. Mirando el cuadro de cada torneo, a priori, quien contaban con la peor participación (como ya se dijo, excluyendo los 9 primeros del mundo que optaron por descansar) era este torneo ruso, ya que únicamente Youznhy (10º) destacaba entre tenistas más allá del top 30 y además por primera vez en mucho tiempo, se convertía en el número uno de su país, al adelantar en el ranking ATP al gran Nikolay Davydenko (11º); sin embargo, su camino a la final no fue un paseo de rosas, ya que el rumano Hanescu (52º) en cuartos y sobre todo su compatriota Tursunov (264º) en semis le sometieron a 3 duros sets y le obligaron a ganarse su pase al tie-break de ese último parcial, e incluso en semis hubo de salvar hasta 4 bolas de partido en contra. Otros dos tenistas con hechuras de excelentes y correosos peloteros, como son el serbio Tipsarevic (46º) y el ucranio Dolgopolov (49º) cedían en cuartos, y la parte baja del cuadro presentaba a la gran revelación y sorpresa del torneo, que llegaría hasta la final con un tenis contundente: el kazajo Mikhail Kukushkin (88º) se presentaba a sus 22 años en su primera final con una sonora victoria ante Wawrinka (21º) en las semis de la Davis de un mes antes y unos cuartos de Bangkok donde cayó ante Nadal como tarjeta de presentación. Si bien el favorito era Youznhy (10º), quizás la frescura de sets no afrontados del kazajo fuera determinante para que por 6-3 y 7-6 (2) lograse tumbar al deseado del público, quien también pidió la ayuda del fisio en el segundo parcial por problemas de espalda.

Del este de Europa, nos trasladamos al centro del Viejo Continente, a la capital de los balls, y en Viena, el ganador del año pasado logaría retener el título. Si en octubre de 2009 Jurgen Melzer (12º) era un asiduo de rondar entre el top 30 y 50 pero sin llegar trasnformar en títulos y brillantes actuaciones el tenis que lleva dentro, a sus 29 años este 2010 está siendo su gran año: semifinales en Roland Garros remontando dos sets en contra en cuartos ante Djokovic (3º) o la solvencia con que tumbó a Nadal en el Masters 1000 de Shanghai unas semanas antes, redondean su excepcional año, también en dobles, donde junto a Petzschner (56º) conquistó Wimbledon en julio y ya se encuentran clasificados para Londres en dicha disciplina; si consigue clasificarse en individuales también, sería todo un hito y un mérito tremendo el compaginar tan bien las dos modalidades tenísiticas.

En cuanto al tenis y a la propia competición en sí se refiere, los grandes cabezas de serie del torneo vienés erán, además de Melzer (12º), el croata Cilic (14º), el chipriota Baghdatis (20º) y el español Almagro (16º), pero fueron siendo eliminados progresivamente en octavos, cuartos y semis por Haider-Maurer (157º), Michael Berrer (53º) y Melzer (12º) respectivamente. Notable es que Nico llegase hasta semis en un tipo de pistas donde no se le ve tan asiduamente (la tierra le favorece, como indican sus dos títulos de julio de este año en Bastad y Gstad), aunque bien pudo ayudar el hecho de que en octavos y cuartos se encontrara a rivales 'de tierra' como él, como son el colombiano Giraldo (69º) y el argentino Chela (41º). Pero la gran noticia de la semana en la capital austríaca iba a ser el retorno a las canchas a los 43 años y después de más de diez años desde que se retiró del tenis profesional del campeón local Thomas Muster, con un ranking de 974 del mundo después de que este año decidiera competir de nuevo en torneos challengers y que recibió la invitación de los organizadores: todo estaba preparado para que el show de este redebut fuera ante el letón Gulbis (26º), pero la lesion de éste último posibilitó la invitación al 'lucky loser' (tenista de la qualy que no consigue clasificarse para la fase final pero que por abandono de algún tenista antes del arranque del torneo ha de sustituirle) favorito de los organizadores como es esa gran esperanza del tenis austríaco Andreas Haider-Maurer (157º), un joven valor que se presenta como la nueva esperanza austríaca. El novato solventó su duelo ante el viejo Muster con dosis de buen tenis y quizás permitió a la leyenda que se regalara la posibilidad de forzar un tie-break, pero después fue avanzado rondas con más o menos longitud en sets, pero logró llegar con todas las opciones al domingo, donde sí se escenficaba un duelo generacional en condiciones dentro del tenis austríaco: el presente que es Melzer (12º) contra un futuro prometedor que es Haider-Maurer (este año en el US Open obligó al sueco Soderling, quinta raqueta del mundo, a ir hasta los 5 sets en primera ronda); tras dos tie-breaks de infarto, uno para cada uno, Melzer logaría remontar el choque e incluso escaparse de un juego de saque donde su rival servía para partido para llevarse su primera corona del año (lo que denota su regularidad en muchos torneos, ya que sin triunfos anda rozando el top ten) por 6-7 (10), 7-6 (4) y 6-4.

Finalmente, en suelo francés se jugaba en Montpellier un torneo en sustitución del de Lyon y tal como presagiaba un cuadro plagado de jugadores galos, finalmente su actual número dos en cuanto a ranking pero el más en forma (tras su exhibición en semis de la Davis ante Argentina, Monfils en octubre venía de firmar una final en Tokio y ahora se lleva la muesca de Montpellier) despejaba las dudas de cara a la capitanía de su país en las finales de la Copa Davis a disputar en diciembre en suelo serbio. Los propios Tsonga (13º) y Monfils (15º) eran los grandes cabezas de serie junto con Davydenko (11º) y Ljubicic(17º) y por la parte baja del cuadro hubo casi pleno de cruces franceses: primero Gilles Simon (48º) remontaba un duelo increíble (magnífico ejemplo de como estar casi dos sets enteros a remolque en el marcador a merced del rival para al final imponerse en tres mangas gracias a la cabezonería de nunca cejar en el emepño) ante Nalbandian (31º) en octavos y tras unos cuartos donde Tsonga (13º) no dejaba al pollito repetir la gesta contra el 'Rey David', en semis se escenificó la lucha por la capitanía francesa entre los dos números uno: Monfils (15º) alargaba en exceso su pase ante 'Ali' pero llegaba a una final donde no le esperaban ni Llodra (32º), ni Isner (19º), ni Gasquet (28º) ni Davydenko (11º), los máximos favoritos de esa parte del cuadro, sino un Ljubicic (17º) que eso sí, llegaba vacío al domingo tras duras batallas ante Nieminen (44º) en cuartos (buenos torneos que está realizando el finés las últimas semanas, siempre hablamos de él, pero que no acaba de concretar en algo digno ni por realizar una semana del todo explosiva) y Montañés (23º) en semis, al que aniquiló a base de aces. Pero su gran arma no le funcionó en la final y aunque parecía que tras tenerlo todo perdido en el segundo set e imponerse en dicha manga revertía del todo la dinámica negativa de su duelo ante Monfils (15º), Ljubicic (17º) cedía cinco juegos de golpe al arranque del set definitivo y sigue sin conocer la victoria en una final desde aquella de Indian Wells de marzo de este mismo año ante Roddick (9º).

http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/

http://es.atpworldtour.com/Rankings/Singles.aspx

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