domingo, 9 de enero de 2011

Federer 2010: logra su 16º Grand Slam en Australia pero falal en los otros 'Majors' aunque cierra el año como Maestro

Excelente-genial, mal-fatal tirando a desastroso y regular acabando bien. Así se podría definir el año del suizo Roger Federer (2º), que conquistó en enero en Australia su decimosexto Grand Slam en sus 12 años de carrera pero que después bajó sensiblemente su nivel tenístico mucho más de media temporada y solamente hacia el final lo enmendó con algún Masters 1000 (Cincinnati en agosto) y el título de Maestros en Londres en noviembre. En total, ganó cinco títulos en este 2010 (Australian Open, Masters 1000 Cincinnati, Estocolmo, Basilea y los ATP WORLD TOUR FINALS) para 65 victorias y 13 derrotas. Ha podio tener circuitos desastrosos (como el de tierra batida) o ha podido dar síntomas de debilidad como nunca antes las dió (en la hierba en Halle estuvo fallón) pero quienes llevan años pronosticando su ocaso tenístico y su retirada profesional, aún deberán seguir comiéndose sus palabras, porque Roger lleva unos cuantos añitos volviendo por sus fueros cada vez que se le quiere enterrar.


Tal como le pasara a su gran rival en las pistas de medio mundo, Nadal (1º), arrancó el año siendo batido en semis de Doha por el ruso Nikolay Davydenko (6º), el tenista de moda esa parte del año, ya que era el reciente Maestro y su tenis 'de ventilador' asustaba a todos de cara al Australian Open. Pero en Melbourne el ruso de origen ucraniano se toparía en cuartos de nuevo con Federer (1º) y una vez que éste calibró el juego del antidivo caucásico, le enseñó el camino de vía crucis que siempre ha lastrado a Nikolay en los Grand Slams: partidos más allá de los 3 o 4 sets pocos se anota el ruso, por lo que los partidos largos y el físico son su lastre, pocos duelos a 5 mangas se le conocen como victorias a Davydenko, quizás uno de los únicos el que a punto estuvo de remontarle una ronda antes precisamente en Melbourne el español Verdasco (9º). El haber tumbado a 'Muñeco Diabólico' le dió alas a Roger y Tsonga (10º) y Murray (4º) no serían rivales en pleno verano austral.

Pero en la cúspide de su tenis de nuevo (tras un 2008 donde perdió por primera vez en años su número uno mundial ante Nadal, en 2009 las lesiones de este último lo catapultaron de nuevo a la cima y a la salida de Australia pudo relajarse algo viendo a Rafa tocado aún de una de sus rodillas), un virus pulmonar le atacó en febrero en un viaje humanitario a Kenia y jugaría debilitado en marzo por la gira norteamericana primaveral de pista dura. Luchó y sudó sus derrotas pero tanto el chipriota Baghdatis (33º) en el desierto californiano de Indian Wells como el checo Berdych (20º) en la soleada Miami lo apearon en tres sets en las rondas iniciales, con lo cual se daba de nuevo pábulo al bajo estado de forma de Roger.

Y justamente la temporada de tierra batida no era su elemento favorito ni el lugar idóneo para redespegar en su juego. Optaba por renunciar a un clásico como el Masters 1000 de Montecarlo y en Roma en su primer partido tendría la desgracia de cruzarse con un Gulbis (40º) en su semana de gracia, como lo demostraría en semis noqueando casi al mismísimo Rafa. La preparación del suizo para Roland Garros no parecía la adecuada, y máxime tras la derrota en semis de Estoril (un torneo menor que el suizo gusta de jugar para rodarse en arcilla) ante Montanés (34º) y la rara final en la Caja Mágica de Madrid donde Nadal (3º) le volvía a quitar su cetro de 2009, como augurio de lo que pasó y pasaría semanas después en París: junto con ambas victorias se traspasó, además del título en dichos torneos, el número uno mundial también, ya que en cuartos de Roland Garros el sueco Soderling (7º) remontaba el set incial para en cuatro mangas vengarse de la derrota de un año antes en el mismo escenario entre sueco y suizo.


Las sensaciones no seguían siendo buenas y menos aún tras caer en junio en la hierba de su querido Halle ante el australiano Leyton Hewitt (32º), un viejo ex número uno de los primeros años de Roger en el top ten, es decir, de hace unos 7 u 8 años. Y ese alarmante bajón de jugar sin un patrón definido en el pasto se devoró al propio Roger en cuartos de Wimbledon, porque otra vez Berdych (13º), como en Miami, le ganó bien, en cuatro sets, y sin dejarle entrar en ningún momento en el partido. Ya llevaba el segundo grande donde no hacía valer aquella espectacular racha de 23 semis consecutivos de 'Majors' que rompiera meses antes en Roland Garros y en el horizonte solo le quedaba el US Open, para el cual mejoró sobremanera sus prestaciones en la gira de agosto por Canadá y Cincinnati. En Toronto caía en la final ante Murray (4º) en un partido de demasiados breaks y contrabreaks, pero se anotaba el Masters 1000 de los grandes lorrys y trucks ante Fish (36º) haciendo simplemente lo justo y necesario.

Su juego estaba siendo el idóneo para el último grande del año y se encaminaba hacia una apoteósica final contra Nadal (1º) en Nueva York, pero en semis se olvidó de aprovechar las dos pelotas de partido que dispusó en el quinto set ante el serbio Djokovic (3º) y se quedaba sin final de lunes (tradición ya los uñtimos años en el US Open debido a la lluvia) en muchos años. Salía de EE.UU Roger con la sensación rara de que había sido apeado en Roland Garros, Wimbledon y US Open por el tenista que llegaría después a la final y que allí Nadal los ganaba mucho más fácil de lo que él no pudo hacerlo. Esta última derrota ante 'Nole' encabritó muy mucho al suizo y preparó a conciencia la parte final del año: optó por descansar y entrenar duro casi un mes entero y esto le llevó a jugar tan solo un torneo en la gira asiática, el más importante de Shanghai que perdió fácil en la final ante Murray (4º), pero que antes de eso había tumbado con pasmosa superioridad a dos top tens como Soderling (5º) y Djokovic (2º), a quien estos últimos meses ganaría dos veces más (Basilea y Londres).Entró en una racha pavorosa de juego y resultados para conquistar Estocolmo y Basilea ante Mayer (47º) y Novak, antes de jugar el partido más ajustado del año (obviando el 70-68 del quinto set de Wimbledon entre Isner y Mahut) en las semis de París-Bercy ante el ídolo local Monfils (14º), contra el que cayó contra pronóstico.

En Londres volvía a ser uno de los máximos favoritos, como en el US Open, pero si allí ese favoritismo lo hizo valer Nadal, en el torneo de Maestos la sensación era que iba a ocurrir lo mismo: si en Nueva York Rafa era el favorito para cerrar el círculo de Grand Slam que le faltaba, en Londres el título de Maestros era algo que faltaba en las vitrinas del español y esta peculiaridad (reto que se le presenta, reto que consigue Rafa) marcaba las quinielas. En el Round Robin Federer (2º) ganó con isnultante superioridad a Ferrer (7º), Murray (5º) y Soderling (4º), incluso desarboló todo el juego de Djokovic (3º) en semifinales y aunque perdió su primer set del torneo en la final ante Nadal (1º y proporcionando el mejor partido posible para cerrar el año), su buen servicio y el saber jugar con el desgastado físico de su rival hicieron que Federer (2º) acabase el año como Maestro 2010 y con la vitola de ser quien mejor cierra el año, el tenista a batir en próximas fechas y el aspirante al trono mundial que durante muchos años ha sido suyo y que las últimas temporadas se va alternando entre los dos mejores del momento.

Parte de lo explicado en el texto de esta entrada se puede ver y disfrutar en el vídeo que precede a estas líneas. Como siempre, queriendo acompañar musicalmente el juego de cada tenista, en esta ocasión los sones elegidos para el suizo es el pop más dulce del momento actual con bases rítmicas electrónicas, pero siempre con melodías muy pegadizas como el 'Fire with fire' de Scissors Sisters, el 'Human' de The Killers y el 'Viva la vida' de Coldplay. A gozarla.

http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-ranking/2010/calendar/

http://es.atpworldtour.com/Tennis/Players/Top-Players/Roger-Federer.aspx?t=pa

http://www.youtube.com/watch?v=F2D9yu2PdvY

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