En Dubai conseguía repetir el título de 2009 el serbio Novak Djokovic tras kilométricos partidos a 3 sets desde segunda ronda y con la lluvia como principal variante. En una semana que salía a la luz el debate sobre la dureza del circuito ya que de 7 de los top ten actuales están en el dique seco, 'Nole' era el único crack en jugar y ganar, aunque sufriendo una barbaridad. En Delray Beach una joven promesa que iba para eterna, el letón Ernests Gulbis, ganaba por fin una final y se quitaba mucha presión, aparte de acallar la boca de muchos listillos, a mi entre ellos. Bravo por él. Y quien volvía a conocer las mieles del éxito tras un 2009 sin títulos y que desde que fuera número 4 del mundo en agosto de 2008 parecía que había caído en barrena, fue el alicantino David Ferrer, que se tomaba en tierras mexicanas la revancha de una semana antes frente a su amigo Ferrero.
La capital de ese emergente país para el lujo y la sofisticación que es de muchos años a esta parte Emiratos Árabes Unidos, Dubai, arrancaba con la sensiblísima baja del actual número uno del mundo, el suizo Roger Federer, que arrastraba una infección pulmonar que le tuvo debilitado toda la semana anterior, incluso durante su visita de solidaridad a Etiopía a mediados de mes. Con el balcánico Djokovic como defensor de la corona y grandes tenistas inscritos, este ATP500 de Dubai se mostraba como uno de los torneos más golosos del circuito y muchos lo tomaron como un buen banco de pruebas para la próxima gran gira norteamericana de pista dura de casi todo marzo en Indian Wells y Miami. Con Cilic, Murray, Davydenko o Tsonga en el cuadro, los organizadores-jeques bien podrían presumir de torneazo pero lo que acabó pasando fue que entre la lluvia del día de la final y las dolencias físicas de varios de estos gallitos que les llevaron a caer curiosamente en la misma ronda, la segunda, la sensación que dejaba Dubai era algo deslabazada y descorazonadora, como si los grandes hubiesen fallado o como si se hubiese perdido una oportunidad de oro para ver un mejor espectáculo tenístico.
Por la parte alta, los cocos eran Cilic y Murray, mientras que por la baja los favoritos eran Djokovic y Davydenko, con el permiso de Tsonga. Hubiesen sido unas semis flipantes, pero a esa penúltima ronda solamente llegó 'Nole'. Porque un hombre que en este 2010 tan solo llevaba una única derrota (y en semis de Australia) y dos torneos en el zurrón (Chennai y Zagreb), el croata Marin Cilic (9º) se vió sorprendido en cuartos, tras ganar sin apenas quebraderos de cabeza al francés Arnaud Clement (67º) y al austríaco Stefan Koubek (135º), por otro austríaco, el mejor de su país, un Jurgen Melzer (31º) que con su tipo de tenis a lo dobles resulta muy asfixiante por momentos. 7-6 y 7-5 para uno de los sorpresones del torneo, aunque el tropiezo más inesperado lo daba el 4 del mundo, el escocés Andy Murray, cuando una ronda antes caía por 7-6, 4-6 y 6-4 ante el serbio Janko Tipsarevic (39º), el tenista devora-libros. Murray solo había ganado en primera ronda al ruso Igor Kunitsyn (111º) y pagaba el descanso que se tomó desde el último Grand Slam. Y por la parte baja del cuadro tampoco llegaron muy lejos los otros dos cocos. Ni Davydenko (6º) ni Tsonga (11º) pudieron plasmar la superioridad que su ranking les otorgaba ante rivales inferiores y cayeron también en su segunda aparición en el torneo ante el alemán Michael Berrer (56º) y el croata Ivan Ljubicic (26º), respectivamente, y después de tumbar el primer día a los galos Florent Serra (59º) y Michael Lodrá (65º), campeón unos días antes en Marsella , también respectivamente. Lo de Nikolay fue curioso, porque después de ganar por 6-3 el primer set, se retiró aquejado por dolencias en una de sus muñecas y daba vía libre al germano. Y lo de Jo-Wilfred se solventó en un 7-5 y 6-3 ante el pelado con residencia en Mónaco y que llegara a número tres de la ATP en 2005.
Con este panorama, una de las semis la componían Melzer contra el ruso Mikhail Youznhy (15º) y el 7-5, 7-6 con el que el tenista de Moscú tumbaba al jugador que un día antes había sido capaz de noquear a Murray deja claro que tanto para uno como para otro, estuvo tan cerca la victoria como la derrota. Por lo que respecta a Djokovic, curiosa fue su andadura por las pistas de Dubai. Únicamente frente al español Guillermo García-López (47º) en primera ronda conoció un choque plácido, porque en los otros cuatro duelos hasta levantar el pedazo trofeo que le dieron los jeques árabes hubo de sudar en todos y cada uno de ellos hasta el tercer set y en la mayoría remontando el set inicial en contra. Su compatriota Viktor Troicki (35º) ya le llevó al límite, Ljubicic (26º) le esprimía un nivel más y el chipriota Marcos Baghdatis (37º) le ganaba al tie-break un raro set con muchos breaks y después obligaba a Novak a sacar su mejor versión. La final entre Youznhy y Djokovic comenzó un sábado y terminó en domingo, pero por culpa de la lluvia y de una tormenta espectacular de rayos y truenos de cuento fantástico. Curiosamente, Novak tenía bien encauzado el partido con 7-5 y 2-0 en el segundo set cuando las inclemencias meteorológicas obligaban a suspender la final hasta el día siguiente; esa interrupción le trajo al balcánico el recuerdo de las semis de Rotterdam de semanas antes y su mente se llenó de preocupaciones, cosa que Youznhy refrendaba con dos breaks que le daban el set por 7-5. Y cuando todo parecía inclinarse por el ruso, la casta y oficio de integrante del 'Big Five' llevaba ad de Belgrado al título por 6-3 en el definitivo parcial. Segunda final de un ATP500 perdido consecutivamente este mes por el ruso, tras caer en Rotterdam ante Soderling (8º), manera cruel de no 'malgastar' pero si apenas aprovechar un formidable estado de forma. El actual número dos del mundo acababa fundido pero con las ganas de revertir la tendencia de 2009, donde también triunfó en Dubai pero que después no acababa de rematar los buenos torneos que haría en tierra y pista rápida principalmente.
Si Dubai era la piedra de toque para quienes no tienen en mente la Copa Davis y si el binomio Indian Wells-Miami, Acapulco resultaba justo lo contrario y la culpa la tenía la superficie, la tierra batida. Por un lado, los dos primeros espadas del equipo estadounidense de la Davis, Isner (21º) y Querrey (22º), después de disputar entre ambos el domingo anterior la final de Memphis, eligieron la arcilla mexicana para rodarse con vistas a su serie contra Serbia en esta superficie. Pero ambos cayeron el primer día, Isner contra el alemán Simon Greul (62º) en casi dos tie-breaks pero sin dejar apenas sensación de solidez, mientras que Querrey únicamente cedió en el tie-break del tercer set ante un grande, el chileno Fernando González (12º), otro que quíso familiarizarse con la tierra batida pensando en Israel. 'El Bombardero de la Reina' sufrió muchas lagunas en Acapulco pero fue pasando ronda tras ronda en duelos largos a tres sets ante el rumano Victor Hanescu (44º) y el argentino Eduardo Schwank (81º) antes de ceder en semis ante el futuro campeón, no sin antes plantar cara con casta.
El defensor del título, el murciano Nicolás Almagro (27º) demostró desde el primer día que tiene un idilio con este torneo, porque a sus triunfos de 2008 y 2009 parecía que presentaba una candidatura sólida tras apear con solvencia al israelí Dudi Sela (64º), otro con la mente puesta en rodarse por su país, y con oficio (tres sets con tie-break final) al francés Richar Gasquet (54º), un jugador que lentamente parece estar volviendo a su mejor nivel. Pero en cuartos se cruzaba con el tenista más en forma de este mes de febrero, el valenciano Juan Carlos Ferrero (16º), ganador de corrido en Costa do Sauipe y Buenos Aires, pero que desde hacía muchos duelos Nico le forzaba a jugar tres sets. La semi del 'Mosquito' fue contra Juan Mónaco, que venció a un tocado Verdasco (10º) en cuartos, antes que él mismo hubo de abandonar contra 'Juanqui' cuando perdió por 7-5 un set que acabó con molestias del argentino en la mano. Con Ferrero ya esperando en la final, 'Ferru' debía de medirse a un 'Bonzo' que después de ganar el primer set al tie-break encajaba un sonrojante rosco y desaparecía de la semi. En la final entre los dos titulares de España en la Davis de la semana siguiente, Ferrer y Ferrero, se repitió lo de Buenos Aires: intensa final a tres sets que cayó del lado del de Javea esta vez ya que tres semanas seguidas jugando partidos cada día pasaba factura a la rodilla de Ferrero y que incluso le impedirá jugar contra Suiza en Logroño.
Y en el ATP250 de Delray Beach la participación fue de lo más paupérrima. Ningún coco ni nadie cercano al top ten y con el único reclamo del alemán Tommy Haas (19º) o el croata Ivo Karlovic (33º) como principales tenistas y cabezas de serie. Roddick que andaba en ese mini-circuito americano y había disputado tanto San José como Memphis, no acudía al feudo de Mardy Fish (73º), que a pesar no haber hecho nada en todo el año, aquí iba pasando rondas hasta que en semis el cañonero Karlovic le paraba los pies. La otra semi fue entre el finés Jarko Nieminen (109º), desparecido del circuito desde que perdiera la final de Sydeny 2009 ante Nalbandian, y el letón Ernests Gulbis (72º), criado en la misma academia de tenis alemana que Djokovic y que le ha costado unos dos años en confirmar los augurios de crack que se le presuponían. Gulbis noqueaba con firmeza la final que jugó contra el favorito Karlovic, ya que ganar por 6-2 y 6-3 un partido contra Ivo, que siempre retiene muchos de sus saques hasta perder o ganar los sets en las muertes súbitas, presupone una autoridad aplastante.
Para marzo, donde imperan dos magníficos Masters 100, el de Indian Wells en el desierto californiano y el de Miami en la costa de Florida, el arranque programa los cruces de primera ronda de la Copa Davis 2010 y si muchos paises no podrán contar con grandes tenistas lesionados a día de hoy, la mayoría de aficionados solo esperamos la recuperación de los Federer, Nadal, Del Potro, Davydenko o Nalbandian, entre otros, para seguir disfrutando de partidazos y choques entre los mejores posibles, aunque sin menospreciar a los demás, ya que hasta alrdedor del 90 del mundo todos son unos maquinones de este deporte. ¡¡¡VIVA EL TENIS!!!
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