En otros tiempos hubiese sido un sólido número 1 mundial, pero ante lo que muchos consideran la mala suerte de coincidir con superclases como Federer o Nadal, él mismo afirma que le resulta un placer y un reto hipermotivante enfrentarse a grandes campeones. LLeva en la élite desde la primavera de 2007, cuando ganó en Miami, y ya posee un torneo de Grand Slam, el Open de Australia de 2008, además de varios Masters muy importantes. Aunque ha batido alguna que otra vez a Nadal y Federer, tanto la irrupción de Murray y Del Potro como una cierta apatía por intentar llegar a su tope podían aparentar que estuviera estancado, sin nada más que ofrecer, aunque personalmente creo que lo mejor de 'Nole' está por llegar.
Entrenado por Marian Vajda desde su niñez, tras un relativamente buen 2008, donde empezó el año con el cetro en Australia e Indian Wells y lo acabó siendo Maestro, para el 2009 su principal problema era la cantidad de puntos que tenía que defender. Aunque sea de la misma opinión que los otros dos gallitos del circuito de que la ATP tiene el calendario muy cargado y que debería reducirse, siempre fue un jugador de disputar muchos torneos, algo lógico en todos los tenistas jóvenes: al principio es de ley jugar mucho para hacerte un nombre y ganar dinero, pero ante el actual sistema de puntos si en 2008 jugaste mucho por narices estas obligado a jugar mucho en 2009 para defender esos puntos y además presionado por Murray que ansiaba su tercer puesto desde finales del ejercicio pasado. De este modo, disputó un total de 23 torneos a lo largo de este año, de los que se impuso en 5, la mayoría de un rango ciertamente menor.
Asi como Nadal se empeño en mejorar su saque para ganar en tenis, Novak no podía retirar de su retina auqella doble volea a bocajarro que hubo de ejecutar en semis de las Olimpiadas contra Nadal en el tercer set y que al fallar la segunda volea, facilísima, perdió auqel match con ese sorprendente fallo. Y para mejorar en la red, nada como contar con los servicios del estadounidense Todd Martin, gran voleador de la década de los 90, para complementar sus entrenamientos a lo largo del todo año.
Comenzó el año muy pronto, en su línea, cuando otros grandes descansaban, 'Nole' acudió en la primera semana de enero a Brisbane (Australia) como priemr cabeza de serie pero en su primer partido del año sucumbió por un doble 6-4 ante el letón Ernest Gulbis, de quien ya se llevaba todo un año diciendo que iba a ser un megacrack pero que no daba el salto de calidad. Tampoco hubo d ejugar mucho ni bien ante Djokovic, que más parecía un jugador en plena pretemporada más propia de otros deportes. Pero pareció ajustar más el punto de mira para el ATP250 de Sydney y allí batió consecutivamente al francés Paul-Henry Mathieu y al croata Mario Ancic antes de doblegarse en semis en un raro tie-break del segundo set frente al finlandés Jarko Nieminen, 40º del mundo aquella semana, 88º hoy en día (encontré en la página de la ATP la manera de saber en qué posición estaban los jugadores cada semana, y es una gozada para esta clase de informes, aunque eso no quiere decir que lo aplique con cada jugador).
Para el verano de Melbourne, 'Nole' llegaba con la presión de tener que defender los puntos del año pasado, un total de 1000 en 2008 que por el doblaje del nuevo sistema de puntos para este año, en 2009 tenían que ser 2000. En un ejercicio de mentalidad ganadora y adulta, el serbio reveló que no se hallaba en las mismas condiciones físicas que cuando tumbó un año antes a 'Ali' Tsonga y la táctica de quitarse presión no pudo darle réditos por la inexplicable ineptitud de los organizadores 'aussies', quiénes ponían sus partidos entre la mediodía y primera hora de la tarde en un verano sofocante (la gran cagada de los organizadores vino más adelante). En primera ronda de Australia liquidó solventemente a Andrea Stoppini (220º), en segunda ronda con algún apuro más al francés (68º), y en tercera ronda en 4 sets y un tie-break sinsorgo a favor al 'yankee' Amer Delic (127º), para ir calentando motores.
Se topó en octavos con el chipriota Marcos Baghdatis, perdido en el puesto 97 del ranking de la ATP esa semana pero que había sido la sensación del torneo en 2006 solamente siendo derrotado en la final por Federer. Sin embargo, el coletudo chipriota deambulaba durante varios años por la ATP sin poder recuperar su máximo nivel -este mismo año, en octubre, ganaría en Estocolmo-y aunque provocó dos tie-breaks, uno que perdió y otro se apuntó, no pudo mantener la más mínima regularidad para soprender a un 'crío' más fresco que él. Pero esta supuesta juventud de Novak no resultó válida en cuartos ante el estadounidense Roddick, noveno del mundo aquella semana. Y más que nada porque se dió un día de un calorazo tremendo en plena tarde que fundió los plomos del serbio: logró apuntarse el primer set al tie-break con algún destello de clase pero tras perder el segundo y tercer set por 6-4 y 6-2, Novak se hubo de retirar en el cuarto cuando perdía por 2-1 desmallado por el calor. Hasta ahí todo presumiblemente normal, ya que el calor también afectaba a Roddick, pero la no previsión de los organizadores ante estas incidencias climatológicas y lo que es peor, que en rondas posteriores y para los partidos de la misma franja horaria se tapaba la cubierta de la pista principal y ya se jugaba en condiciones aceptables y frescas a la sombra. Una grave discriminación para Novak, una medida que ya llegaba tarde.
La no revalidación de este título no supuso ningún trauma para el serbio, quién aprovechó febrero más para entrenar las dos primeras semanas y en la tercera acudir al ATP500 de Dubai, un atractivo torneo que un año antes había ganado Andy Roddick en aquella 'semana buena' que parafraseando 'el minuto bueno' de los ciclistas que utiliza el ex ciclista Perico Delgado había tenido Feliciano López, a quién le entraban todos los saques y a zambombazo limpio llegó a la final apabullando pero que perdió esa chispa en esa final (en 2009 gozó de la misma 'semana buena' en octubre en el Masters 1000 de Shanghai antes de retirarse en el segundo set de las semis ante Nadal). Tras esta ida de olla, vuelvo a Djokovic en Dubai: partido inaugural sencillo en dos sets contra el italiano Flavio Cipolla (125º), segunda ronda más tambaleante en tres sets ante el checo Jan Hernych (66º) y en cuartos un interesante choque ante un joven valor, el croata Marin Cilic (19º), con dos títulos (Chennai y Zagreb) ya en su poder este año: resultaba interesante ver a un joven-maduro Djokovic ante un joven contestón ya como Cilic, pero 'Nole' marcó más territorio que los canes con sus micciones y en dos cómodos sets, se disponía a enfrentarse al francés Gilles Simon (8º), ante el que la historia fue completamente distinta: tres reñidísimos sets contra un frontón pero que el serbio solventó con dos 7-5 finales. La final contra el español David Ferrer (14º) fué más de hacer valer la potencia de su tenis en pista dura y en dos sets batió al alicantino.
Y su próximo partido iba a ser precisamente contra el mismo jugador. El primer fin de semana de marzo, Serbia acudía a Benidorm a jugar la primera ronda de la Copa Davis contra España y ya fueron todos los balcánicos derrotados. 'Nole' no dió una aderechaz en el segundo punto de la eliminatoria y en tres sets fue superado amplia pero ampliamente por 'Ferru'. Y el domingo tampoco opuso resitencia ante Nadal, aunque los sets fueron más maquillados en cuanto a juegos. Esta incursión en tierra parecía no molarle nada al novio de Jelena Ristic (muy mona ella) y escapó raudo y veloz hacia la gira norteamericana de mediados de marzo, donde su saldo fué de unos cuartos y una final: cualquier tenista lo hubiese firmado, pero a un campeón como a Novak le escocieron muy mucho.
En la costa oeste, arrancó ante el argentino Martín Vasallo Arguello (54º) y su pase solo dependió de una rotura a favor en cada set, quizás método Agassi, quizás apuros, pero Vajda anteponía su espíritu resultadista. En la siguiente ronda esperaba un alemán con muchas batallas a cuestas, un Tommy Haas (64º) que tras no entrar en juego en el primer set, provocó un tie-break en el segundo set que encendió las alarmas del serbio a tiempo. En octavos ganó uno de esos partidos que gustan ganar, no tanto por la entidad del rival, que la tenía, sino por el resultado y la manera de hacerlo: doble 7-6 contra el suizo Stanislas Wawrinka (16º) en un choque parejo y que se decidió en pequeños detalles, ganado por los puntos logrados con tus armas y méritos, no solo por los deméritos y fallos del rival. Pero pareció que Novak se dejó todos sus recursos en ese partido y en cuartos de Indian Wells Andy Roddick lo batió ampliamente en dos sets. Para la costa este sus tres máximos rivales (Nadal, Federer y sobre todo Murray) estaban adquiriendo más protagonismo y atenciones que él, y Novak quería reconquistar Miami, tras caer en 2008 en primera ronda y ganarlo en 2007. Empezó contra el canadiense Frank Dancevic (117º) jugando bien y ganando fácil, lo mismo con el francés Paul-Henry Mathieu (33º) y aunque el marcador pueda presuponer lo mismo, ganó sin brillantez al checo Tomas Berdych (22º). En cuartos hizo el mayor teatro del mundo para despistar sobre su estado físico al francés Jo-Wilfried Tsonga (11º) y ganar gesticuladamente en el segundo set, mientras que su triunfo en semis ante Federer sí que respondíó a lo que se espera de un jugadorazo: tras perder sin nada que objetar el primer set, lo mismo hizo él en el segundo y tercer set e iba a poner en juefgo su tercer puesto en el ranking ante Murray, pero sucumbió estrepitosamente: 6-2 y 7-5 sin poder argumentar en ningún momento al tenis-control del escocés.
Tras un Grand Slam y dos Masters 1000 disputados, en abril comenzaba la temporada de tierra y supuestamente 'Nole' era otro de los que no disfrutaba en esta superficie. Pues a juzgar por los resultados obtenidos en los 5 torneos disputados sobre arcilla, podría deducirse que Novak se encontraba cómodo en esta clase de superficie, mérito más que palpable de su calidad y clase tenística. En 2008 se había impuesto en un Masters Series sobre tierra, aquel de Roma que Rafa hubo de sucumbir en primera ronda ante Ferrero por graves problemas de ampollas en los pies, y aunque también había accedido hasta semis de Roland Garros, sus resultados sobre la pista roja no eran nada elocuentes. Además del Grand Slam y los tres Masters 1000 de la temporada de tierra, aprovechó para disputar, como Rafa en el Godó de cara a la galería, y ganar, 'su' torneo, el ATP250 de Belgrado, descansando quizás muy poco.
Resultó una de las gratas sorpresas en el Masters 1000 de Montecarlo, donde accedió como una flecha hasta la final, jugando todos sus partidos, excepto las semis contra Wawrinka, frente a tenistas españoles, los más fuertes en tierra por antonomasía y una dura prueba de fuego para el balcánico. En su primer 'match' en el Principado Monegasco tumbó sin discusión al español Oscar Hernández (65º) en dos plácidos sets y al siguiente día parecía que iba por el mismo camino ante Albert Montañes (36º), contra quien a pesar de tropezar en el segundo set al tie-break, dió muestras de una sobrada superioridad apuntándose su rival tan solo un juego en los dos restantes sets. En cuartos podría suponerse un duro envite contra el madrileño Fernando Verdasco (8º) y a fe que lo fue: 6-2, 4-6 y 6-3 para Novak en un enfrentamiento de poder a poder y al que Verdasco nunca perdió la cara. En semis hubo de remontar y llegar de nuevo a los 3 sets contra el suizo Stanislas Wawrinka (16º) y como en la final de Roma un año antes, lo doblegó casi por jerarquía. La final contra Rafa fue también diferente y aunque fuera a 3 sets, la sensación de superioridad del balear fue incontestable en el set final. Aquí le había robado ya un set pero aún no se le vislumbraban opciones de triunfo, más que nada porque nunca pudo ir por delante en el marcador.
En la capital italiana parecía repetirse la historia: dos jugadores españoles y un argentino, antes de medirse a Federer y a Nadal, compusieron su menú en Roma, 5 buenos tenistas en tierra para aumentar el nivel de exigencia de 'Nole'. De nuevo Albert Montañes (33º) se cruzaba en su camino y volvió a darse un tie-break y un rosco, como en Mónaco, pero esta vez ambos favorables al para muchos gemelo de Jesulín de Ubrique. Frente al gerundense Tommy Robredo (17º) apenas rompió a sudar por el doble 6-1 con el que se impuso y en cuartos toreó a un todavía dubitativo en tierra Juan Martín Del Potro (5º). En semis contra Federer estuvo contra las cuerdas y hasta la segunda mitad del 'game' no pudo constatar cierta hegemonía de su tenis, pero acabó remontando con un juego 'arrechísimo' (toque venezolano a este informe) y en la final parecía que tenía alguna posibilidad de desestabilizar al rey supremo en tierra, pero hubo de rendirse a la evidencia. Esta vez no pudo apuntarse ningún set pero se mostraba como el tenista con más opciones de tumbar al balear en arcilla.
En Belgrado y curiosamente en tierra batida (creó su propio torneo en una superficie que en principio no le molaba), ganó sin contemplaciones a sus compatriotas Janko Tipsarevic (63º) y Viktor Troicki (38º) primero y al italiano Seppi (36º) más adelante con serios problemas, para en la final imponerse en un tie-break rígido del segundo set al polaco Lukasz Kubot (179º), que había sido la sensación del torneo habiendo batido a tenistas supuestamente superiores a él como Andreev (32º), Vliegen (105º) o Karlovic (21º). Curiosa la situación que se dió, habiendo ganado un torneo que no se disputó un año antes y por tanto no teniendo que defender puntos y solo sumarlos, al día siguiente iba a perder el tercer puesto en detrimento de Murray. Pero con su segundo título del año y obviando la Copa del Mundo por equipos que Serbia conquistó en Düseldorf, enfiló hacia el Masters 1000 de Madrid, donde de nuevo le tocó otro español al otro lado de la red en el primer partido: Oscar Hernández (65º) opuso poca rsistencia, la misma que Seppi (36º) y el croata Ivan Ljubicic (54º), quienes cayeron ampliamente en dos sets. Pero en semis se vivió uno de lso partidazos del año, un 3-6, 7-6 y 7-6 en contra de Novak que duró 3 horas y 5 minutos y en donde el español desquició al balcánico levantando infinidad de pelotas de partido. Djokovic acabó contrariado y lamentándose por haber tenido tan cerca la victoria, la cual se le escapó quizás en algún detalle.
Podría parecer el mejor de los presagios para el Grand Slam de tierra batida, pero dejó todas sus fuerzas en al Caja Mágica de la capital española y ya tardaría meses en recuperarlas. El ecuatoriano Nicolas Lapentti (102º) se le retiró en el segundo set cuando Nole empezaba a gozar de su tenis y este hecho pareció romperle el ritmo en segunda ronda ante el ucraniano Sergii Stakhovsky (110º), quién más adelante, en octubre se impondría en el ATP250 de San Petersburgo: a pesar de ganar en tres cómodos sets por lo que dice el resultado, hubo de remontar un 4-1 en el segundo set después de una fase de bajón mental. En tercera ronda, que en Rolan Garros suponían los dieciseisavos de final, jugó un tenis desastroso y ramplón para caer por un triple 6-4 ante el alemán Phillip Kholschreiber (31º) y resultar el primero de los gallitos en claudicar en París.
No adujo ninguna razón para esta sorpresiva y tempranera eliminación, optando por encaminarse a otra fase de la temporada, la de hierba, que por su estilo de juego podría beneficiarle pero en donde tampoco acababa de conseguir grandes resultados. El tenis en hierba es tan bonito, que aún no entiendo porque solo represente un solo mes de competición. Novak empezó titubeante su primer partido de junio en Halle (Alemania) ante el italiano Simone Bolelli (66º), aparentando cierta dificultad para coger los bioritmos precisos de adaptación al 'pasto' (toque argentino). Ante el galo Florent Serra (56º) a punto estuvó de decir adiós al torneo de preparación por excelencia de Wimbledon y tras dos 7-5, uno a favor y otro en contra, dió con la tecla en esta superficie y casi le endosó un rosco a su oponente. Repitió este 6-1 en el primer set ante el 'kamikaze' austríaco Jurgen Melzer (28º) antes de volverse conservador y cerrar el choque con un solo break a favor. En semis se topó con el belga Olivier Rochus (136º), el jugador más bajito del circuito y con un hermano en el top-60, quién desplegó un tenis de muchos quilates para sucumbir solamente en el tie-break del primer set y aunque peleó en el segundo set con grandes dejadas y transiciones correctas de defensa-ataque, se plegó ante el aún número cuatro del mundo. Ante el alemán Tommy Haas (41º) en la final disputó los 3 sets pero ni la confianza que le debiera dar el tie-break que se apuntó en el segundo parcial le bastó para sufrir el primero de los dos batacazos que le infringiría ese mes un tenista del que dijo que poseía el tenis perfecto para la hierba.
Apostó todo a una carta, a Wimbledon, dedicándose a entrenar las dos semanas previas al tercer Grand Slam del año en vez de rodarse en Hertogenbosch (Holanda) o en Eastbourne (Gran Bretaña) y las sensaciones del balcánicos mejoraron con respecto a sus últimas actuaciones en tierra y sobre todo al juego desplegado en Halle. A pesar de que en primera ronda no se apuntase el primer set ante el francés Julien Benneteau (81º), no lo jugó para nada mal, y tras apuntarse el segundo set también al tie-break, los dos restantes sets los solventó con soltura. Esta misma tendencia positiva le llevó a solventar a un ritmo alto y sin contingencias en 3 sets sus duelos ante el alemán Simon Greul (106), el americano Mardy Fish (25º) y el israelí Dudi Sela (46º), éste último supuestamente más en forma y muy centrado en los cuartos que su país jugaría en menos de semanas ante Rusia en la Davis. En cuartos 'Nole' se toparía con un Tommy Haas (34º) que venía de apear en una ronda anterior al croata Marin Cilic (13º) en un partido vibrante a 5 sets con un 10-8 para el alemán, un triunfo agónico de los que insufla dosis y dosis de moral. En cuartos, Djokovic no pudo en ningún momento meterle mano a Haas y aún perdiendo muy ajustadamente los dos primeros sets y anotarse el tercero, se desfondó en el cuarto y cerró su periplo de solamente dos torneos en la hierba veraniega.
Dedicó el mes de julio, aprovechando no tener que disputar ninguna eliminatoria (los que ganaron en marzo jugaban los cuartos) de la Davis, a entrenamientos de calidad y no tantos de cantidad para preparar la segunda parte de la temporada que le pudiera devolver el número 3 del mundo, ya que tras las semis de Murray en Wimblendon éste le sacaba más de mil puntos pero la obligación de defender puntos de uno y otro beneficiaba al balcánico. Murray se aupaba al número dos tras ganar en Montreal pero lo pería en el US Open al no poder repetir la final de 2008, y volvería al 4 el escoces y al 3 el serbio en octubre, tras las semis de Novak en Shanghai ante Davydenko.
La gira norteamericana de pista rápida de agosto y parte de septiembre se le presentaba al serbio quizás en su momento de menos presión desde que estaba en la élite. Esta curiosa situación se debía al protagonismo que adquirían, por una u otra causa, los tres tenistas que le precedían en el ranking: Federer reciente papá y tras ganar los dos últimos Grand Slam, teniendo que volver a mantener su aura de imbatible; Nadal por su retorno a las pistas tras alrdedor de dos meses lesionado; y Murray con la presión de confirmar su ascenso al número dos con la conquista de un grande, ya que era el único tenista del denomiando 'Big Four' que no lo poseía. Tras el campanazo del argentino Del Potro en el US Open, pasaría a hablarse del 'Big Five', ese club de enormes tenistas muy parejos entre sí y varios peldaños por encima del resto.
Dedicó el mes de julio, aprovechando no tener que disputar ninguna eliminatoria (los que ganaron en marzo jugaban los cuartos) de la Davis, a entrenamientos de calidad y no tantos de cantidad para preparar la segunda parte de la temporada que le pudiera devolver el número 3 del mundo, ya que tras las semis de Murray en Wimblendon éste le sacaba más de mil puntos pero la obligación de defender puntos de uno y otro beneficiaba al balcánico. Murray se aupaba al número dos tras ganar en Montreal pero lo pería en el US Open al no poder repetir la final de 2008, y volvería al 4 el escoces y al 3 el serbio en octubre, tras las semis de Novak en Shanghai ante Davydenko.
La gira norteamericana de pista rápida de agosto y parte de septiembre se le presentaba al serbio quizás en su momento de menos presión desde que estaba en la élite. Esta curiosa situación se debía al protagonismo que adquirían, por una u otra causa, los tres tenistas que le precedían en el ranking: Federer reciente papá y tras ganar los dos últimos Grand Slam, teniendo que volver a mantener su aura de imbatible; Nadal por su retorno a las pistas tras alrdedor de dos meses lesionado; y Murray con la presión de confirmar su ascenso al número dos con la conquista de un grande, ya que era el único tenista del denomiando 'Big Four' que no lo poseía. Tras el campanazo del argentino Del Potro en el US Open, pasaría a hablarse del 'Big Five', ese club de enormes tenistas muy parejos entre sí y varios peldaños por encima del resto.
Bajo esta perspectiva, a principios de agosto enfiló hacia Montreal para jugar el Masters 1000 de Canadá, una ciudad que le traía buenos recuerdos porque con su triunfo allí en 2007 se aupó al número 3. A pesar de jugar mucho y casi de seguido la temporada anterior y ésta, no había tenido que parar por ninguna lesión, como los demás gallitos y quizás este ritmo le llevó a tumbar con pasmosa solvencia, a pesar de un tie-break, al canadiense Peter Polansky (226º) primero y acto seguido al ruso Mikhail Youznhy (65º) sabiendo en qué momentos debía romper y conservar. Sin embargo, en cuartos el estadounidense Andy Roddick, quinto del mundo esa semana y motivadísimo siempre en puertas del Grand Slam de su país, le aplicó esa misma receta y supo mantener más el tipo en una tanda de breaks y contrabreaks curiosos. Resultó una eliminación prematura, pero de la cual sacó tajada proque pudo entrenarse más tranquilamente en Cincinnati, donde el calor y el buen tiempo del verano 'yankee' pareció gustarle.
Su andadura en la tierra de los grandes trailers comenzó ante el croata Ivan Ljubicic (54º) y el ex-número tres en 2005 le aguantó bien hasta el tie-break del primer set, ofreciéndole un serio test para lo que le esperaba al balcánico, dos jóvenes franceses: Jeremy Chardy (35º) pasa por ser un tenista muy voluntarioso y con cierta clase pero sin poder dar el salto de calidad y aún así tan solo estuvo un break por debajo enlos dos sets que perdió, mientras que el supuesto 'pollito' Gilles Simon (9º) y que tenía que defender un montonazo de puntos en esta parte final de temporada, la misma en al que explotó en 2008, representaba un serio adversario que se atascó ante la manera con la que 'Nole' economizaba su tenis. Y a en semis, Djokovic barrió de la pista a Nadal dando una lección magistral en el primer set y aguantando tácticamente en el segundo, pero eso mismo le hizo Federer a él en la final: por mucho que lo intentara Novak no llegaba a las bolas del suizo y cuando consiguió igualar el partido no daba con la tecla que le diera el tanto extra.
En el que fuera feudo del gran Rofer Federer entre 2004 y 2008, en Nueva York, allí donde pocos dudaban de que el suizo conquistaría un quinto entorchado consecutivo, en la pista donde Novak ya disputara una final en 2007 y sucumbiese en una dura semifinal, ambas ante el campeón suizo, en ese mismo escenario donde pasaron todas estas cosas, uno de los pocos jugadores que tiene una afición o hinchada, llamémosle como querámos, detrás -otro es el argentino David Nalbandian, pero los seguidores de estos están desesperados ya-, volvió a enfrentarse por segunda vez este verano contra el croata Ivan Ljubicic (51º) y en un abrir y cerrar de ojos se lo ventiló. Los dos próximos rivales iban a ser dos desconocidos, uno el australiano Carsten Ball (155º) que tan solo pudo ser testigo de lujo como le batían en tres sets con la ley del mínimo esfuerzo, táctica ésta última que no comenzó con buen pie con el segundo, el estadounidense Jesse Witten (276º), pero que tras el aviso de perder el primer set al tie-break, después, entre renqueante y brillante, minimizó todo el ímpetu del jugador local.
En el que fuera feudo del gran Rofer Federer entre 2004 y 2008, en Nueva York, allí donde pocos dudaban de que el suizo conquistaría un quinto entorchado consecutivo, en la pista donde Novak ya disputara una final en 2007 y sucumbiese en una dura semifinal, ambas ante el campeón suizo, en ese mismo escenario donde pasaron todas estas cosas, uno de los pocos jugadores que tiene una afición o hinchada, llamémosle como querámos, detrás -otro es el argentino David Nalbandian, pero los seguidores de estos están desesperados ya-, volvió a enfrentarse por segunda vez este verano contra el croata Ivan Ljubicic (51º) y en un abrir y cerrar de ojos se lo ventiló. Los dos próximos rivales iban a ser dos desconocidos, uno el australiano Carsten Ball (155º) que tan solo pudo ser testigo de lujo como le batían en tres sets con la ley del mínimo esfuerzo, táctica ésta última que no comenzó con buen pie con el segundo, el estadounidense Jesse Witten (276º), pero que tras el aviso de perder el primer set al tie-break, después, entre renqueante y brillante, minimizó todo el ímpetu del jugador local.
Adversarios de nivel llegaron en el nombre del checo Stepanek y el español Verdasco, en octavos y cuartos respectivamente. Ante el 16 del mundo el balcánico sacó toda su clase y por rango finiquitó a un Stepanek con la mente más puesta en la tierra que le esperaba en dos semanas en las semis de la Davis en Croacia, mientras que contra el 10 de la ATP, la pelea fué más igualada, pero Novak reaccionó a tiempo tras la empanada en al que s emetió con el 6-1 del segundo set. La parte del cuadro que le tocase le enfrentaría a un gran rival en semis, fuera por arriba o fuera por abajo, y en esta ronda le tocó de nuevo Federer, un jugador al que al principio del año ya le había batido pero que en Cincinnati le había desesperado. El resultado fue un duelo apasionante, con tres sets ajustadísimos que por una razón u otra -normalmente por pequeñísimos detalles- caían en el zurrón del suizo para acabar la temporada de 'Nole' en pista rápida por 7-6, 7-5 y 7-5.
Salió de Nueva York algo contrariado porque entendía que había perdido una ocasión única para dar el último pasito que le quedaba en un Grand Slam, batir a todo un número 1. Eran mediados de septiembre y su próxima lucha tenía que ser de bastante menos nivel, pero conociendo el carácter de Novak y el amor que siempre se le profesa a una nación 'joven', Djokovic no dudó en apoyar anímicamente, obviando un posible descanso o entrenamientos más relajados, a sus compatriotas en la ronda por la permanencia en el Grupo Mundial en casa ante Uzbekistan, donde Tipsarevic y Troicki fueron los líderes en la cancha.
Ya en octubre, eligió el ATP500 de Pekín para preparar el siguiente Masters 1000 - aún no había ganado ningún torneo de este ranking, y ya se empezaba a impacientar- y en tierras chinas se enfrentó primero al rumano Victor Hanescu (27º), batiéndole sin paliativos, lo mismo que a su compatriota Viktor Troicki (28º) para sufrir más de un lapsus de juego ante el español Fernando Verdasco (9º) en cuartos. Sin embargo, puso el turbo en semis ante el sueco Robin Soderling (11º) -un jugador que más adelante le amargaría, y mucho- semi-apalizandolo por un doble 6-3 y en la final se benefició de la borrachera de éxito del croata Marin Cilic (15º), quién tras batir en semis a Nadal con argumentos, ante Djokovic nunca dió la misma medida. Novak se apuntaba su tercer torneo del año, tras el de Dubai en febrero y Belgrado en mayo, y se encaminaba hacia otra de las grandes urbes chinas.
En Shanghai, firmó unas semis que le otorgaban el título de uno de los jugadores más en forma del momento, pero antes hubo de ganar sin apenas oposición al italiano Fabio Fognini (66) y al alemán Rainer Schuettler (99º), y pelearlo más frente al francés Gilles Simon (10º) en cuartos. Pero el ruso Nikolay Davydenko (8º) frenó su marcha triunfal en un buen partido, con 6-4 para cada jugador antes de que en el tie-break del tercero, el ruso demostró más consistencia al resto, que fue la clave en esa muerte súbita. Ya en Europa y en noviembre, Djokovic arriesgó al elegir Basilea y no Valencia como torneo de rodaje del Masters 1000 de París-Bercy, ya que era la 'casa' de Federer. En la capital suiza el joven alemán Andreas Beck (33º) -aquel que en julio perdiera el quinto punto contra Ferrero en la Davis en Marbella- le dió cierta guerra pero sucumbió, y el partido más corto del año para 'Nole' -sin que hubiera lesión y retirada de por medio- fue el que jugó en siguiente ronda contra el checo Jan Hernych (59º), al que endosó un doble rosco. Pero en cuartos el suizo Stanislas Wawrinka (21º) se lo puso muy difícil, tanto que Novak tuvo que remontar el partido y casi se queda sin poder hacerlo sino hubiera ganado el tie-break del segundo set. En semis el checo Radek Stepanek (14º) le calcó el mismo partido que contra Wawrinka y Novak volvió a salir airoso, esta vez jugando 'cheveré' (toque colombiano). Y en la final comenzó mandando ante Federer, quien parecía que le iba a remontar pero le paró a palazo limpio al saue y recuperando la inciativa al resto con bolas profundas a la vez que hacía correr al rival.
Esta victoria, sorprendente para muchos, le daba el papel de maximo favorito en el último Masters 1000 del año, torneos que solo conocían a Nadal, Murray y Federer como ganadores, antes de que Davydenko se sumara a la lista en Shanghai. Pero en el pabellón de París-Bercy, ganó sin discusión y con solvencia al argentino Juan Mónaco (30º) en primera ronda, batió sobradamente al francés Arnaud Clement (93º) y se preparaba para enfrentarse de nuevo al sueco Robin Soderling (10º), un jugador en busca de un hueco en la Copa Masters -consiguió apear al mismñisimo Davydenko-, y de ahí que peleará hasta el final ante un Djokovic a gran nivel, todavía. Y la mejor versión del balcánico se vió ese fin de semana, primero batiendo en semis al español Rafa Nadal (2º) con paliza incluida y en la final sufriendo absurdamente contra el frnacés Gael Monfils (16º), contra quien iba repitiendo mismo marcador que contra Rafa, 6-2 y 3-0 más saque, pero se complicó la vida hasta el tie-break del tercer set, en donde demostró el campeón que es, de ahí la manera en la celebraba rabioso su quinto título del año.
En Londres sería su tercera participación en una Copa de Maestros, una competición donde pagó la vovatada en su primer año, 2007, donde llegó fundido y perdió los tres partidos, pero al que cogió el ritmo de competición en 2008, ganándolo. El grupo que le tocó en el Round Robin, junto a Davydenko (7º), Soderling (9º) y Nadal (2º), podría parecer sencillo por más que los supuestos expertos lo tildaran de grupo de la muerte. Ganó remontando al ruso, a la postre campeón, perdió estrepitosamente contra el sueco y se lo jugó todo contra el español, al que ganó bien pero quedó eliminado por la suma de juegos y pasaron Soderling como primero y Davydenko como segundo del grupo. Como Murray, habiendo ganado dos partidos y perdido solo uno, se quedó sin semis y dió carpetazo a un relativamente buen año, un 2009 donde quizás no ganó torneos importantes pero en aprtidos sueltos contra los gallitos obtuvo más buenos resultados que malos.
Tenista de una simpatía desbordante, Djokovic se gana tanto a los demás tenistas como al aficionado del tenis por los ojos, y me explico: tiene durante los partidos dos gestos superelocuentes, dos tics que le otorgarn un estigma de buen chaval. Cuando el rival le gana un punto de una manera brillante o cuando el otro hace un tantazo bestialmente bonito y efectivo, Novak no duda en aplaudir ese tanto y lo hace instintivamente, sin mirar quien es o no el rival, y sin reparar en la fase del partido o importancia del tanto en contra suya. Eso le confiere un punto de honestidad brutal, de un fair-play descomunal. Y el otro gesto al que me refiero, tampoco lo hace nadie a menudo, y es abrazar efusivamente a su contrincante en la red una vez terminado el partido cuando el mismo 'Nole' ha sido derrotado, reconociendo muchas veces así el mérito y gran partido realizado por su oponente.
Muy conocido también por sus bromas e imitaciones, con el paso de los años se ha ido asentando en esta faceta y al adquirir el rango de tercera mejor raqueta del mundo, se prodiga menos en estas 'payasadas', las cuales sustituye por elocuentes gestos y verborreas continuas con los integrantes de su banquillo. Es un alternativa muy seria al número 1, del cual siempre ha estado alejado porque en 2008 Nadal fue imparable y en 2009 Federer también pareció un ciclón. Le falta hacer algo más serio con Serbia en la Davis y saber dosificar su tenis, tanto en la cuantía de torneos disputados al año como serenar y apuntalar ese tenis tan magistral que ha demostrado llevar dentro, como en varias palizas y recitales inflingidas a Nadal (semis Cincinnati'09 y París'09) o Federer (semis Miami'09 o final Basilea'09).
http://es.eurosport.yahoo.com/tenis/atp-tour/2009/calendar/
http://www.as.com/tenis/final-atp/resultados/
http://djokovic.foroactivo.net/
http://www.youtube.com/watch?v=jfv7gZA9uJo
http://djokovic.foroactivo.net/
http://www.youtube.com/watch?v=jfv7gZA9uJo
No hay comentarios:
Publicar un comentario