Soy una persona de 31 años, de Bilbao y actualmente me encuentro en Madrid estudiando un máster en periodismo deportivo. El tenis es una de mis grandes pasiones y lo que quiero con este blog es expresarme y aportar mis puntos de vista sobre el tenis masculino, el circuito ATP profesional: el tenis femenino y los dobles no los sigo tanto y por consiguiente no puedo hablar de lo que desconozco.
Tampoco busco crear controversias ni confrontaciones, más que nada porque no se quien lo podrá leer, de modo que intentaré irradiar mi pasión por el tenis y por muchos de los tenistas de hoy en día. Parto de la base de que no odio efusivamente a ninguno, ni soy anti ningún jugador por admirar a otro, cierto forofismo éste que me parece lamentable en muchos hoy en día. El tenis moderno está dominado por superdeportistas. Los propios Ivan Lendl, Pete Sampras o Guillermo Vilas, antiguos dioses tenísticos, afirman que los tenistas punteros de hoy en día les batirían irremediablemente, ya que la velocidad de los golpes y la importancia del físico son a día de hoy predominantes.
El tenis resulta un juego fascinante porque la igualdad que existe entre los 30 primeros del mundo puede hacer que pocas veces los favoritos se sientan tal al saltar a la cancha. El sistema de puntuación en juegos y sets provoca que en un suspiro el tenista que marcha en desventaja en el marcador pueda recuperar sus opciones y dar un vuelco al partido. Y sobre todo, hay 5 jugadores en el tenis actual, los Federer, Nadal, Djokovic, Murray y Del Potro que transmiten ser varios niveles más superiores que el resto, lo cual no quita para que ahora el maestro sea Davydenko. Sin embargo, confieso mi gran debilidad, un ídolo para mí, David Nalbandian, jugador con clase bárbara tipo Marat Safin, por lo que siempre lo defenderé como el mejor ahora mismo, y sé que por eso me llevaré muchos palos... a lo cual diré: sin más.
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