Un aroma a tenis imperecedero y brutalmente apasionante es lo que dejó a todos los amantes del tenis esta cuarta ronda u octavos, como quieran, de este primer Grand Slam del año y de los favoritos solamente uno medio-falló. Porque lo que le ocurrió a Delpo se veía venir con el transcurso de las jornadas (una muñeca tocada en tenis es mucho lastre), y aún así estuvo a nada de seguir dando la razón a los que le ponían de favorito. Los 4 primeros del ranking pasaron de ronda, cada uno con sus circunstancias, mientras que Roddick regaló un partidazo ante un superclase como 'Feña' y Tsonga sufrió una barbaridad ante Almagro.
Pero sin duda el duelo que más morbo despertó de esta ronda se vivió esta mañana de lunes. El 6-2, 7-5, 4-6, 6-7 y 6-3 con el que Davydenko (6º) batía a Verdasco (9º) dejaba claro la inmensa batalla que el ruso y español libraron: Nikolay empezó mandón y pero tampoco le hizo falta pasarse de autoritario, dado que Fernando se vió inmerso una y otra vez en los dos primeros parciales en su ya típica fase errática, esa en la que se contagia de fallón y comete innumerables errores no forzados, como los que irritaba a Manolo Santana en al final de la Davis 2008 en Mar del Plata. Pero aunque el ruso esgrimiera en su comparecencia post-partido que al madrileño aún le falta fortaleza mental para estar entre los grandes punteros, Verdasco sí que posee algo: además de lucha, garra y fe, cuando se entona es capaz de sacar un tenis puro y dinámico, como el que le llevó a remontar e igualar el choque. Davydenko ya no parecía tan coco y Verdasco dió las pistas de cómo frenar el dulce momento del ruso (papelón que ahora le toca Federer), pero se despistó en el momento decisivo y con break arriba la experiencia del actual Maestro hizo el resto.
Ayer por contra, se disputaron otros dos partidazos a 5 sets y fueron de esos duelos que el aficionado quisiera que nunca acabasen, que si dependiese por fuerza de los tenistas o por tiempo de los espectadores, ambos gustosos harían donativos desinteresados para que se jugaran a bastante más sets. Porque con iguales a dos sets y sin un dominador claro del encuentro, que en el set definitivo un tenista se derrumbe deja un poso de fastidio. Y curiosamente los dos últimos tenistas sudamericanos que todavía sobrevivían en el cuadro masculino fueron los damnificados.
Primero resultó que Roddick (7º) apeaba a González (11º) por 6-3, 3-6, 4-6, 7-5 y 6-2 en un partido loco en el que la dinámica iba de 'ahora me dominas tú, después yo te remonto y al final tu me superas'. Ninguno de los dos es ya un jovencito de esta nueva hornada de tenistas descarados que asola el circuito pero con 27 y 29 años llevan muchos años en la élite y se las saben todas, por no decir que se conocían a la perfección, como lo refleja el 8-3 favorable al 'yankee' en sus enfrentamientos particulares: el último duelo fué en octavos también del US Open de 2008 e incluso ambos jugaron en primera ronda del Australian Open 2004, ambas para el de Nebraska en tres sets. Pero la derecha de 'Bonzo' es brutal cuando aparece y cuando se intuía que tenía el partido controlado con 2-1 arriba en sets y la cosa igualada en el cuarto set, una jugarreta del juez de silla le desconcentró. Y 'El Bombardero de La Reina' es famoso por distraerse con esta clase de tonterías, como con Soderling en semis del Roland Garros del año pasado al dejarse remontar un quinto set que dominaba ampliamente o contra Nadal en el Abierto de Estados Unidos de 2009 cuando la lluvia retrasó a la jornada siguiente un partido con dos tie-breaks pero que a la vuelta González no se coscó de nada, bueno sí, del rosco que le endosó Rafa sí, visto su cabreo. Sin emabrgo, ayer contra 'A-Rod' se desinfló aunque él mismo asegurase que físicamente se hallaba sólido.
Este mismo domingo tanto Nadal como Murray finiquitaron sin excesivos sobresaltos sus duelos de octavos y se retaban para cuartos en un partido que si hubiera sido la final nadie dudaría en calificarlo de excelente cierre al asunto. La andadura de Isner (28º) acabó en 7-6, 6-3 y 6-2 ante Murray (4º), es decir, como ganador de Auckland y tras apear a gente peligrosa como Monfils (12º), solamente pudo argumentar hasta el tie-break del primer set, y tras perderlo contra el 'zorro' escocés, se dejó llevar y quizás disfrutar de sus segundos octavos en Grand Slams seguidos, después del US Open del año pasado donde tras ganar a Roddick cayó ante Verdasco. Y en cuanto a Nadal, volvía a ceder un set ante Karlovic (39º) pero merced a estratégicos y seleccionadísimos breaks batía por 6-4, 4-6, 6-4 y 6-4 a un Ivo que demostró que no solo tiene saque, sino también atrevimiento y descaro, pero poco más, ya que rehuye todo peloteo.
Por el otro lado del cuadro, los otros dos cabeza de serie totales también solventaron sin excesivos problemas sus partidos, aunque en su caso hasta semis no se cruzarían. Federer (1º) dejó sin jugador local al torneo al pasar cual rodillo por encima de Hewitt (22º) por 6-2, 6-3 y 6-4 en poco menos de dos horas. La gran preocupación del suizo ahora mismo se llama Nikoaly Davydenko y su tarea la de no pensar en las semis de Doha que el ruso le ganó por un doble 6-4 (a Roger se le presupone tanta experiencia que aunque es inevitable obsesionarse con el último duelo jugado frente al próximo contrincante, su tenis posee tantos recursos para desbaratar al ruso, lo malo que éste se encuentra en la misma situación y con la moral por las nubes). No obstante, quien menos ruido está haciendo de entre los gallitos es Djokovic (3º), quien ayudado por enfrentarse a rivales menores, apenas se ha desgastado en Melbourne Park: en octavos el polaco Kubot (86º) no pudo ir más adelante del 6-1, 6-2 y 7-5 que le inflingía el serbio.
Una de las relativas sorpresas de la ronda la daría un español, el tercero en discordia. Asicomo en el título se hace referencia a la grandeza del chileno González, pese a perder, a Nico Almagro (25º) también se le recordará positivamente en esta edición, dado que llevó a todo un top ten, Tsonga (10º), hasta el límite, solamente para caer por 6-3, 6-4, 4-6, 6-7 y 9-7 en un duelo larguísimo. El francés se las prometía felices tras apuntarse solventemente los dos primeros sets, pero el murciano pasó a jugar sin presión y sin miedo a nada, sacando ese tenis que en este país los entendidos llevan temporadas apuntando que tiene escondidito muy en su interior. El finalista de hace dos ediciones tuvo que sacar sus mejores armas y puntos, pero esto no le bastó para perder el cuarto set y ni siquiera para no dejar al español acercarse a menos de tres bolas de partido, pero finalmente su carisma a lo Nadal (es lo que ansían en el país vecino, que Tsonga sea un calco al balear en cuanto a mentalidad ganadora) le dió un pase que quizás le haga llegar mermado frente a Djokovic.
El grande que cayó en estos octavos y que dejó el cuadro en manos del 1, el 2, el 3, el 4, el 6, el 7, el 10 y el 14 del mundo (pocas veces tantos top tens componen unos cuartos de un 'major') resultó ser el que falta en esta lista, el 5 de la ATP, Del Potro que cayó precisamente frente al tenista de peor ranking de estos cuartos, pero que pronto será un asiduo de los puestos cabeceros. Marin Cilic se imponía por 5-7, 6-4, 7-5, 5-7 y 6-3 en un partidazo a un Delpo que si bien no dió tantos síntomas de dolerle su maltrecha muñeca, en ningún momento demostró la frescura de piernas y de mente, junto con el tenis apabullante, que demostrara en el Grand Slam anterior, hecho que le llevaba a corroborar la tendencia de que pocos tenistas (quitando a Federer) consiguen repetir triunfo y nivel de tenis de Flushing Meadows a Melbourne Park (el último Djokovic ganando en 2008 en Australia tras perder la final en Nueva York en 2007 ante el eterno suizo). Sin embargo, las maneras tenísticas de Cilic fueron el detonante para que el argentino claudicara, por lo que avanzaba de ronda con total mérito, con un título (Chennai) ya en el bolsillo que le da tranquilidad y habiendo finiquitado anteriormente a grandes tenistas como Wawrinka (19º) o Santoro (67º).
Y una ronda más allá se toparán Roddick y Cilic primero, para que después peleen Nadal y Murray. Por el otro lado el Davydenko-Federer y el Djokovic-Tsonga componen unos cuartos alucinantes, donde puede ocurrir de todo y lo único que todos queremos es alternancia de marcadores y rachas, sin ninguna paliza rápida. ¿Y Cuatro aún sin dar el torneo en abierto? Eurosport o Canal Plus como alternativas, porque Rojadirecta no engancha, claro lo gratis es de ínfima calidad.
http://espndeportes.espn.go.com/tenis/
http://www.youtube.com/watch?v=f_LJPjXjKCU
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